Estos últimos meses se ha estado hablando mucho de la relación comercial entre Argentina y Brasil como principales productores de automóviles de Sudamérica. Sólo México supera la capacidad productiva de ambos países, pero con menor incidencia de productos, ya que desde el país azteca, llegan algunos modelos, pero no en la cantidad que entran importados desde Brasil.
Las cifras de exportaciones que mensualmente publica Adefa como entidad que nuclea a las fábricas de automóviles con plantas en Argentina, señalan que el 73% de las unidades que se venden al exterior van a Brasil, lo que lo convierte en el principal cliente de las terminales nacionales, mientras que el siguiente país limítrofe que recibe automóviles y utilitarios livianos provenientes de Argentina es Chile, aunque su cuota parte es de apenas el 3,5%, ya que, como es sabido, el país trasandino tiene libre arancelamiento a la importación de vehículos al no disponer de industria propia.
La relación comercial con ambos países es completamente asimétrica para Argentina. Brasil, además de estar dentro del Mercosur, tiene el convenio de comercio ACE14 por el cual los autos que vende a Argentina y los que le compra, no tienen ningún tipo de arancelamiento. Sin embargo existe un mecanismo llamado Flex, que regula la cantidad de unidades que pueden ingresar a ambos países, en una relación que hoy es 1,9 a 1 a favor de Brasil. Esto significa que por cada dólar que le vendemos, ellos nos pueden vender 1,9 dólares. Esa relación ha ido subiendo desde 1,6 y llegará a 3 para el año 2030, cuando en teoría se debería dejar librado a la voluntad de cada mercado cuántos autos comprarle al otro país sin restricción alguna.
Pero el Flex no es marca por marca sino global, y como después de varios años con una relación de 70-30 entre autos nacionales e importados, y con un 58% de la producción argentina está destinado a exportaciones, la balanza está claramente a favor, el cupo de importaciones lo pueden usar también pequeños importadores que no fabrican en Argentina para traer de Brasil algunas unidades con precio más competitivo. Sólo si esa cuota cambiara y las exportaciones se igualaran con las importaciones, el análisis se haría marca por marca para estudiar la balanza individual de cada fabricante o importador.
En Chile, la relación es completamente opuesta. Argentina no le compra autos y en cambio sí le exporta, pero con condiciones muy desfavorables debido a la cantidad de impuestos internos que tienen las fábricas en nuestro país, lo que encarece los vehículos y los saca de la pelea directa con aquellos que llegan a Chile desde Asia o Europa principalmente. Con sólo recorrer las calles y rutas de cualquier ciudad chilena, es notable la cantidad de marcas chinas y coreanas que se ven circulando.
¿Cuál es la participación de la industria automotriz argentina en ambos países limítrofes?
Brasil tiene un mercado cuatro veces más grande que el argentino y tiene fábricas de todas las marcas que tenemos aquí, más algunas como BMW, BYD, Hyundai y Honda, que no tienen plantas en Argentina.
El año pasado, el auto más vendido fue el Volkswagen Polo con 111.242 unidades, seguido por el Chevrolet Onix con 102.043 y el Hyundai HB20 con 88.095 vehículos registrados en 12 meses. El auto argentino más vendido en Brasil fue el Fiat Cronos, que ocupó el 14to lugar con 50.755 unidades, seguido por el Peugeot 208, con 28.629 autos, en el 22do puesto.
En lo que va del año 2024, el primero sigue siendo el Polo con 15.321 autos, seguido por el HB20 con 12.765 y el Fiat Argo (un Cronos hatchback) con 11.203. El Chevrolet Onix convencional pasó al cuarto puesto, delante del Fiat Mobi. El auto argentino más vendido sigue siendo el Cronos, con 4.523 registraciones, en el puesto 21ro. El Peugeot 208 está segundo, aunque cayendo al puesto 28vo con 3.373 unidades.
En pick-ups, que es donde Argentina es más fuerte, la Toyota Hilux fue el año pasado y también en lo que va de este 2024, el vehículo más exportado a Brasil. En 2023 ocupó el cuarto puesto absoluto, ya que en Brasil combinan todos los segmentos de camionetas y utilitarios en una misma categoría. Así, las pequeñas Fiat Strada y Volkswagen Saveiro, y la compacta Fiat Toro, todas de fabricación local, se adelantan a la camioneta que llega desde Zárate. La relación entre uno y otro de todos modos es significativa. Mientras la Fiat Strada patentó en todo el año 120.600 unidades, la Toyota Hilux registró 46.200, quedando como el segundo vehículo argentino más importado en Brasil detrás del Fiat Cronos. Sin embargo, en los dos primeros meses de este año, Hilux ha superado a Cronos en el total de unidades vendidas.
En lo que va de este año, la Hilux subió al tercer lugar absoluto como el utilitario más vendido con 6.713 unidades, y sigue siendo la camioneta mediana más vendida del país vecino. Después de Hilux, Ford Ranger está en el sexto puesto general con 3.659 registraciones como la segunda del segmento, ganándole a la local Chevrolet S10 que había sido más exitosa el año pasado. La Nissan Frontier está 13ra con 1.457 unidades y la Volkswagen Amarok 15ta con 604.
En Chile, los autos fabricados en Argentina no tienen prácticamente un mercado de consumidores destacable, lo que hace que ni el Fiat Cronos, ni el Peugeot 208 o los Renault Sandero y Logan estén entre los 20 primeros. En cambio, en camionetas sí, se nota una interesante participación de los productos argentinos.
En los dos primeros meses de 2024, la Toyota Hilux está segunda detrás de la Mitsubishi L200 que domina las ventas con una relación de 1.636 unidades contra 1.500 de la camioneta argentina. En el quinto puesto aparece la Ford Ranger con 640 registraciones, en el octavo está la Nissan Navara (la Frontier con otro nombre pero igualmente fabricada en Argentina) con 344. Mientras que los furgones de Stellantis, Peugeot Partner y Citroën Berlingo, son los dos utilitarios que arrasan con el segmento combinando pequeños y grandes, con 938 y 707 respectivamente, frente a los 347 de Hyundai Porter, que está en tercer lugar.
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