Luego de haberse negado a declarar, el hombre acusado de asesinar a su esposa e intentar suicidarse en un barrio privado de Salta ofreció su testimonio a la Justicia durante una audiencia realizada el viernes 11 de agosto. “Discutimos y me nublé”, confesó el imputado por el delito de “homicidio doblemente calificado por el vínculo”, quien permanecerá detenido con prisión preventiva. La defensa había requerido que le otorgaran el beneficio de la domiciliaria.
El hecho ocurrió durante la madrugada y las primeras horas del viernes 5 de agosto, cuando la Policía encontró a la víctima, identificada como Mercedes Kvedaras (37 años), y a su esposo, José Eduardo Figueroa, en el interior de un automóvil que estaba estacionado en el domicilio de un vecino de la pareja dentro del country llamado El Tipal, ubicado en la localidad de San Lorenzo. La alerta fue activada por un amigo del abogado que sospechaba que algo podría haberles pasado ante la presunta desaparición de ambos.
Después de que los servicios de emergencia acudieran al barrio cerrado que es propiedad de la madre del acusado, los médicos constataron el fallecimiento de la mujer, mientras que trasladaron de urgencia al hombre al Hospital San Bernardo al detectar que todavía contaba con signos vitales. El imputado se había realizado varios cortes en los brazos y en el cuello luego de presuntamente haber cometido el crimen.
De acuerdo con las declaraciones a las que tuvo acceso El Tribuno, Figueroa reconoció la crisis matrimonial que su amigo había declarado al 911 el día de los hechos luego de que contara que habían tenido una discusión en la que decidieron divorciarse. “Discutimos, me dijo que estaba con otra persona, pero no me dijo quién era y me nublé”, confesó.
Te puede interesar: Qué dice la autopsia de Mercedes Kvedaras, la mujer asesinada por su esposo en Salta
A partir de ese momento, el acusado manifestó que la confesión de su ex esposa desató un forcejeó que habría terminado en el baño de la propiedad, en donde señaló haberse tirado encima de ella por unos minutos y que, al levantarse, la mujer ya no habría vuelto a reaccionar. La pareja compartía dos hijos en común, pero se desconoce si los menores se encontraban presentes durante la discusión y el posterior asesinato.
Según el testimonio del imputado, éste habría intentado reanimar a Kvedaras sin éxito, por lo que en un supuesto momento de desesperación buscó un cuchillo en la cocina, con el que se produjo las lesiones en el cuerpo. Por último, habría tomado el cuerpo de la mujer para esconderlo en la parte trasera de su auto y se dirigió hasta el punto en el que fueron encontrados más tarde.
La declaración del presunto femicida no coincidiría con los resultados de la autopsia realizada sobre el cuerpo de la víctima, puesto que los representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) aseguraron que “fue una muerte violenta”. De esta manera, señalaron que habría recibido un fuerte golpe en la cabeza antes de morir ahorcada y descartaron que haya sido apuñalada, según la primera hipótesis que se había instalado en la investigación.
Por otra parte, se confirmó que la defensa de Figueroa será llevada a cabo por el abogado Juan Casabella Dávalos, quien asumió el cargo el pasado martes 8 de agosto. El primer movimiento que realizó fue solicitar la prisión domiciliaria bajo la justificación de que su cliente no se encontraba en sus facultades mentales al momento de cometer el crimen. Según los argumentos del letrado, el hombre estaba en estado de “shock emocional” cuando fue trasladado al centro médico porque no habría parado de llorar y gritar.
Sin embargo, la jueza Victoria Montoya resolvió que el acusado continúe detenido en el penal de Villa Las Rosas, debido a que reveló que existió otro intento de suicidio mientras permaneció internado y que se despidió de su familia al manifestar que “no lo volverían a ver más”. En este sentido, la magistrada explicó que no podía darle el beneficio del arresto domiciliario, si existía riesgo de que se quitara la vida o que se fugara, ya que contaría con los medios necesarios para entorpecer el proceso. De esta manera, dictó la prisión preventiva.
Por último, los abogados querellantes pidieron que Figueroa sea sometido a estudios psiquiátricos y psicológicos para determinar el estado de su salud mental y, así, confirmar o descartar el supuesto diagnóstico por insania mental que la defensa buscó instalar. A pesar de que habían solicitado que las evaluaciones sean realizadas por profesionales del Poder Judicial para evitar manipulaciones, el acusado se negó a realizar las pruebas.
Seguir leyendo:
Hacer Comentario