Argentina nunca logró tener superávit fiscal genuino en más de un siglo. Las pocas veces que lo logró fue porque no pagaba los intereses de la deuda pública.
Incluso antes de culminar con la renegociación de la deuda pública por el default de 2002, para 2008 el Estado ya mostraba nuevamente un importante rojo fiscal.
Desde 2008 a 2023 (16 años) el Gobierno Nacional mostró un déficit financiero promedio equivalente a 4,6% del PBI. Acumuló más de 74% del PBI en el período, equivalente a precios de hoy a un déficit de USD 450.000 millones, sin contar el de BCRA ni el de Provincias. Casi USD 30.000 millones promedio por año.
Para financiar este déficit fiscal, en los últimos 20 años la deuda pública aumentó en USD 300.000 millones (50% del PBI), el Gobierno vació las reservas del BCRA en USD 100.000 millones hasta dejarlas en cero.
Además de subir la presión tributaria a nivel récord internacional, también se expropiaron ahorros privados (AFJP), empresas (YPF), e incluso se intentó expropiar los flujos del comercio exterior (con la Resolución 125 que impulsó en 2008 Martín Lousteau).
Como todo ello no alcanzó, también se monetizó (emisión del BCRA) buena parte del déficit fiscal para volver a una inflación crónica de dos dígitos al año, e incluso llevar la economía a las puertas de una nueva hiperinflación al fin del gobierno de Alberto Fernández.
En casi todo ese período la economía no creció y se empobreció notablemente, por lo que la población demandó un cambio político radical y apostó a un partido libertario por primera vez en la historia.
En casi 20 años la economía no creció y se empobreció notablemente, por lo que la población demandó un cambio político radical y apostó a un partido libertario por primera vez en la historia
En los primeros nueve meses del nuevo gobierno se hizo un ajuste de un tercio del gasto público, de casi 5% del PBI, equivalente a USD 30.000 millones al año. El gasto público del Gobierno Nacional bajó a niveles de 1999 y logró recuperar el equilibrio fiscal.
Vale advertir que lo que se resume en tres líneas no se logró en más de un siglo de historia económica, incluso con minoría en el poder legislativo y sin perder el apoyo social, según dictan las encuestas.
En paralelo también se logró eliminar el déficit cuasifiscal del BCRA, equivalente a 10% del PBI (USD 60.000 millones anuales).
No está de más recordar que por subestimar el problema de la emisión endógena de los pasivos remunerados del BCRA, el gobierno Radical terminó en una hiperinflación en 1989, Cambiemos en una corrida que llevó al rescate del FMI en 2018, y que el Peronismo para cerrar el desequilibrio, fiel a su estilo, sólo se le ocurrió expropiar todos los depósitos al sector privado en dos oportunidades (Plan Bonex 1989/1990, Boden 2002).
El actual Gobierno lo solucionó sin caer en un colapso hiperinflacionario, sin ayuda de organismos internacionales y respetando todos los contratos en la economía. El déficit cuasifiscal pasó de 10% del PBI en 2023, a cero a mediados de 2024.
El déficit cuasifiscal pasó de 10% del PBI en 2023, a cero a mediados del año siguiente
Entre Tesoro y BCRA el gobierno de Milei hizo un histórico ajuste de 15% del PBI. Se pasó de un déficit de USD 90.000 millones en 2023, a un “déficit cero” desde el primer mes en el caso de la Administración Central, y en poco más de 6 meses en el consolidado con el BCRA de gestión macroeconómica. No sólo se abortó una hiperinflación, sino también lo que pudo llegar a ser la peor crisis económica de la historia argentina.
Escenario Macroeconómico del Presupuesto 2025
Lo importante del Presupuesto 2025 es que se cambió completamente el paradigma. El Gobierno se compromete a no tener déficit fiscal, sin importar el contexto. Se pasó de propuestas con importantes desequilibrios negativos que para financiarlo pedían autorización legislativa para aumentar la deuda pública por más de USD 15.000 millones en el año, pero el déficit finalmente era el doble y terminaban en una necesidad de financiamiento que agregaba “maquinita” del BCRA y expropiaciones varias.
Ahora, el Presupuesto 2025 no tiene déficit y el Gobierno se compromete a honrarlo, independientemente del contexto económico, por tanto, no pide autorización para nuevo endeudamiento.
El Presupuesto 2025 no tiene déficit y el Gobierno se compromete a honrarlo, independientemente del contexto económico
Parte de un escenario macroeconómico, pero que no condicionará el compromiso de déficit cero. Si se recauda más, se ahorrará y/o se bajará impuestos. Si se recauda menos, se ajustarán partidas no indexadas.
El Gobierno supone un rebote económico donde la economía aumentar 5% el año entrante, donde crecen todos los componentes del PBI. La inflación descenderá a 18,3%m diciembre a diciembre y el tipo de cambio tendrá una variación de igual magnitud, culminando en 1.207 pesos.
Además, supone que las exportaciones continuarán creciendo a un ritmo del 9% al año, en tanto que las importaciones se elevarán 13,4%, lo que permitiría sostener un importante saldo comercial superior a USD 20.000 millones entre bienes y servicios, de modo de mantener nutrido el mercado de cambios.
En materia fiscal, proyecta que la recaudación tributaria logrará mejorar gracias a la reactivación económica, la mejora en el salario real y mayores liquidaciones de exportaciones que el año previo que impulsarán el ingreso por retenciones. Todo ello, sumado a la recuperación de Ganancias, permitirá más que compensar la finalización del Impuesto PAIS a fin del corriente año.
Se estima que la recaudación tributaria aumente en 0,5% del PBI, hasta el equivalente de 22,9% del PBI.
Neto de Coparticipación, el Estado Nacional estima recursos por 16,5% del PBI, monto levemente inferior al esperado para el corriente año, y el gasto en igual magnitud para mantener el equilibrio fiscal, por segundo año consecutivo.
Se destacan leves mejoras en el gasto en seguridad social y remuneraciones del sector público, que se compensarán con menor subsidios económicos (suba de tarifas al sector privado) y reducción del déficit de las empresas públicas.
En definitiva, lo importante del Presupuesto 2025 no es el escenario proyectado, que igualmente no es muy distinto a las expectativas privadas, que también esperan un aumento del PBI del 3,5% e inflación bajando a menos del 40%, según el REM del BCRA, sino el compromiso del Gobierno Nacional en defender el equilibrio presupuestario en cualquier contexto económico, como lograría en el corriente año.
Por último, en 2023 el gasto público llegó a un récord de 47% del PBI, entre Nación, Provincias, Municipios y BCRA.
Aún tras el ajuste del 2024 superior a USD 100.000 millones entre todos los niveles de Gobierno, el tamaño del Estado Consolidado todavía supera 30% del PBI.
Según el Pacto de Mayo todavía resta hacer un ajuste cercano al equivalente de USD 40.000 millones para volver a un Estado que no supere 25% del PBI y posibilite reducir impuestos en igual magnitud entre todas las escalas de la administración pública
El autor es director de la consultora Econométrica
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