Claudia Elena Lozano Doria, exdirectora de la seccional de la Fiscalía en La Guajira, fue condenada el domingo 25 de agosto de 2024 a 12 años y 9 meses de prisión, al ser hallada culpable de haber ejercido diversos cargos dentro de la entidad por más de una década. Lo anterior, sin siquiera haber cursado estudios de derecho ni contar con una tarjeta profesional para ejercer como abogada.
Lozano Doria ocupó importantes posiciones en el ente acusador, al desempeñarse como fiscal en diversas seccionales de la costa Caribe. De acuerdo con información de la Fiscalía, la acusada utilizó una tarjeta profesional perteneciente a su examiga, María Consuelo Mestre, que también está bajo investigación por su presunta colaboración en esta actividad ilícita; lo que causó revuelo en las redes sociales.
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“La mujer copió gran parte de la hoja de vida de su entonces amiga para acreditar formación profesional y un acta de grado con el fin de lograr su nombramiento” expresó el ente acusador, luego de la determinación de un juez de la República, que consideró la evidencia en su contra y confirmó la condena, la cual tendrá que cumplir en establecimiento carcelario.
La evidencia por la que la fiscal Doria fue condenada
Las sospechas comenzaron a crecer en torno a Lozano Doria en 2010 cuando, al parecer, aceptó sobornos por parte de una red de narcotraficantes a cambio de devolverles cargamentos incautados de cocaína. De acuerdo con el acervo probatorio, la exfuncionaria habría recibido 350 millones de pesos en Riohacha por este caso, en el que logró engañar a la entidad judicial.
“A pesar de tener sus documentos falsos, Claudia Lozano dirigió una seccional de la Fiscalía, concursó para ser juez de conocimiento de Valledupar”, añadió la Fiscalía en sus declaraciones. Sobre el particular, Lozano aspiró a ser nombrada juez de ejecución de penas en Valledupar, pero al final fue descubierta, lo que provocó nuevas acusaciones por fraude procesal y falsedad en documento privado.
De acuerdo con lo manifestado por el ente acusador, Lozano Doria fue descubierta de nuevo cuando intentaba conseguir otro alto nombramiento en el sistema judicial. En más de una ocasión, según los reportes, logró capturar, liberar y acusar a centenares de personas durante un periodo de 13 años. Lo más sorprendente, agregó la fiscal de su caso, es que nuevamente trató de engañar al Estado.
El escándalo que involucra a la exfuncionaria judicial se agravó debido a que otros individuos estarían implicados en esta red de corrupción. Una de ellas, Mestre, que está en la mira de la justicia, pues se pretende establecer si prestó su nombre para tal fin. Como era de esperarse, el ente acusador y, en sí, el sistema judicial se vio afectado en su imagen tras conocerse que durante años la mujer logró salirse con la suya.
Y es que, entre 2000 y 2013 la mujer no solo estuvo en diferentes cargos al interior de la Fiscalía, sino que, por las obligaciones propias de su cargo, sacó adelante diferentes solicitudes de órdenes de captura y ordenó apertura de investigaciones en diferentes procesos; lo que la llevaron a ascender en el organigrama de La Guajira, a tal punto de ser directora de este organismo en el departamento.
Cabe destacar que, si bien en un primer momento la mujer llegó a un preacuerdo para reducir su pena, su falta de cooperación terminó echando para atrás lo convenido y fue a juicio. De hecho, la abogada Mestre entregó su testimonio, en el que inculpó a Doria, pues uso su hoja de vida y sus títulos de abogada para escalar en el organismo, tal y como pudo hacerlo.
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