La economía argentina atraviesa una etapa de transición que tiene como puntos destacados una desaceleración inflacionaria y un encarecimiento real en dólares, debido a la devaluación controlada, la puesta en práctica de la “emisión cero” y “pesos escasos”.
El mes de julio dejó secuelas por esto. El dólar libre subió apenas cinco pesos o 0,4%, a $1.370, un beneficio muy inferior a la inflación prevista para el mes. Las paridades bursátiles del dólar, firmemente intervenidas por el BCRA, cayeron entre 4% y 6%, para quedar debajo de los 1.300 pesos. Este nuevo panorama cambiario afectó a las acciones y los bonos, que venían encaminados como jugadas ampliamente ganadoras en 2024.
El S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cerró el mes con un saldo negativo de 8% en pesos y de 3,4% en dólares, según la paridad del “contado con liquidación”. Entre los ADR y acciones de compañías argentinas negociadas en dólares en Wall Street hubo bajas mensuales de hasta 12%, como en el caso de Telecom y Despegar, y de hasta 8% para los papeles del sector bancario.
Los analistas observan una migración de fondos que se pasaron de bonos CER -indexados por inflación- a las Lecap a tasa fija, pero positiva en términos reales
En el caso de los bonos soberanos, las emisiones en dólares registraron una leve mejora en sus cotizaciones en esa moneda, pero sus precios en pesos, dada la nueva ecuación cambiaria con un dólar más débil, redundó en una pérdida promedio de 2,8% en pesos en el balance mensual.
¿Hubo resguardo de valor para la inversión financiera? En principio, la caída de los dólares libres impulsó un apreciable aumento de la demanda por bonos en pesos. Y dado el anticipado escenario de desaceleración inflacionaria, el instrumento elegido por los inversores fueron las Lecap, títulos que emite el Tesoro para financiarse, que mostraron fuerte aumento del volumen operado y sobre todo importantes subas de precios en prácticamente todos los plazos.
Desactivados los Pases pasivos del BCRA como instrumento de absorción monetaria, esta masa de pesos quedó en manos del Tesoro, que tiene como principal instrumento para financiarse y esterilizar el excedente de liquidez en las Lecap (Letra Capitalizable en Pesos). Con una inflación mensual que estaría quebrando el piso del 4% mensual, la Secretaría de Finanzas colocó deuda en la licitación de la semana pasada en Lecap a 126 días a una tasa efectiva mensual del 4,21% y con vencimiento al 31 de marzo de 2025 a una tasa del 4,5% mensual. Dada la estabilidad del dólar y la firme señal política de que no habrá un salto discreto del tipo de cambio oficial en el corto plazo, el apetito por obtener rentabilidad real en pesos también ayuda a quitarle fuerza a la demanda de divisas.
La rentabilidad de los bonos en pesos destaca más cuando se la mide en dólares, dada la caída mensual entre 4% y 6% que experimentaron los dólares financieros
“En materia de tasas, el mercado seguirá la dinámica de las Lecap y bonos CER, en un contexto en el que la inflación implícita en estos dos asset class evidencia que los inversores siguen apostando por un sendero de fuerte desinflación hacia adelante, aún con el importante tramo de ajustes en precios relativos que aún queda en el tintero”, explicó Juan Manuel Franco, economista Jefe del Grupo SBS.
“Respecto de otros temas, se seguirá de cerca el dato de recaudación de julio, mientras que también veremos qué tanto grado de adhesión tiene el canje de Boncer ofrecido a los bancos que rescindieron puts de liquidez hace algunos días”, añadió Franco.
¿Qué hacer con los dólares?
Dado el empeño del Gobierno por mantener controlado el desempeño de los dólares bursátiles, resguardarse en divisas líquidas no sería lo adecuado. En este sentido hay varias opciones rentables para darle un espacio a los billetes en el menú inversor, como las Obligaciones Negociables, los bonos soberanos en dólares y los Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre) emitidos por el BCRA.
“Consideramos atractiva la deuda hard dollar con un view de mediano plazo, en un contexto donde el Gobierno logre mantener la agenda de reforma, y avance en la normalización y desregulación de la economía”, estimó Capital Markets Argentina. “En lo que refiere a pesos, en un momento de incertidumbre dados los distintos escenarios para la salida del ‘cepo’, consideramos la mejor alternativa reducir duration hasta contar con mayores precisiones sobre el camino a seguir”, añadió.
“Estamos viendo bastante valor en la emisión de Bopreales, sobre todo la Serie 1 en los steps A, B y C, porque tienen garantías realmente interesantes para el inversor. Estos tres instrumentos tienen la garantía de que pueden ser canjeados como dólar link a partir de unas fechas dadas, o pueden ser utilizados como para el pago de impuestos a su valor técnico y al tipo de cambio financiero u oficial, el que sea mayor. Entendemos que estos instrumentos son realmente interesantes y están ofreciendo tasas internas de retorno entres 15% y 20% en dólares”, comentó Ignacio Murúa, asesor financiero del Grupo SBS.
Los expertos de PwC Argentina destacaron que “durante junio se observó un incremento de las emisiones de deuda corporativa con respecto al mes anterior, tanto en volumen como en montos nominales. El informe indica que durante el mes pasado se emitieron 27 obligaciones negociables (ON) por un importe total de $786.684 millones, de las cuales 12 fueron licitaciones en la modalidad dólar-linked por un monto total de USD 607 millones, cifra que representó la mayor cantidad de emisiones en este segmento, tanto en volumen y montos nominales, desde octubre de 2023. Además, “junio fue junto con febrero el mes con mayor cantidad de emisiones de todo 2024, lo que demuestra que cada vez más empresas están volviendo al mercado de capitales y nos permite inferir que esta tendencia podría continuar en los próximos meses”.
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