El equipo económico continuará su agenda de este primer tramo de gestión del gobierno de Javier Milei con, al menos, dos pasos decisivos en su hoja de ruta: un proyecto de ley con cambios tributarios que aseguren el ajuste fiscal de 5% del PBI que busca el Poder Ejecutivo para el primer año de mandato, y acelerar en la emisión del bono con el que el Banco Central busca descomprimir la deuda comercial de importadores.
La elaboración del mega decreto de necesidad y urgencia que anunció el jefe de Estado este miércoles por la noche no pasó lejos del ministro de Economía Luis Caputo. Si bien el jefe del Palacio de Hacienda no estuvo directamente involucrado, las puntadas finales del DNU se dieron a pocos pasos de su despacho.
Hasta último momento el ex presidente del Banco Central y ahora asesor presidencial Federico Sturzenegger trabajó en una oficina “prestada” en la Secretaría de Energía, un piso más arriba que Economía. El anfitrión de Sturzenegger, Eduardo Rodríguez Chirillo, fue de hecho otro de los autores intelectuales del mega decreto presidencial, algo que mencionó esta mañana el propio presidente.
El “plan Sturzenegger” es otra de las columnas sobre las que se apoya el plan económico de inicio para Milei, pero en la coyuntura más urgente en términos financieros y de inflación el plan Caputo asoma como el de mayor relevancia. En ese sentido, una parte de ese ajuste de shock provendrá de recortes que pueden ser decididos íntegramente por el Ejecutivo, pero otra parte necesitará aprobación del Congreso, principalmente la suba de algunos impuestos.
Como idea general, los cambios apuntan a reforzar la recaudación tributaria, especialmente del impuesto a las Ganancias mediante un mecanismo para favorecer una liquidación anticipada de pagos de Bienes Personales y, por la vía de un blanqueo, el ingreso de un impuesto especial que otorgue más ingresos a la AFIP.
El proyecto busca volver al status anterior al reforma para la cuarta categoría que aprobó el Congreso durante la campaña por una iniciativa del entonces candidato presidencial Sergio Massa. Así, un importante grupo de trabajadores de sueldos medios-altos volverían a tributar Ganancias.
Para Bienes Personales, el Poder Ejecutivo propondría un esquema de pago anticipado de ese tributo por los montos que corresponden a los próximos años, hasta 2027. También habrá otro cambio clave en Bienes Personales: se reducirán las alícuotas de manera gradual entre 2024 y 2027.
El blanqueo tendría un plazo de adhesión al régimen de blanqueo hasta el 29 de febrero y se permitirá un plazo de presentación de declaración jurada hasta el 30 de abril. Entre cero y 100 mil dólares no pagarán nada, mientras que a partir de los 100.000 dólares abonarán 5% como impuesto especial.
Con todo, otro paso en el plan Caputo en el que está involucrado el Banco Central es la deuda importadora. Formó parte de la agenda de la reunión de esta semana entre el equipo económico y la plana mayor de la Unión Industrial Argentina (UIA). Los industriales esperan que la licitación del bono que anunció el BCRA para dar acceso a los importadores a divisas para saldar pasivos con sus proveedores.
Este viernes en el Boletín Oficial el Banco Central oficializó que los importadores que suscriban ese bono podrán utilizarlo para pagar deudas impositivas. “En atención a la relevancia que conlleva lograr la máxima aceptación posible de los nuevos instrumentos a ser ofrecidos por el BCRA, particularmente los de mayor plazo de vencimiento, para contribuir al mejoramiento del contexto económico y financiero, resulta necesario disponer un mecanismo de dación en pago mediante la entrega de ciertos bonos o títulos emitidos por el BCRA para la cancelación de obligaciones impositivas y aduaneras, exceptuando los Recursos de la Seguridad Social”, aseguró un decreto publicado en el BO.
El DNU que anunció Milei podría implicar un antes y un después para el Banco Nación, la principal entidad financiera pública. El decreto preparó el terreno, en términos jurídicos, para una privatización, algo que no está explicitado en el articulado ya que dependerá de una decisión posterior del Poder Ejecutivo. En ese contexto, el BNA vive en estos días un estado de virtual parálisis.
Eso sucede porque el directorio todavía no fue conformado, y sin quórum no puede tomar decisiones a través de ese órgano. Incluso quien fue señalado como el próximo presidente, Daniel Tillard -ex titular del Banco de Córdoba- todavía no tuvo nombramiento en el Boletín Oficial. “Un préstamo personal de $300.000 se puede aprobar, pero hoy viene un empresario a buscar un crédito grande para una inversión y no se puede hacer”, mencionó a Infobae una fuente de la institución.
El mega decreto introdujo tres cambios al status jurídico del BNA. En primer lugar, el más relevante, es que abre la puerta para convertir a la entidad en una sociedad anónima. De esa forma, facilitaría la chance de una venta parcial o total de las acciones del banco y su privatización.
Otras dos modificaciones incluidas en el mega DNU: en primer lugar, los depósitos judiciales (es decir aquellos montos que forman parte de procesos en juzgados de jurisdicción nacional) ya no serán obligatoriamente custodiado en el BNA. Eso abrirá la puerta a que los bancos privados puedan pulsear por contar con esos depósitos, que así como actualmente hace el Banco Nación, los privados podrían destinar a dar préstamos.
Y por último, otro cambio administrativo será que las entidades o dependencias públicas que tengan tenencias de moneda extranjera (por ejemplo por el desembolso de un crédito de organismos internacionales para proyectos de inversión, como el BID, la CAF, Banco Mundial u otros) ya no deberán depositar esas divisas en el BNA, sino que el decreto abre el juego a bancos privados.
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