Los conductores enojados cometen más errores, andan más rápido y tienen más accidentes de tránsito
El estado anímico de un conductor influye definitivamente en su desempeño al volante. Un estudio detalla los principales problemas que se percibenSituación tipo: un auto sale de un estacionamiento y espera que el semáforo de la esquina se ponga en rojo para que todos frenen y le den espacio para entrar a la calle. En el primer auto que se detiene para dar paso, hay una fuerte discusión entre sus ocupantes. El conductor del auto que se incorporaba al tránsito decide darle paso, dejar que vaya adelante. Es preferible eso a tenerlo atrás en el estado de alteración con el que está conduciendo.
Una vez más, vale explicar que una cosa es manejar bien y otra muy distinta es conducir adecuadamente. El acto físico de mover el volante, ese aro que hace girar las ruedas, y apretar con los pies esas palancas que son los pedales para ir más rápido o más lento, se aprende e incorpora como una rutina inconsciente. Pero mover una pasa de acero de 1.000 kg o más, entre otros vehículos similares, peaton..