Verónica Toussaint, reconocida comunicadora, falleció este jueves a la edad de 48 años tras una lucha de más de tres años contra el cáncer de mama. La noticia fue confirmada por el periodista Ciro Gómez Leyva en su noticiero en vivo, donde lamentó la partida de Toussaint y envió sus condolencias a sus familiares.
Toussaint había anunciado en 2021 que fue diagnosticada con cáncer de seno, revelación que hizo en el programa ¡Qué Chulada! coincidiendo con el Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama. En junio de 2022, la comunicadora informó que había recibido su última sesión de radioterapia, generando esperanza sobre su recuperación.
En una entrevista en el canal de YouTube Puro Glow, Toussaint compartió más detalles de su diagnóstico y tratamiento: “es confuso, es complicado, estás asustada sí, te puedes morir sin lugar a duda me salió un tumor que nació en la mama izquierda y se fue a mi axila, creció hasta el tamaño de una bola de golf”, expresó Toussaint, ilustrando la gravedad de su condición.
El fallecimiento de Verónica Toussaint ha causado un profundo pesar en el ámbito de la comunicación y entre sus seguidores, quienes han recordado su valentía y su contribución para aumentar la concienciación sobre el cáncer de mama. Sus esfuerzos por visibilizar esta enfermedad durante su tratamiento no pasaron desapercibidos, inspirando a muchas personas con su lucha.
¿Qué es el cáncer de mama?
El cáncer de mama es una enfermedad en la que las células de la mama crecen sin control. Existen varios tipos de cáncer de mama, y la clase depende de cuáles células de la mama se convierten en cancerosas. El más común es el carcinoma ductal infiltrante, que comienza en los conductos de leche de la mama y se extiende a otros tejidos. Otro tipo es el carcinoma lobulillar, que inicia en las glándulas productoras de leche.
El cáncer de mama puede presentar diversos síntomas, como un bulto en la mama o en la axila, cambios en el tamaño o forma de la mama, secreción del pezón distinta a la leche materna, y cambios en la piel de la mama o del pezón, como enrojecimiento o textura en forma de cáscara de naranja. Es importante notar que estos síntomas no siempre indican la presencia de cáncer, pero deben ser evaluados por un médico.
El diagnóstico de cáncer de mama se realiza mediante una combinación de exámenes físicos, estudios de imagen como mamografías y ultrasonidos, y biopsias para confirmar la presencia de células cancerosas. Dado que el cáncer de mama en etapas tempranas puede no presentar síntomas visibles, la detección temprana a través de autoexámenes y mamografías regulares es crucial para un tratamiento efectivo.
El tratamiento del cáncer de mama varía dependiendo del tipo y la etapa del cáncer y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal y terapias dirigidas. La elección del tratamiento depende de diversos factores, incluyendo la localización del tumor, su tamaño, si el cáncer se ha diseminado y la condición general de salud del paciente.
En México, el cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 se registraron 7,880 defunciones por cáncer de mama en el país, lo que representa una tasa de mortalidad de aproximadamente 18.6 por cada 100,000 mujeres. Esta cifra coloca al cáncer de mama como un problema de salud pública de primer orden, resaltando la importancia de la concientización, la detección temprana y la accesibilidad a tratamientos adecuados.
La mortalidad por cáncer de mama en México ha mostrado una tendencia ascendente en las últimas décadas, a pesar de los avances en los métodos de diagnóstico y tratamiento. Factores como el envejecimiento de la población, el incremento de estilos de vida sedentarios, la obesidad y la baja tasa de lactancia materna pueden contribuir a este incremento en los casos de cáncer de mama.
Para combatir esta situación, las autoridades de salud han implementado campañas de concientización y programas de detección temprana, así como esfuerzos para mejorar el acceso a tratamientos eficaces. No obstante, persisten desafíos importantes, tales como la equidad en el acceso a servicios de salud y la necesidad de mayor educación sobre los factores de riesgo y la importancia del autoexamen y las mamografías regulares.
Es fundamental que las mujeres en México y en todo el mundo sean conscientes de la importancia de la detección temprana. La educación y el acceso a cuidados médicos de calidad son esenciales para reducir la carga de esta enfermedad y mejorar las tasas de supervivencia.
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