Luego de que las tensiones latentes entre el Gobierno nacional y el Papa Francisco motivaron la salida de Francisco Sánchez, el diputado provincial Nahuel Sotelo fue designado como el nuevo secretario de Culto y Civilización. Un puesto que lo puso bajo el ala de la ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Diana Mondino, y que tendrá como objetivo principal tender puentes con la Iglesia Católica.
El cambio en el Gabinete quedó asentado en el Decreto 768/2024, el cual fue publicado esta madrugada en el Boletín Oficial. De igual forma, el nuevo funcionario gozará de un rango protocolar, ya que fue nombrado Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en referencia a la misión que deberá afrontar: reencauzar el vínculo con el líder religioso, en medio de su cada vez más incierta visita a la Argentina.
La designación contó con el aval del Presidente de la Nación, Javier Milei, y la canciller, a quienes el presidente del bloque de La Libertad Avanza (LLA) en la Cámara de Diputados bonaerense agradeció por la confianza recibida a través de una publicación que realizó en su perfil personal de X. “Es una enorme alegría que viene cargada de mucha responsabilidad en la cual trabajaré para estar a la altura de este gobierno, gobierno que ya es histórico”, manifestó.
La llegada de Sotelo a Culto se da en un contexto de fuertes tensiones entre el Gobierno y la Iglesia católica que Sánchez no pudo apaciguar desde el momento en que asumió en ese lugar con durísimos cuestionamientos al Papa, y con un perfil reaccionario y provocador que nunca cayó bien en Roma.
Sin embargo, las formas “más cuidadas” que tendría de moverse el diputado bonaerense habrían sido uno de los factores que valoraron en el Gobierno para elegirlo para el puesto. Además de gozar de un perfil ultra conservador, el funcionario comparte su pasión por San Lorenzo con el Sumo Pontífice.
Después de que trascendiera que la Secretaría de Culto y Civilización sería representada por Sotelo, desde el círculo eclesiástico evaluaron que “tiene bastante más conocimiento del territorio y el trabajo de la Iglesia”. A pesar de que el legislador tiene relación con el titular de la Conferencia Episcopal, Oscar Ojea, aunque sí con algunos sectores de la Iglesia.
Otra de las desventajas del nuevo secretario es que tampoco tiene referencias en el Vaticano, pues su mayor acercamiento fue en febrero pasado, cuando integró la comitiva presidencial encabezada por Javier Milei que viajó a Roma y llegó a fotografiarse con el Papa en la audiencia general. Sin embargo, el rol de su pareja, la influencer católica Clara Cuevas, sería vital porque cuenta con algún tipo de llegada a algunos sectores del Vaticano.
“Es difícil, no imposible”, resaltaron fuentes cercanas al inminente funcionario que ayer trajinaba el área de Legal y Técnica de la Casa Rosada, quienes señalaron que la novedad será la inclusión del rubro derechos humanos en el plano internacional y el rechazo formal a la Agenda 2030 que será representada por la denominación “Civilización”.
De esta manera, se espera que el nuevo secretario de Culto y Civilización debute el próximo 7 de septiembre, debido a que asistiría a la celebración para la concreción oficial del traslado de la sede primada de Buenos Aires a Santiago del Estero. Como representantes de la Iglesia Católica estarán presentes la cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y obispos de todo el país. De parte del Gobierno, podrían sumarse el presidente, la vicepresidente, Victoria Villarruel, y la canciller Diana Mondino.
Sotelo, como Sánchez, también está atravesado por el ultra conservadurismo católico y arrastra posiciones bien conservadoras, nacionalistas y hasta controvertidas. Hace algunos años escribió el libro “Cartas de los ‘70, el dolor de la otra parte”, con el que intentó reavivar las teorías de “guerra” de los años más oscuros de la historia.
Para el sistema político, es mucho más prolijo y pragmático en sus vinculaciones que su antecesor. Es parte de un grupo que aglutina también a Agustín Romo y a Santiago Santurio, todos referenciados en el consultor Santiago Caputo, el asesor más influyente del Ejecutivo. Aunque no pertenece a ese sector, Agustín Caulo, actual director nacional de Culto Católico, tiene buena sintonía con ellos. Su permanencia está ahora bajo estudio.
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