YPF oficializó hoy un acuerdo con el Fideicomiso de Liquidación Maxus que, de cumplirse ciertas condiciones, “desestimará todas las acciones iniciadas contra YPF y Repsol y otorgará una liberación y absolución total de los reclamos que presentó dicho Fideicomiso por hasta USD 14.000 millones”, según informó la petrolera en un comunicado.
Tras 20 años de litigio y negociaciones, y luego de obtener YPF, en junio de 2020, una decisión de juicio sumario parcial por parte del Tribunal de Quiebras, “YPF y Repsol han llegado a un acuerdo de conciliación bajo el cual el Fideicomiso de Liquidación de Maxus desistiría de las reclamaciones que ha presentado contra YPF y Repsol en el Tribunal de Quiebras del Distrito de Delaware, así como a todas las reclamaciones actuales y futuras que pueda tener contra YPF y Repsol”.
Para cerrar este acuerdo, YPF y Repsol se comprometen a pagar al Fideicomiso USD 287,5 millones cada uno, sin que ninguna de las dos empresas “admita responsabilidad alguna” sobre el litigio. Este acuerdo, que está sujeto a aprobación judicial, procura resolver una disputa que ha estado en curso durante casi 20 años. El monto que deberá afrontar YPF es cercano al 2% de lo originalmente reclamado en los tribunales de Delaware.
Asimismo, YPF y Repsol han firmado un acuerdo transaccional con Occidental Chemical Corporation y algunas de sus afiliadas, “bajo el que Occidental ha acordado renunciar a todas las reclamaciones que pueda tener contra YPF o Repsol, en relación con las entidades Maxus, el Río Passaic y otras áreas sujetas a remediación ambiental”.
El comunicado de YPF destacó que la compañía también selló acuerdos con varias entidades gubernamentales, como la la Agencia de Protección Ambiental de los EEUU, y los gobiernos de los estados de Ohio y de Wisconsin, que también se han comprometido a no presentar reclamos judiciales contra la empresa.
“De cumplirse las condiciones, los acuerdos darán por terminado el litigio que se extendió durante años, llegando a un cierre justo y razonable para todas las partes, y que permitirá a YPF seguir centrando sus esfuerzos en la generación de valor y empleo, profundizar el crecimiento de su producción y enfocar sus esfuerzos en las inversiones necesarias para robustecer y diversificar la matriz energética argentina”, señaló YPF.
El abogado especializado Sebastián Maril, CEO de Latam Advisors, señaló a Infobae que YPF consiguió “quitarse una pesada mochila” con el acuerdo que alcanzó después de tanto tiempo de litigio que lo obliga a “pagar un monto alcanzable para la empresa”.
“Habrá que ver en el futuro como impacta esta buena noticia en las acciones y los bonos de la compañía, ya que debería facilitar el crecimiento de la empresa y atraer inversiones. Muchos potenciales inversores se alejaban de la posibilidad de invertir en YPF por estas cuestiones legales pendientes. Es muy importante que los estados que podían demandar a YPF por USD 14.000 millones desistieron de hacerlo, ya que esto quita del medio la discusión de los pasivos ambientales hacia el futuro”, señaló Maril.
Una vez formalizado el acuerdo, YPF comunicó la novedad a la Comisión Nacional de Valores, a Bolsas y Mercados Argentinos (ByMA) y el Mercado Abierto Electrónico (MAE) mediante una nota en la que explicó las condiciones del “acuerdo conciliatorio y de liberación en el que se establece la absolución total de todos los reclamos a cambio del pago de un importe conciliatorio”.
El origen del Caso Maxus
En 1995, bajo la gestión José Estenssoro, la YPF entonces privatizada desplegó una estrategia de expansión internacional y adquirió Maxus, una empresa norteamericana de petróleo y gas. Esta firma, con activos en diversos países del mundo (Estados Unidos, Bolivia, Indonesia, Ecuador y Venezuela) era el puntapié de una estrategia de negocios que “a la luz de la época se presentaba como atractiva para la compañía”, señaló el comunicado de YPF.
Años antes, en 1986, Maxus había vendido su negocio de químicos a Occidental Chemical Corporation y aceptado indemnizar a la misma por los pasivos ambientales derivados de sus operaciones. Posteriormente, en 2005 el Estado de Nueva Jersey demandó a Occidental y Maxus -añadiendo más tarde a la demanda a YPF y Repsol- por la contaminación con residuos químicos del río Passaic, ubicado a 10 kilómetros de la ciudad de Nueva York.
En consecuencia, Occidental hizo valer su indemnidad y Maxus, la empresa que había adquirido YPF en 1995, honró sus obligaciones hasta que el 17 de junio de 2016 tomó la decisión de presentarse en concurso y posteriormente se decretó su quiebra. En junio de 2018 el Fideicomiso de Liquidación de Maxus había demandado a YPF y Repsol y ciertas subsidiarias, por un monto de hasta 14.000 millones de dólares en los tribunales de Delaware, alegando que “Maxus tuvo la intención de obstaculizar, retrasar o defraudar a sus acreedores”.
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