“El ritmo al que el mundo produce cobre no puede seguir el de la creciente demanda global. La electrificación del parque vehicular mundial requiere la puesta en marcha de un 55% más de nuevas minas de cobre para 2050. Hacia 2050 pueden ser necesarias hasta 124 nuevas minas (de cobre) en un escenario de cero emisiones netas” dijo el secretario de Minería de la Argentina, Luis Lucero, en el VII Encuentro Minero Chileno-Argentino que se desarrolló en la residencia del embajador argentino en Chile, el ex canciller Jorge Faurie.
El cobre fue una de las claves del evento, al que del lado chileno asistieron la ministra de Minería, Aurora Williams, el expresidente Eduardo Frei y el exministro de Finanzas Eduardo Aninat, amén del presidente de la Sociedad Nacional de Minería y varios empresarios prominentes del sector. Del lado argentino, además de Faurie y Lucero participaron el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, funcionarios del gobierno de San Juan y empresarios del sector del cobre con grandes proyectos de inversión de este lado de la cordillera.
He aquí 5 claves de la potencial “explosión” minera argentina, abordados en el encuentro.
1 – Cobre
Lucero señaló que según estimaciones oficiales, los proyectos de cobre en etapa avanzada en el país representan una inversión inicial superior a los USD 15.000 millones.
Cornejo, a su turno, destacó que el “Distrito Malargüe”, al sur de Mendoza, comparte una “faja geológica” con San Juan, que detenta actualmente 3 de los 5 principales proyectos cupríferos de la Argentina, y Chile, que con más más de 5 millones de toneladas anuales es el principal productor mundial de cobre.
El cobre existe, la base está sólida y la legislación está cambiando. No hemos modificado la ley restrictiva de ciertas sustancias, pero el 80% de la extracción de cobre en el mundo no usa esas sustancias (Alfredo Cornejo)
El gobernador mendocino destacó que su gestión se abocó a “remover obstáculos” a la inversión minera y lo hizo con alto consenso social. “Desarrollamos un plan a 30 años que logró que los sectores que rechazaban la exploración participen del Plan Pilares, que sostienen y financian sectores como vitivinicultura, agricultura, metalmecánica y otras industrias de la provincia. Tenemos 150 empresas que trabajan en Minería en San Juan, en Chile e incluso en Perú y tienen domicilio en Mendoza. El cobre existe, la base está sólida y la legislación está cambiando. No hemos modificado la ley restrictiva de ciertas sustancias, pero el 80% de la extracción de cobre en el mundo no usa esas sustancias. Estamos pasando la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de cada uno de los proyectos de cobre por la legislatura y están siendo aprobados por abrumadora mayoría
Michael Meding, de la canadiense McEwen Copper, que tiene en San Juan el proyecto Los Azules, a 80 kilómetros de Calingasta (San Juan) y 6 de la frontera con Chile, describió Los Azules, donde ya llevan invertidos más de USD 300 millones, como uno de los veinte más importantes yacimientos cupríferos descubiertos en los últimos 30 años y con una vida útil estimada en 27 a 30 años. “Es un país complicado, pero confiamos en la Argentina ya antes del RIGI y nuestro proyecto tiene enfoque ambiental y apalancamiento industrial. Meding estimó que el proyecto contará con la DIA en el cuarto trimestre de 2024 y el OK de factibilidad entre el primero y segundo de 2025, empezará la construcción de la infraestructura de electricidad en 2026 y la construcción total en 2027, para empezar a producir y exportar hacia 2029. Los tiempos de la minería son más largos que aquellos a los que está habituada la economía argentina.
El acuerdo Lundin-BHP necesita aún la aprobación de las agencias regulatorias de Canadá, EEUU, Australia, China y Corea del Sur. Quedan pasos legales; avanza, pero va a demorar unos meses (Alfredo Vitaller)
En vena parecida, Alfredo Vitaller, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Lundin Mining, empresa canadiense que hace un mes acordó con la australiana BHP, la más grande minera mundial, explotar en conjunto los proyectos de cobre Josemaría y Filo del Sol en San Juan, necesita aún la aprobación de las agencias regulatorias de Canadá, EEUU, Australia, China y Corea del Sur por lo que “oficialmente aún no está cerrado; quedan pasos legales; avanza, pero va a demorar unos meses. Es una rueda pesada, grande, pero una vez que arranca, va fuerte”, explicó.
