El presidente Javier Milei dedicó un discurso por cadena nacional al anuncio de un inédito superávit financiero durante el primer trimestre del año, un equilibrio en las cuentas públicas que no se lograba en casi dos décadas. La rápida consecución del elemento central del esquema de shock del Gobierno sorprende a los analistas y entusiasma a los mercados, con bonos soberanos que llegaron a los USD 60 dólares por cada valor nominal USD 100 por primera vez desde la reestructuración de deuda. Pero las cifras generan dudas en cuanto a su continuidad en el tiempo, por el enorme peso de impuestos asociados al cepo, y su sostenibilidad política.
En el segundo punto, una de los principales debates gira alrededor de cuál fue el esfuerzo que debieron hacer los jubilados y pensionados dentro de ese ajuste.
“De los cinco puntos del déficit del Tesoro que hemos ajustado, solo 0,4% responde a la pérdida del poder adquisitivo de las jubilaciones. El restante 4,6% de ajuste que hemos logrado se debe íntegramente al recorte del gasto público”, dijo textualmente Milei en su discurso.
Sin embargo, los análisis privados llegan a conclusiones distintas. Pese a utilizar metodologías diferentes, todos los cálculos muestran a la reducción del gasto en jubilaciones como el principal o uno de los principales.
Por ejemplo, cálculos de la consultora Outlier pusieron la lupa sobre el peso de cada partida en el recorte de gastos y jubilaciones se lleva la mayor parte junto con gastos de capital.
“Respecto de la baja del gasto, la evolución de sus componentes versus el PIB indica que de los 0,6 puntos porcentuales de reducción del gasto primario 0,22 puntos los aportan las jubilaciones (un tercio). Otro tanto el gasto de capital (un tercio), 0,1 puntos porcentuales subsidios económicos (15%) y otro tanto Transf a Pcias (15%)”, señaló el economista Gabriel Caamaño.
“Lo primero a resaltar es el papel que jugó el gasto en jubilaciones y pensiones que aportó más de 0,2 puntos PBI de reducción durante dicho período, lo que implicó una caída real superior al 30% y explicó poco más de un tercio del esfuerzo de reducción del gasto. El segundo renglón es el gasto en capital, la fuerte baja en la ejecución de la obra pública aporta otros 0,2 puntos porcentuales y explica otro tercio de la reducción del gasto primario del sector público durante el primer trimestre de 2024“, detalla el reporte.
Otro análisis, a cargo de Profit Consultores y autoría de Amílcar Collante se pregunta qué partidas aportaron la mayor parte del ajuste y encuentra que jubilaciones encabeza la lista.
En los cálculos del economista, el peso del recorte en gastos de capital —obra pública— es menor. La diferencia responde a que toma los montos nominales de todo el trimestre y los deflacta por inflación, en lugar de tomar mes a mes y estimarlo como puntos del PBI.
El resultado es que del recorte del gasto, 34,9% se explica por la pérdida de la capacidad adquisitiva de jubilaciones y pensiones. Gastos de capital, mientras tanto, explica 22% del recorte total y subsidios algo menos del 12 por ciento.
Por último, un cálculo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) que encabeza Nadín Argañaraz en porcentaje y en millones constantes estima que $2.984 millones de reducción del gasto, o el 35%, se explica por el retraso en los aumentos de las jubilaciones y pensiones en plena aceleración de la inflación durante el primer trimestre.
Otra vez, los gastos de capital ocupan el segundo lugar con $1.250 millones o el 15% del ajuste total. Terceros, los subsidios, explican 9% de la reducción del gasto.
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