La administración de la presidenta Dina Boluarte ha alcanzado niveles críticamente bajos de credibilidad, confianza y aceptación, provocando las críticas de varios observadores que examinan la gestión reciente del Ejecutivo.
Entre la mayoría de peruanos que, según encuestas, se encuentran disidentes de la manera en la que se está llevando la gestión de la mandataria a poco menos de año y medio de su Gobierno, el periodista César Hildebrandt concibe que la actual gestión —inundada por escándalos de Rolex e investigaciones fiscales— se encuentra infestada de problemas que van más allá de la izquierda y la derecha.
En su columna publicada el pasado viernes 12 de abril en el semanario Hildebrandt en sus Trece, el hombre de prensa aseveró que la problemática que atraviesa el Perú en la actualidad no atraviesa las corrientes ideológicas, sino una falta de dirección que parte desde el Palacio de Gobierno, la presidenta Dina Boluarte.
“Digámoslo de una vez: no es que este sea un régimen de izquierda o derecha, de tal o cual marca ideológica, de tal o cual tendencia. Este es un régimen basura, invicto de ideas, castrado de doctrina, vacío de toda esperanza”, consideró el periodista en su balance de las acciones tomadas por el Ejecutivo, que, en conjunto con el apoyo recibido por el Congreso de la República, ha logrado seguir en el poder.
Ante ello, el hombre de prensa consideró que la gestión de la presidenta Boluarte, más allá de ser un Gobierno, entra más en el concepto de una banda criminal. “Este no es un gobierno: es una banda a la deriva”, señaló.
Cuestiona el compadrazgo entre el fujimorismo y el gobierno de Boluarte
Por otro lado, el periodista consideró que el actual Gobierno podría, incluso, ser mucho más deficiente que el periodo dictatorial vivido a finales del siglo pasado, entre los años 1980, 1990 e inicios del 2000; en el que el expresidente Alberto Fujimori se encargaba de dirigir el Ejecutivo.
“De Fujimori podía decirse que era un ladrón y un asesino y, al mismo tiempo, que tenía un shogunato en la cabeza, un modelo autoritario y conservador que defender, una cierta política fiscal, un modo prebendario de entender la economía. Alias presidenta de la república carece de todo propósito”, aseveró en su columna.
Para complementar, señaló que Boluarte Zegarra “vive el día a día en la dulce neblina de su frivolidad y sabe que quienes la blindan son semejantes suyos: carne de presidio”, acotó.
¿A quién agradecer si el Perú sale de la crisis?
Pese a este panorama, el hombre de prensa reveló aún tener esperanza en que un cambio se pueda dar en la situación política del país, que permita limpiar la escena que se vive en la actualidad. Sin embargo, señaló que esta victoria será ajena a cualquier ideología, así como la responsabilidad; sino que será un triunfo de la gente.
“Si triunfa la gente, no habrá que agradecerles ni a la derecha ni a la izquierda. Le agradeceremos a nuestra capacidad de sentir asco, de levantarnos como en el himno que nos quitó un ladrón, de decirle no a la peste que nos persigue desde que fundamos la república”, afirmó.
“Escucho a esta señora que finge gobernar y me digo: ¿Qué fue lo que hicimos tan mal? La respuesta es sencilla: muchas cosas. Entre ellas, está la principal: permitimos que la picaresca, que es una vocación nacional, lo impregnara todo. El resultado es este país donde a la gente se la quiere obligar a acatar la inmundicia”, concluyó.
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