Esta semana, Leandro Martínez, el ex ejecutivo de una reconocida multinacional acusado de abusar de su sobrina, finalmente enfrentará el juicio en su contra en el Tribunal Oral N°3 de Mercedes. La calificación en su contra es la de abuso sexual agravado por resultar ser gravemente ultrajante y por ser encargado de la guarda, además de corrupción de menores agravada. No se le imputa acceso carnal, el delito de violación.
Su sobrina, al momento de los hechos, tenía menos de 13 años de edad, lo que agrava particularmente la imputación de acuerdo al Código Penal. La víctima es representada por una querella a cargo de su madre, con los abogados Roberto Schlagel y Ricardo Nicolás Canale.
Sin embargo, el inicio del proceso queda por verse.
Luego de la difusión del caso, que incluyó escraches y la viralización del video que muestra uno de los supuestos ataques, Martínez pasó tres años prófugo con una circular roja de Interpol en su contra, hasta entregarse en febrero del año pasado, en una causa a cargo de la UFI N°11 de Moreno de la fiscal Luisa Pontecorvo, con detectives de la Policía Federal que rastrearon el Conurbano y el resto del país para encontrarlo. La sospecha de estos detectives es que habría sido refugiado por un familiar, con vigilancias en countries y sospechas de una red de inversiones que permitieron que siga a la fuga.
Hoy, Martínez goza del beneficio de la prisión domiciliaria. Su entrega en febrero de 2023 parte de un pacto. La familia de la víctima, hoy de 16 años, representada por el abogado Roberto Schlagel, entendió que debía lograr que Martínez, ex ejecutivo de una corporación multinacional, salga de su escondite, se entregue y enfrente el juicio en su contra. La defensa, a cargo de Fernando Sicilia, que representará al ex ejecutivo en el juicio, acordó con la querella una morigeración, una prisión domiciliaria.
Sin embargo, en las últimas horas. según confirmaron fuentes del expediente, la querella pidió al Tribunal N°3 que Martínez sea detenido en una celda del Servicio Penitenciario Bonaerense de cara al posible riesgo de fuga. En su presentación, el abogado Schlagel habló de una conducta “reticente y dilatoria” del acusado.
“En virtud de lo expuesto y que en el caso se verifica la obstrucción de la labor del Tribunal y que existe peligro de fuga en caso de recaer condena, solicito se disponga hasta la finalización del juicio su detención en una dependencia del Servicio Penitenciario o policial en cercanías de la sede de Tribunal”, continuó. No puede perderse de vista que el encausado estuvo prófugo por más de dos años y que, reitero, condicionó su presentación a que se le otorgue la prisión domiciliara. Debido a ello nos encontramos, sin hesitación alguna, ante un serio riesgo procesal de frustración del juicio oral”, finalizó el abogado. El planteo de la querella todavía no fue resuelto.
Su víctima no declarará en el proceso: hoy tiene 17 años de edad. “Con lo que declaró en cámara Gesell es suficiente”, aseguran en su entorno.
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