Los precios bajos y la necesidad de hacer rendir los ingresos pueden más que el frío y la nieve. Entre el jueves y el viernes pasado más de 1.000 autos, llevando 8.841 personas, cruzaron por el Paso Cristo Redentor con destino a Chile, en su gran mayoría para hacer tours de compras en el país vecino. Según informaron fuentes oficiales, hubo más de tres horas de espera en la hora pico, con una temperatura de -11°C en Alta Montaña. El escenario se repetiría para ese día sábado.
El movimiento en la cordillera llama mucho la atención, teniendo en cuenta que hasta hace algunos meses eran los chilenos los que invadían suelo mendocino para realizar sus compras. Muchos incluso aprovechaban la ventaja cambiaria para adquirir productos de primera necesidad en los supermercados y volver a su tierra con el baúl de sus vehículos completamente lleno. Hoy la situación claramente es otra; ahora son los mendocinos los que viajan en “masa” al otro lado de la montaña.
El cambio en precios relativos que se empezó a dar en la economía, terminó desfavoreciendo al chileno que venía a comprar en la Argentina (José Vargs, de la consultora Evaluecon)
“La situación cambió por varios motivos. Primero, el año pasado cuando venían todos los chilenos a la Argentina teníamos una inflación relativamente baja, con precios pisados y regulados en la economía doméstica. Ellos, al venir con pesos chilenos o con dólares, los cambiaban en el blue a una cotización más alta. Hoy nada de eso está pasando; la inflación se disparó, se devaluó muy fuerte en diciembre y se desregularon muchos valores que estaban contenidos por el Gobierno. Todo eso hizo que a los chilenos les deje de parecer barato venir a la Argentina”, explicó el economista José Vargas, director de la consultora Evaluecon.
“Para dar un ejemplo, el año pasado teníamos un combustible cerca de los $300 y ahora está cerca de $1.000. Ese cambio en precios relativos que se empezó a dar en la economía, terminó desfavoreciendo al chileno que venía a comprar en la Argentina”, agregó.
“En ese escenario, a nosotros se nos abarataron los precios chilenos, porque ellos siguen teniendo la misma inflación y siguen manteniendo prácticamente el mismo tipo de cambio. Muchos de los argentinos que hasta el año pasado se venían dolarizando, ahora tienen ventaja competitiva en suelo chileno”, argumentó Vargas.
A eso se suma, por supuesto, la diferencia notoria que existe en el precio de miles de productos por cuestiones netamente impositivas.
¿Conviene viajar para comprar?
Las diferencias de precios de algunos productos son notables. Un Samsung Galaxy A04 de 128 GB, por ejemplo, cuesta $200.000 en Argentina y exactamente el mismo modelo se puede conseguir a $138.000 en Chile.
Hay muchos ejemplos de notebooks, como la MacBook Air 13″ M1 Chip 8-core CPU 7-core GPU 256GB Silver. En Chile, ese modelo tiene un valor de 699.990 pesos chilenos, lo que equivale a USD 714 y a 1.005.699 pesos argentinos. Ese mismo producto, en la Argentina, tiene un valor de $1.949.900, es decir que está $944.201 más cara que en el país vecino.
Se pueden pasar hasta USD 300 sin pagar impuestos. Una vez superado ese monto, se debe pagar el 50% sobre el excedente de la franquicia
En las consolas de videojuegos las diferencias son también considerables. Una Playstation 5 Slim Digital Edition con 1TB de almacenamiento cuesta 489.990 pesos chilenos. Ese valor es equivalente a USD 499 y a 703.985 pesos argentinos. En la Argentina, el mismo equipo tiene un precio al consumidor final de $1.200.000, de donde se desprende que existe una diferencia de $496.015.
De igual manera se pueden encontrar muchos otros ejemplos, pero para saber realmente si conviene cruzar a comprar o no, hay que tener en cuenta muchos otros factores, empezando por supuesto por el costo del viaje. No es lo mismo viajar desde Mendoza a Los Andes (pueblo chileno más cercano), que partir desde Buenos Aires. En el primer caso se puede ir y volver en el día, mientras que en el segundo se deben recorrer más de 1.200 kilómetros y buscar si o sí hospedaje para una o dos noches.
Además, es importante recordar que muchos de los productos elegidos a la hora de realizar turismo de compras en el extranjero pagan impuestos en la Aduana. Actualmente, se pueden pasar hasta USD 300 sin pagar impuestos. Una vez superado ese monto, se debe pagar el 50% sobre el excedente de la franquicia. Si bien muchas personas optan por pasar algunos productos sin declarar, se trata de un acto ilegal.
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