Mar del Plata es un testimonio de la diversidad arquitectónica y la rica historia urbanística de la Argentina. La adaptación de lo existente y la incorporación de diseños posibilitó la coexistencia de lo antiguo con lo nuevo y la convirtió en un claro ejemplo de convivencia de múltiples épocas dentro de un mismo mapa urbano.
A lo largo de sus 150 años, la “Ciudad Feliz”, fundada en febrero de 1874 por Patricio Peralta Ramos, evolucionó desde ser refugio aristocrático hasta destino de clase media y lugar de ocio para todos, reinventándose y enriqueciendo constantemente su patrimonio con diversas corrientes arquitectónicas.
Gustavo Schweitzer, periodista y de la Asociación Civil Art Decó Buenos Aires Argentina (AdbA-Acapa), entidad presidida por la arquitecta Adriana Elvira Piastrellini, señaló a Infobae que entre los edificios emblemáticos de Mar del Plata, destaca la Casa de Renta Virasoro, “por su vínculo con el Art Decó y la vanguardia modernista, gracias a la influencia del arquitecto Alejandro Virasoro, quien dejó su marca en la ciudad con huellas de su trabajo, especialmente en torno a la Peatonal San Martín”.
Algunas de las obras de Virasoro, realizadas entre 1923 y 1938, como el primer piso del Corrreo, desaparecieron, pero subsisten otras, como la sede del Colegio de Abogados y -quizás la más conocida- la ex Casa de Rentas, ubicada en la intersección de la peatonal San Martín y Santiago del Estero.
“Justamente allí, hace muy poco se realizó una intervención en la planta baja para una cadena de hamburguesas publicitada por un hijo pródigo marplatense como es el arquero del seleccionado campeón del mundo Damián Emiliano “Dibu” Martínez, bajo la atenta mirada del arquitecto Maximiliano Calvo para preservar y poner en valor la fachada histórica respetando su valor arquitectónico”, añadió Schweitzer.
Otro hito arquitectónico, en la zona del Faro de Punta Mogotes, es el ex Hotel Alfar, producto de los sueños frustrados de un Casino-Hotel de los ´50, influenciado por la política y la arquitectura racionalista de mediados del siglo XX.
“El diseño del arquitecto Carlos Navratil, responde a la etapa racionalista de Le Corbusier, con predominancia de construcciones geométricas, y espaciadas con presencia de bosques cercanos. La propuesta incluye una importante fachada en piedra Mar del Plata, y una precisa orientación respecto del sol”, señaló Schweitzer.
El edificio, de 86 departamentos y lujoso interior, enfrentó desde su auge inicial problemas de gestión y riesgos de expropiación o demolición, siendo considerado uno de los primeros apart hoteles en Argentina.
Otro ejemplo de la variedad arquitectónica es el Terraza Palace, frente a Playa Grande, ejemplo de modernismo inspirado en Le Corbusier.
Según el arquitecto Homero González Sangorrín, “la formidable propuesta del arquitecto Antonio Bonet Castellana fue aprovechar la continuidad entre la playa, la barranca natural y el escalonado artificial del edificio para respetar la armonía del paisaje”.
El edificio se compone de ocho pisos con 40 unidades y una planta baja con gran hall vidriado y zonas verdes. Exhibe en su acceso dos ejemplares de los famosos sillones BFK, diseñados por Bonet junto a sus colegas Jorge Ferrari Hardoy y Juan Kurchan, integrantes del Grupo Austral, colectivo de arquitectos con ideas de vanguardia para la época.
Dos inmuebles de viviendas
El Edificio Mirador Cabo Corrientes (EMCC) ubicado donde la Avenida Peralta Ramos pega la vuelta en una manzana de forma atípica que también involucra las calles Falucho y Aristóbulo del Valle, en la proximidad de Playa Varese y Playa Chica. Con más de 50 años de vida y su arquitectura Art Decó y Racionalista, es otra construcción emblemáticas y obra célebre de la arquitecta de origen rumano Débora Di Véroli, y la empresa constructora de Domingo Fiorentini.
