Un viejo axioma del comercio automotor dice que “podés vender Ferraris y andar en Fitito, o podés vender Fititos y andar en Ferrari”. Básicamente, lo que quiere decir el concepto es que cuando se venden productos masivos, el volumen genera una ganancia más sólida y perdurable que cuando se vende un artículo de lujo, que aunque es caro, lo compra poca gente.
Sin embargo, no siempre los dichos populares tienen predicamento eterno o aplicable en todo momento. De hecho, hoy ocurre en todo el mundo, que muchos fabricantes dejaron de producir vehículos económicos y han decidido volcarse a modelos Premium en busca de una mayor renta con menos estructura.
Las cifras de beneficios económicos que publica Car Industry Analysis, basadas en los informes financieros de las compañías automotrices luego de terminado el ejercicio 2023, dicen que Ferrari fue la marca de autos con mayores ganancias operativas del año pasado, repitiendo el resultado de 2022, pero con mayores beneficios aún. Para que eso fuera posible, hubo dos factores claves: el nuevo modelo Purosangue, que es un SUV pero Ferrari se niega a llamarlo así y prefiere denominarlo como FUV, y su participación en las carreras de autos, especialmente en el Campeonato Mundial de Fórmula 1.
Ferrari vendió 13.663 autos en total de todos sus modelos en 2023, con unos ingresos totales de 5.970 millones de euros, lo que representó un 3,3% más que en el ejercicio anterior. Según sus resultados financieros oficiales, la marca italiana ganó casi 118.000 euros por auto vendido en 2023, o dicho de otro modo, 25.600 euros más de lo que ganó en 2022 por unidad. Los beneficios operativos de Ferrari ascendieron así a 1.610 millones de euros, que les permiten ser los dueños del 27% de los ingresos totales por ventas. En 2022, ese porcentaje era del 24%, lo que ya los situaba en un sitio único e inalcanzable para los competidores.
El segundo fabricante también produce autos especiales, costosos, y emblemáticos es Porsche, que se quedó con un margen del 18% de los ingresos y una ganancia neta de 22.800 euros por cada modelo vendido. Sin embargo sus cifras son completamente distintas a las de Ferrari. Mientras los italianos tuvieron ingresos por 5.970 millones de euros y un beneficio de 1.610 millones de euros, Porsche tuvo ingresos por 40,5 mil millones de euros y ganancias por 7,2 mil millones de euros, lo que explica por qué Ferrari se mantiene en su postura de no fabricar a gran escala como los alemanes.
El tercer lugar entre los fabricantes y sus beneficios lo ocupó BMW Group, que pasó del 9,8 al 11,9% de ganancias sobre el total de dinero percibido, mientras que Stellantis quedó en cuarto lugar aunque con un menor crecimiento, pasando del 11,3 a 11,8%. El Top 5 lo completa la coreana KIA, que tuvo un gran crecimiento en sus beneficios, que pasaron del 8,4 al 11,6% del total de sus ingresos por ventas de automóviles.
Fuera de los cinco fabricantes con mayor renta por sus vehículos, el primero en la lista es Mercedes-Benz, aunque este es el primer caso de una marca que tuvo una merma en su rendimiento, pasando del 12,3 al 11,4% de ganancias, justo por delante de una de las más exitosas y estables marcas de la industria como Toyota, que pasó de 7.2 a 11,1% de ganancias, y de una de las compañías que logró revertir una complicada situación de pérdidas un año atrás, Jaguar-Land Rover, que pasó de un resultado negativo -1,9% a un exitoso 11%, en gran medida gracias a los nuevos Range Rover y Range Rover Sport.
Por último, Subaru y Hyundai también crecieron en beneficios para completar los diez mejores fabricantes de acuerdo a su rentabilidad, pasando de 6,4 a 9,5% y de 6,9 a 9,3% de 2022 a 2023. Como se puede apreciar, no está entre los diez mejores Tesla, la marca que arrasó con las ventas en 2023, y aquí queda clara la diferencia entre vender muchos autos con menor margen de ganancia o vender menos cantidad con más beneficios económicos.
Tesla quedó en el puesto 11, registrando una brusca baja de rentabilidad, que pasó de ser 16,8%, lo que le hubiera permitido quedar segunda un año antes, a bajar a 9,2% en 2023. Así queda perfectamente reflejado en los resultados económicos de la marca, el efecto de la política de guerra de precios que implementó Elon Musk, quién en cada oportunidad que pudo dijo que podía bajar el precio de los autos porque sus ingresos llegaban desde la venta de servicios como el FSD, el sistema de conducción semiautónoma de Tesla. Sin embargo, así como Ferrari ganó casi más dinero con el merchandising gracias al mundo de la Fórmula 1, la marca de autos eléctricos norteamericana no parece haber compensado la baja de precios con las ganancias adicionales prometidas.
El otro fabricante que salió a buscar volumen para ganarle a Tesla fue la china BYD. Conquistó el mundo con sus nuevos autos, llenos de tecnología en unos casos o con precios muy competitivos en otros, y creció un 34% y facturó 76,8 mil millones de euros, pero los beneficios sólo fueron de 4.800 millones de euros, el 6,3% de los ingresos, y la ganancia por cada auto vendido fue de sólo 1.600 euros.
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