Las persistentes subas de precios están en boca de los argentinos desde hace semanas, pero lo cierto es que la inflación no es un problema nuevo. Prueba de esto, es que durante la gestión anterior y el primer mes de Milei algunos productos registraron incrementos superiores al 2.500%.
De acuerdo a los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el producto que más subió desde diciembre de 2019 hasta diciembre de 2023 fue el azúcar, que pasó de $44,18 a $1.308,43, marcando así un incremento total del 2.862%.
Fue superior también al 2.500% la suba que tuvo el arroz blanco simple, otro producto de primera necesidad para cualquier hogar. Según los últimos datos publicados por el organismo de estadísticas, el precio de la presentación de un kilo saltó de $57,46 a $1.557,53 en el período analizado.
Por su parte, el kilo de naranja tuvo un incremento de 2.522%, al pasar de $26,41 en diciembre de 2019 a $692,39 en el mismo mes de 2023. Apenas menor fue la suba que tuvo el kilo de papa, que a fines de 2019 se conseguía a $27,60 y ahora se consigue a un precio de $715,39 (2.492% de variación).
El resto de los productos medidos por el Indec (se toman como referencia los valores de Gran Buenos Aires) presentó subas inferiores al 2.000%, pero igualmente significativas. Entre el resto de los artículos relevados, el de mayor suba fue el vino común; cuyo valor por litro pasó de $62,05 a $1.189,79 (1.817% de variación).
Fue algo menor el aumento de los fideos secos tipo guisero. Según el relevamiento de precios, en el último mes de 2019 se podía comprar un paquete de 500 gramos por $53,79, mientras que hoy se debe pagar en promedio $991,66. La diferencia de más de $900 refleja una variación total de $1.744%.
Completando el “top ten” de incrementos aparecen la batata (1.732%), la manzana deliciosa (1.732%), el kilo de asado (1.697%) y la docena de huevos de gallina (1.685%).
Desventaja de los salarios
El Gobierno nacional aún no da a conocer los datos de salarios de diciembre del 2023, por lo que no es posible hacer una comparación directa con los precios comparados anteriormente, pero si se toman los valores más actuales publicados por el Ministerio de Trabajo, se observa con facilidad que los ingresos de los asalariados perdieron por “goleada” con los valores en góndola.
En detalle, el salario promedio de los trabajadores formales estables era de $52.601 brutos en diciembre de 2019 y cuatro años más tarde, en octubre de 2023, llegó a $467.495 brutos. Eso significa que de punta a punta el ingreso de los trabajadores tuvo un ajuste del 788,8%.
Si se evalúa la variación del precio promedio de todos los productos relevados por el Indec durante ese mismo período, se observa un aumento del 800%. Por lo tanto, de punta a punta los asalariados perdieron 12 puntos de poder de compra sobre los productos esenciales.
A eso se suma por supuesto lo ocurrido en noviembre y diciembre. Como se dijo, aún no se conoce la evolución media de los salarios en los últimos dos meses del 2023, pero sí se confirmó una fuerte aceleración de la inflación en noviembre y diciembre por lo que la mayoría de las consultoras privadas da por descontado que los asalariados perdieron al menos otros diez puntos de poder adquisitivo en el final del año.
Claro está, que es mucho más delicada la situación para los trabajadores del sector informal, que mes a mes consiguen menores actualizaciones salariales por su bajo poder de negociación con los empresarios.
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