Suiza se está enfrentando a una escasez de profesionales en sectores clave. Esta situación ha generado una alta demanda de trabajadores, especialmente en el campo de la salud, sobre todo de enfermería. Según un estudio de la empresa suiza X28, recogido por el periódico digital Linternaute, se necesitan casi 6.400 enfermeros en el país, y se prevé que esta cifra aumente a 15.900 para el año 2029. Las circunstancias han llevado a que muchos profesionales de países vecinos, como Francia, consideren cruzar la frontera en busca de mejores oportunidades laborales y salariales.
El atractivo de trabajar en Suiza no solo radica en la calidad de vida, sino también en los salarios significativamente más altos. Un enfermero en Suiza puede ganar el doble que en Francia, con un salario medio de más de 65.000 euros netos al año, según la plataforma suiza de búsqueda de empleo Jobup. En comparación, los profesionales del sector en el país galo ganan entre 24.000 y 30.000 euros anuales.
Aparte de los salarios competitivos, los profesionales de la salud en Suiza se benefician de un sistema de cotizaciones para la jubilación y de prestaciones sociales, que incluyen beneficios para las familias. Un aspecto destacado, según el portal iberskills, es que, tras trabajar un año en Suiza, los empleados adquieren el derecho a una prestación de jubilación, incluso si deciden regresar a su país de origen.
La diferencia salarial ha llevado a que aproximadamente 215 franceses crucen la frontera varias veces por semana para trabajar en Suiza. Esta migración laboral masiva es vista como una oportunidad para mejorar la calidad de vida de los trabajadores franceses, aunque también plantea desafíos para los países de origen, que pierden personal cualificado.
Mathieu Grobéty, director del instituto de economía aplicada Créa de HEC Lausana, habló con el periódico Blick y explicó que la contratación de suizos en el extranjero es un punto negativo para los países de origen de estos trabajadores, ya que pierden personal cualificado. Sin embargo, admitió que Suiza sigue siendo muy atractiva en términos de calidad de vida y condiciones salariales.
Salarios más altos, pero también más gastos
A pesar de los altos salarios, el coste de la vida en Suiza también es elevado. Una estimación de Crédit Agricole Suisse indica que una persona que gana unos 5.000 euros netos al mes tendrá unos gastos mensuales de entre 4.000 y 4.500 euros, incluyendo vivienda, seguros, impuestos, transporte y comida. Esto deja un margen limitado para el ahorro, aunque sigue siendo una mejora respecto a los ingresos en Francia.
El estudio de X28 también reveló que hay 25 profesiones que están especialmente demandadas en Suiza, y seis de ellas tienen más de 3.000 vacantes. La alta demanda de profesionales en sectores clave ha llevado a que Suiza busque activamente atraer trabajadores extranjeros para cubrir estas vacantes.
Al final, la escasez de profesionales en Suiza y los altos salarios que ofrece el país han generado una migración laboral significativa desde diferentes países vecinos. Aunque esta situación presenta oportunidades para los trabajadores, también plantea desafíos para los países de origen que pierden personal cualificado. La calidad de vida y las condiciones salariales en Suiza continúan siendo factores atractivos para muchos profesionales que buscan mejorar su situación económica y laboral.
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