Vitaller recordó que Lundin ya lleva invertido en Josemaría más de USD 1.000 millones y que el acuerdo con BHP también abarca Filo, para procesar en una misma planta la producción de ambos yacimientos. También dijo que las DIAs se renuevan cada dos años (la más reciente fue en abril) y se tramitan unos 300 permisos sectoriales y locales (la “permisología” es toda un área dentro de las mineras).
Diego Charcaflie, gerente de Filo, recordó por su parte que el proyecto empezó en 1999 del lado chileno y tomó impulso a partir de 2006, cuando adhirió al protocolo binacional. La producción de conjunta Josemaría y Filo, auguró, las pondría entre las 10 minas de cobre más grandes del mundo. De hecho, precisó, el acuerdo por 4.500 millones de dólares canadienses entre BHP y Lundin por ambos yacimientos es la mayor inversión de la historia minera argentina para proyectos no aún en producción. Pero vale la pena, concluyó, es un área de 6 kilómetros cúbicos que permitirá extraer y procesar cobre por al menos 50 años.
Si no hay proyecto, recordó, no habrá proveedores, empleo local ni infraestructura. Y si no somos inteligentes en el desarrollo de proveedores y en la relación con comunidad no habrá licencia social (Cacciola, CAEM)
Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), recordó a su vez que varios proyectos de cobre tienen décadas de historia. Llevarlos a cabo, dijo, será todo un desafío: infraestructura, capacitación, desarrollo de proveedores y requerimientos provinciales. Si no hay proyecto, recordó, no habrá proveedores, empleo local ni infraestructura. Y si no somos inteligentes en el desarrollo de proveedores y en la relación con comunidad no habrá licencia social”, alertó.
2 – Litio: inversión y tecnología
Según los datos que dio Lucero, con inversiones que superan los USD 8.000 millones de dólares en proyectos litíferos, Argentina tiene el potencial de aumentar su producción de poco más de 50.000 toneladas de carbonato de litio equivalente en 2023 a más de 250.000 toneladas hacia 2027, impulsados por siete operaciones en total en comparación con las cuatro actuales. Esto significaría quintuplicar la producción de litio durante el mandato presidencial de Javier Milei, aunque en exportaciones mineras totales -debido a la baja del precio mundial del litio eral tras el record alcanzado en 2022- el aumento sería menor: de poco menos de USD 4.000 millones en 2023 a USD 10.000 millones en el último año de gestión mileísta.
Williams, la ministra de Minería de Chile, dijo que el litio a partir de salmueras y mediante el método de evaporación como producen Argentina y Chile es una ventaja, porque pone a ambos países en el cuarto más bajo de costos de producción, pero –agregó- “necesitamos hacer cambios relevantes, incluir otras tecnologías de extracción, para lograr mayor eficiencia, y tener un mejor vínculo con los territorios donde están emplazados los proyectos. La funcionaria chilena también mencionó un aspecto poco mencionado: con Argentina –dijo- compartimos no solo minería, sino también volcanes. En Chile tenemos el Observatorio Vulcanológico de los Andes del Sur, donde observamos 42 volcanes activos las 24 horas del día y tenemos planes de evacuación. Es un tema importante, destacó, porque “las cenizas no conocen fronteras”.
3 – Mendoza
Si bien, como destacó Meding, gerente del proyecto cuprífero Los Azules, 5 de los 8 proyectos mineros (y 3 de los 5 de cobre) más avanzados están en San Juan, Cornejo enfatizo en Chile que Mendoza quiere y puede ser parte del juego. En Malargüe hay alto consenso para la minería, dijo. “Es un distrito de 18.000 km2 con casi 300 permisos de cobre y otros minerales. Estimamos que casi 70 de las “Declaraciones de Impacto Ambiental” (DIAs, de instancia provincial) estarán aprobadas antes de octubre”, subrayó el gobernador mendocino.
