Shanghái (China), 5 nov (EFECOM).- La sexta edición de la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE) abre sus puertas este domingo en la ciudad oriental de Shanghái, donde las autoridades del país asiático esperan que se den cita más de 3.400 expositores y casi 400.000 profesionales.
El evento, que ocupa más de 367.000 metros cuadrados, contará con participantes de 154 países, regiones y organizaciones internacionales, con 69 naciones acudiendo con muestras propias, explicó recientemente el viceministro de Comercio Sheng Qiuping.
Asimismo, se confirmó la participación de 289 de las 500 mayores empresas del mundo según el listado elaborado por la revista estadounidense Fortune, lo que supone cinco más que en la anterior edición.
Cabe destacar también que, según fuentes citadas por el diario hongkonés South China Morning Post, la delegación estadounidense al evento será más numerosa que en las anteriores ediciones, con un total de 17 expositores y un pabellón dedicado a tecnología y productos agrícolas, algo que supondría una señal de mejora de las relaciones entre las dos mayores potencias económicas del mundo.
La feria llega en un momento de incertidumbre para la economía china, con las importaciones denominadas en yuanes descendiendo un 1,2 % interanual en los tres primeros trimestres y las ventas minoristas -indicador clave del consumo- experimentando una importante ralentización desde el repunte del 18,4 % que registraron en abril al 2,5 % de julio, aunque en septiembre subieron al 5,5 %.
Asimismo, el yuan tocó este año su mínimo de los últimos 16 años frente al dólar, lo que podría suponer un factor negativo de cara al evento ya que una divisa débil encarece las importaciones.
En 2022, las empresas chinas cerraron acuerdos "intencionales" sobre bienes y servicios de expositores extranjeros por importe de unos 73.520 millones de dólares en el marco de la CIIE, un 3,9 % más que en el año anterior, según los datos oficiales.
La CIIE se celebró por primera vez en 2018 y desde entonces ha mantenido su presencia anual en la ciudad oriental de Shanghái, lastrada en los últimos años por las restricciones impuestas por el Gobierno chino en el marco de su política de 'cero covid', que dificultó enormemente la entrada en el país de representantes de compañías extranjeras.
En la última edición, se exigía a los participantes estar totalmente vacunados y mostrar una prueba negativa de covid realizada en las 24 horas previas, lo que contrasta con la decisión de los organizadores de retomar "todas" las actividades presenciales en esta ocasión.
Aunque algunas empresas ven la CIIE como una oportunidad para reforzar su presencia en China y para generar contactos con los importadores locales, que en algunos casos cristalizan en negocios pasado un tiempo, otras la consideran un evento simbólico y de carácter mayormente político.
Esta misma semana, la Cámara de Comercio de la Unión Europea en Shanghái aseguró que las firmas extranjeras están "decepcionadas por los limitados beneficios de su participación" en la feria, ya que, desde su primera edición, el "modesto" aumento de las importaciones a China de productos europeos se ha visto "eclipsado" por las ventas chinas a Europa, que prácticamente se duplicaron, resultando en un déficit de 400.000 millones de euros en 2022.
Según un informe del organismo, solo el 24 % de los miembros lograron cerrar acuerdos en el marco de la CIIE del año pasado, aunque el 69 % se mostró satisfecho por las posibilidades en términos de mercadotecnia y de contacto con funcionarios gubernamentales.
"La CIIE fue concebida como escaparate de la agenda de reforma y apertura de China, pero por ahora solo ha demostrado ser mayormente humo. Las firmas europeas se están desilusionando, ya que los gestos simbólicos están reemplazando a los resultados tangibles que se necesitan para restablecer la confianza empresarial", lamentó el presidente de la Cámara en Shanghái, Carlo D'Andrea. EFECOM
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