Aunque aseguran que todavía es muy pronto para recalibrar los pronósticos de inflación que estaban proyectados para abril y mayo, las consultoras económicas dan por descontado que el salto del dólar libre -que este mes subió $100 o 25,3% desde el cierre de marzo- se trasladará al ajuste del resto de los precios de la economía y que se profundizará la frecuencia de los aumentos de precios en los diferentes rubros, que ya venía de las semanas anteriores.
“En lo que va de esta semana está habiendo una aceleración de los precios. Algo en alimentos, carne y panificados, y sobre todo artículos para el hogar, electrónicos y electrodomésticos que son productos más ligados al blue o al contado con liquidación”, señaló el economista Camilo Tiscornia de la consultora C&T. Según sus estimaciones, la inflación de este mes ronda el 7,5% y pone un piso alto para mayo, aunque es aun un cálculo muy preliminar.
“Los ajustes de precios en alta inflación no responden esencialmente a factores económicos, sino a comportamientos inerciales ante la indefinición e inacción de la política económica”, advirtió el economista Martín Calveira, investigador del IAE Business School. “En este contexto habitualmente se ajustan precios con mayor frecuencia y se acortan los horizontes temporales de los contratos. En efecto, la economía sostiene un comportamiento de sesgo cortoplacista en la formación de precios y el comportamiento de los agentes se sensibiliza hacia las sobrerreacciones”, advirtió.
Este escenario -indicó el economista- está expuesto a factores que lo agravan: la ausencia de un programa de estabilización, la descoordinación política y las proyecciones de precios que se ajustarán, son determinantes. Y destacó la ausencia de anclas efectivas.
Para Sebastián Menescaldi, socio de la consultora EcoGo, la proyección de inflación de abril se mantiene en 7% y un nivel similar para mayo. El pronóstico anual, en tanto, se elevó a 149,2%. “Cambiamos nuevamente de régimen. Estamos en un piso de 7% que se acelera entre agosto y octubre”, analizó el economista.
Antes de la corrida de los últimos días, los analistas de la Fundación Libertad y Progreso estimaban una suba del 6,2% en las primeras tres semanas del mes. “Con esta dinámica, cerrara por encima del 7%, aunque restara ver los ajustes de precios de esta semana”, indicó Eugenio Marí, economista jefe.
Al igual que en marzo, el rubro que más contribuyó a la suba fue “Alimentos y Bebidas no alcohólicas”, con un aumento acumulado del 7,1% en tres semanas, por encima del IPC general. Este es el cuarto mes consecutivo en el que los precios de los alimentos subieron más que el índice general, destacaron.
“Además, se ha acelerado la frecuencia de ajustes de precios en los diferentes rubros. Un fenómeno que esperamos que se profundice en el contexto actual. La actual corrida no es sino reflejo de una caída en la demanda de pesos. Lamentablemente, está depreciación de nuestra moneda esperamos que quede reflejada parcialmente en el IPC de abril, pero más que nada en el de mayo. Reduciendo aún más la probabilidad de ver precios en desaceleración”, concluyó Marí.
Santiago Manoukian de la consultora Ecolatina señaló que el alza del dólar blue de los últimos días va más allá de una recomposición natural del atraso respecto a la inflación. “En una economía con creciente indexación y acortamiento en los contratos, asistimos a una etapa en la que, producto de las fuertes restricciones de acceso al dólar oficial y la incertidumbre imperante, se han ido aceitando cada vez más distintos mecanismos que generan una mayor transmisión de los movimientos en los tipos de cambio paralelos a los precios. En este marco, es esperable que estos movimientos generen un mayor traslado a precios de lo que veíamos en el pasado”, añadió.
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