Ya hay 6 proyectos mineros (5 de cobre y 1 de hierro) con DIAs aprobadas y 4 ya están en etapa de exploración, precisó. La provincia –concluyó- “tiene potencialidad, hay seguridad jurídica, la Justicia provincial tiene una tasa de resolución altísima, los conflictos laborales bajaron más del 50% y es el distrito con menos conflictos laborales del país”.
4 – RIGI
El Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones aprobado dentro de la ley Bases y recientemente reglamentado por el gobierno es considerado clave para el sector. Cornejo destacó que el RIGI salió con un amplio consenso parece a que el partido de gobierno es “una ínfima minoría” en el Congreso. Cacciola, de CAEM; destacó que ataca dos problemas que tenía hasta ahora la inversión minera, pues provee seguridad jurídica y competitividad tributaria, amén de “la posibilidad de avanzar con gobernadores que piensan mucho más allá del corto plazo”.
Ignacio Meggiolaro, abogado y experto minero de MBP Partners, precisó que hay 15 provincias entre ya adheridas y en proceso de adhesión y recordó que a pesar de ser una legislación nacional, el RIGI “tiene mucho impacto en algunas facultades provinciales, como las tributarias. Lo cierto, agregó, que es las principales provincias mineras, como San Juan, Salta y Jujuy, “ya están adheridas”.
El RIGI es un régimen superador, incluso respaldado por la Corte Suprema de Justicia, que ya falló a favor de reclamos de empresas cuando el Estado tomó decisiones contrarias al régimen en que estaban amparadas (Meggiolaro, MBP Partners)
Meggiolaro destacó que la reglamentación mantuvo para el sector minero el mínimo de inversión en USD 200 millones, aunque lo aumentó para inversiones en el sector de hidrocarburos y recordó también que incluyó la posibilidad para inversores en “Vehículos de Proyecto Único” (VPUs) de pedir prórroga de plazos cuando los proyectos sean afectados por cuestiones fortuitas o de “fuerza mayor” e incluir inversiones y acciones previas, con un tope de 15% de la inversión total. Las garantías que otorga la norma, dijo, tienen apoyo jurídico sólido en la “Cláusula del Progreso” por la que la Constitución habilita la existencia de regímenes de promoción y como tal, dijo, es un “régimen superador”, incluso respaldado por la Corte Suprema de Justicia que ya falló a favor de reclamos de empresas cuando el Estado tomó decisiones contrarias al régimen en que estaban amparadas. Entre ellas, mencionó el caso del Cerro Vanguardia, una mina de oro en Santa Cruz.
5 – Tratado Binacional
Los principales proyectos de cobre y algunos de los de litio son muy cercanos a la frontera con Chile. En 1999 los entonces presidentes Carlos Menem y Eduardo Frei, sus cancilleres (Guido di Tella y José Miguel Insulza) y ministros de Economía (Domingo Cavallo y Eduardo Aninat) firmaron el Tratado Binacional Minero que se mantiene vigente, con encuentros semestrales de las “Comisiones Técnicas” de ambos países y ayuda a viabilizar cualquier proyecto a lo largo de los 5.300 kilómetros de frontera argentino-chilena, la tercera más larga del mundo, después de las que median entre EEUU y Canadá y entre Rusia y Kazakstán.
Rolando Dávila, consultor minero y miembros de la Cámara de Comercio Argentino-Chilena, dijo que el Tratado es clave y destacó la complementariedad, como la posibilidad de sacar al exterior al menos parte de las exportaciones mineras por puertos chilenos, más cercanos a los yacimientos y también a los principales mercados de destino, sobre la cuenca del Pacífico. Al respecto, exhibió varios ejemplos, tanto para proyectos en particular (como Taca Taca, uno de los más importantes de cobre) como para distritos mineros, como Vicuña, entre San Juan y Chile, y Malargüe, entre Mendoza y Chile.
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