Llegó el verano y muchos argentinos planificaron sus vacaciones en el exterior. Entre los destinos favoritos, Brasil es uno de los más elegidos: la cercanía con nuestro país, una infraestructura bien establecida, playas paradisíacas, la coincidencia de la temporada alta y precios competitivos ayudan a muchas familias a tomar esta decisión.
Es cierto que la devaluación del peso en el mes de diciembre encareció y mucho -en términos relativos- la posibilidad de viajar fuera del país. Pero en un sentido opuesto, una inflación doméstica que alcanzó las tasas mensuales más altas en 33 años termina por equilibrar un poco la balanza y aquellos que cuentan con un presupuesto holgado mantienen en pie su planificación de vacacionar fuera del país.
En este sentido, el Índice de Tipo de Cambio Real Bilateral con Brasil, según las mediciones del Banco Central Argentino, saltó el 14 de diciembre -inmediatamente después de la devaluación local que llevó al dólar a 800 pesos- a muy elevados 172 puntos -sobre una base 100 de equilibrio teórico-, un máximo desde el año 2006. Sin embargo esta ventaja cambiaria -que incentiva el arribo de turistas brasileños a la Argentina y desalienta la oleada de turistas argentinos a Brasil- se redujo en unos 30 puntos en cinco semanas, al nivel de 142 puntos hacia el 19 de enero, comparable al de septiembre de 2019.
En el caso de que se pague con pesos en la tarjeta, se toma la cotización oficial del real y se le suma el 30% del Impuesto PAIS más otro 30% de la percepción a cuenta del Impuesto a las Ganancias
Dado el caso de ir de veraneo a Brasil ¿Cómo conviene pagar las vacaciones? Con la vigencia de múltiples tipos de cambios, desde informales hasta el dólar “turista”, es difícil saber cuál es la alternativa más conveniente para afrontar los gastos de turismo fuera del país.
Hay que tener en cuenta que el dólar “turista” para consumos con proveedores del exterior se paga este lunes a $1.389,04 en el promedio de bancos con una carga tributaria del 60 por ciento. Este valor es hoy unos 169,04 pesos o un 13,9% más caro que el dólar libre, a 1.220 pesos para la venta, y 11,6% más caro que el dólar MEP, a 1.245 pesos.
La comparación es similar si se toma en reales. El real “blue” se negocia en los “arbolitos” del microcentro porteño $232,75 para la compra y $245,75 para la venta. Mientras, según la pizarra del Banco de la Nación Argentina, el real oficial se negocia a $169,20 para la compra y a $179,20 para la venta. A su vez, el real “tarjeta”, con el recargo de 60% de impuestos y que es el utilizado para compras en el exterior, alcanza 286,72 pesos, un 16,7% más caro que el real “blue”.
Por lo tanto, es más conveniente comprar el real -o el dólar- en el mercado paralelo que usar la tarjeta, mientras que está claro que contar en Brasil con la moneda local es más conveniente que ir con divisa norteamericana en “cash” y cambiarla en las casas de cambio, bancos o agencias de turismo en el país vecino a una tasa donde hay que contemplar la comisión del comprador. En Buzios, por ejemplo, una localidad frecuentemente visitada por argentinos, se toma al dólar norteamericano a 4,60 reales, contra 4,96 reales de la tasa de cambio oficial, con un descuento del 7,3 por ciento.
En el caso de que se pague con pesos en la tarjeta, se toma la cotización oficial del real en la Argentina ($179,20) y se le suma el 30% del el Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) más otro 30% de la percepción a cuenta del Impuesto a las Ganancias (total: $286,72).
¿Qué pasa si pago con tarjeta?
Una opción es la de debitar de una cuenta en pesos. En este caso, se aplica el tipo de cambio del momento del consumo y se le suma el impuesto PAIS más la percepción. Con la cotización actual del Banco Nación, cada real queda a 286,72 pesos.
Otra alternativa es la debitar de una cuenta en dólares. En estas compras se toma la cotización del real frente al dólar de ese día. En la actualidad ronda los 4,96 reales por dólar. A un cambio de $1.389,04 por dólar, el real queda en 280,04 pesos.
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