El pasado 16 de junio el ‘Maldito Cris’, Joseph Fuentes González, fue ultimado por un certero tiro en el corazón por la Policía Nacional del Perú (PNP). Sin embargo, durante el operativo y posterior tiroteo no estaba solo. Lo acompañaban Alvin Daniel Vargas García, de 24 años, y Danny José Marcano Andrade, de 28 años.
Ambos fueron capturados en el momento de la misma intervención, pero la Novena Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Lima Norte decidió liberarlos, de acuerdo a lo informado por Latina Noticias.
De acuerdo al medio, los cómplices del delincuente fallecido fueron puestos en libertad porque agentes de la Policía tardaron en ponerlos a disposición del Ministerio Público.
A los dos delincuentes venezolanos se les atribuye vínculos con ‘El Tren de Aragua’, una megabanda criminal de Venezuela que en los últimos años ha extendido sus operaciones delictivas a Colombia, Perú, Brasil, Chile y Bolivia.
El día de la muerte del Maldito Cris, a Vargas García y a Marcano Andrade se les realizaron pruebas de absorción atómica para determinar si habían tenido contacto con las armas de las cuales se realizaron disparos contra agentes policiales el pasado 16 de junio. Ambos dieron positivo y los resultados fueron remitidos al Ministerio Público.
Antecedentes de liberación
Ya a mediados de abril, Alvin Daniel Vargas Garcia había sido detenido por la Policía, en un operativo que fue realzado por los agentes policiales, ya que habían logrado ubicar al hermano putativo del ‘Maldito Cris’, Bryan Jiménez Marcano, de 23 años, en Lurín. Se desconoce por qué luego estuvo durante el abatimiento del delincuente, ya que eso significa que fue liberado en una anterior oportunidad.
El día de la captura del Maldito Cris
Las horas del ‘Maldito Cris’ estaban contadas, pues el Ministerio del Interior lo había incluido en su Programa de Recompensas y ofrecía 80 mil soles por su paradero. La Municipalidad de Surco, a su vez, dispuso otros 50 mil soles, aunque él logró escapar en dos ocasiones previas.
Antes de ser abatido por la Policía desató una balacera indiscriminada que terminó con cuatro efectivos policiales heridos. Uno de ellos, el que lo enfrentó cara a cara para detenerlo, recibió tres impactos de bala.
Los agentes dieron respuesta por varios minutos, hasta que el sicario cayó tendido al pavimento con los brazos extendidos.
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