El único edificio construido en un cabo, conocido popularmente como “Cuatro dedos”, tiene la particularidad que las 600 unidades tienen vista al mar, 200 cocheras, locales comerciales, piscina, gimnasio, jardines y gigantescos patios. “Y se lo considera inteligente por la incorporación de tecnología de avanzada en su administración y seguridad”, señaló Schweitzer.
La ciudad destaca por su arquitectura diversa, moldeada por el turismo y épocas de prosperidad, que impulsó edificaciones de gran valor arquitectónico. “La importancia del patrimonio cultural en la preservación y promoción de esta arquitectura fue crucial para la identidad y el atractivo de la ciudad, influyendo en la incorporación y adaptación de estilos internacionales por parte de destacados arquitectos y constructores locales”, subrayó Manuel Ladanaj, de la firma Robles Casas & Campos.
Actualmente en el EMCC hay más de 10 unidades en venta desde dos ambientes hasta 5 ambientes que varían entre USD 95.000 y 280.000 dólares.
Otra obra ilustre es el edificio Havanna. Oficialmente conocido como Demetrio Elíades, se alza como un ícono marplatense: es el edificio más alto de la ciudad, con sus 125 metros de altura sobre la Avenida Peralta Ramos al 5000.
Edificado en la década de 1960, este rascacielos no sólo ofrece subsuelos y locales comerciales en su planta baja, sino que incluye también 39 pisos de viviendas.
“Dentro de este emblemático edificio, se destaca una unidad disponible de tres ambientes, que incluye dependencia de servicio reconvertida, ofreciendo desde el piso 39 una vista impresionante a su vasto mar. Este departamento, completamente renovado, cuenta con un living con piso de porcelanato, amplia cocina comedor, lavadero, baño completo y dos dormitorios. Acondicionado con calefacción por radiadores, este espacio no fue solo un alquiler, sino también un lugar de disfrute para sus propietarios”, detalló Mónica Patiño Iriarte, de Patiño Iriarte Servicios Inmobiliarios.
Aunque este departamento en particular no está en venta sino disponible para alquiler durante fines de semana largos y la temporada de verano, hay más de 15 viviendas en venta actualmente allí.
“Personalidades como Carlitos Bala, Mónica Gonzaga y Bruno Gelber son solo algunos de los famosos que pasaron por el Havanna, reflejando el atractivo del edificio para figuras de distintos ámbitos”, agregó Patiño Iriarte. Aunque no cuenta con amenities tradicionales como piscina o gimnasio, los residentes gozan allí de la comodidad de un espacio para reuniones (zoom), ascensores inteligentes y seguridad las 24 horas.
Según Ladanaj, los departamentos de este edificio se caracterizan por sus espacios generosos y detalles arquitectónicos distintivos. “Cada nivel del edificio alberga unidades de uno, dos y tres ambientes, con sus respectivas dependencias de servicio”, precisó.
El valor promedio en este edificio es de aproximadamente USD 2.500 el metro cuadrado, variando según el tipo de unidad habitacional y su orientación específica. El costo de alquiler de los departamentos presenta una actualización, los de 2 ambientes cuestan $250.000 y los 3 ambientes $350.000 mensuales.
Con futuro
El mercado inmobiliario de Mar del Plata, muestra una significativa actividad, la demanda para comprar este año aumentó un 25% informaron desde el segmento. “Las áreas de mayor proyección incluyen: Chapadmalal, por su tranquilidad y proximidad a la naturaleza; el Distrito de Arte y Diseño (DAD), apuntando a ser el Puerto Madero local; la costa entre Playa Grande y Playa Varese, con destacados edificios frente al mar; y Barrio Chauvín, preferido por jóvenes por su oferta gastronómica y cultural”, detalló Ladanaj.
Departamentos de 2 ambientes con cochera a estrenar parten desde USD 150.000, de 3 ambientes con cochera, a estrenar, en las mejores zonas, en el orden de USD 200.000, y casas en zonas cotizadas como el Barrio Los Troncos valen desde 250.000 dólares.
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