El bitcoin fue la primera criptomoneda que salió al mercado. Creada por Satoshi Nakamoto en 2008, esta divisa digital promovía un ideal libertario y buscaba poner en jaque a las instituciones monetarias y financieras tradicionales luego de la crisis financiera global que se vivió ese año.
El bitcoin (BTC) usa la criptografía para garantizar que sus operaciones no estén reguladas por ninguna institución u organismo bancario, lo que a su vez ha puesto a la moneda en medio de un debate sobre su volatilidad, pues al no requerir terceras personas ha sido señalada de facilitar actividades ilegales como el fraude.
Pese al escepticismo, hay quienes han apostado por el bitcoin: El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar esta criptodivisa como moneda legal el 9 de junio de 2021 y Honduras Próspera, una zona especial autónoma centroamericana, también ha hecho lo propio.
Precio de la criptomoneda bitcoin
La cotización de bitcoin para este día a las 14:00 horas (UTC) es de 27949.65 dólares, es decir, que la criptomoneda tuvo un cambio de 1.75% en las últimas 24 horas.
Por otro lado, registró un cambio de -0.08% con respecto a su valor hace una hora. En cuanto a su popularidad, se ubica en la posición #1.
Qué es una criptomoneda
Una criptodivisa es un medio digital de intercambio que no existe físicamente y que usa un cifrado criptográfico para asegurar la integridad en sus transacciones, al tiempo que mantiene un control en la creación de sus nuevas unidades.
El bitcoin fue el primero en salir al mercado y luego le siguieron otras que igualmente han tenido gran relevancia como litecoin, ethereum, IOTA, tether, cash, ripple, decentraland, incluso unas nacidas de memes como dogecoin.
Las criptomonedas tienen diversos factores que las hacen únicas: el no estar reguladas por ninguna institución; no requerir de terceros en las transacciones; y casi siempre usar bloques contables (blockchain) para evitar que se creen nuevas criptomonedas de forma ilegal o las transacciones ya hechas sean alteradas.
Sin embargo, al no tener reguladores como un banco central o entidades similares se les señala de no ser confiables, de ser volátiles, propiciar fraudes, no tener un marco legal que respalde a sus usuarios, permitir la operación de actividades ilegales, entre otras más.
Aunque podría ser una paradoja, a su vez las criptomonedas garantizan seguridad a sus mineros en cuanto a la red en la que se sitúa (entramado) y que implica un manejo de códigos; el romper esta seguridad es posible pero no tan fácil de lograr, pues quien lo llegara a intentar tendría que contar con una potencia computacional superior incluso a la que tiene el propio Google.
Cómo adquirirlas
Para comprarlas e intercambiarlas se puede a través de portales especializados. Su valor varía en función de la oferta, de la demanda y del compromiso de los usuarios, por lo que puede cambiar más rápido que el dinero tradicional, pero mientras más gente esté interesada y quiera comprar determinada moneda, mayor será su valor.
No obstante, quien invierte en este tipo de activos digitales debe tener muy claro que esta forma trae consigo un elevado riesgo al capital, pues, así como puede haber un incremento, también puede tener inesperadamente un desplome y acabar con los ahorros de sus usuarios.
Para almacenarlas, los usuarios deben contar con un monedero digital o wallet, que en realidad es un software a través del cual es posible guardar, enviar y hacer transacciones de las criptomonedas. En realidad, este tipo de monederos únicamente guarda las claves que marcan la propiedad y el derecho de una persona sobre cierta criptomoneda, por lo que estos códigos son los que en realidad se deben proteger.
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