En un contexto económico marcado por la creciente inflación, los costos asociados a la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT) tuvieron un fuerte incremento en agosto, con el que superaron ampliamente la inflación general promedio.
Desde la consultora Ecolatina elaboraron un informe para explicar qué implica para los hogares que los insumos de primera necesidad aumenten cada vez a mayor ritmo, dejando atrás no solo a los salarios, sino también al resto de los productos de la economía.
Para llegar al centro del análisis, se debe recordar primero que la CBA, que refleja el monto necesario para que una familia pueda acceder a una selección de alimentos considerados esenciales para evitar la indigencia, registró un aumento del 17% en agosto. Este incremento fue 4,7 puntos porcentuales superior a la tasa de inflación en el Gran Buenos Aires (+12,3%), situándose en un valor individual de $42.262 (para una persona adulta) y en un monto de $284.687 para una familia de cuatro personas.
Por su parte, la CBT, que indica el ingreso necesario para que un hogar pueda adquirir una canasta de bienes y servicios que lo aleje de la línea de pobreza, experimentó un incremento del 14,3% en el mismo mes, superando la tasa de inflación en 2 puntos porcentuales y alcanzando los $92.132 para un individuo y los $130.590 para un hogar promedio.
Cabe destacar que, en términos interanuales, tanto la CBA como la CBT han aumentado por encima de la inflación (+21,2 puntos porcentuales y +12,5 puntos porcentuales, respectivamente).
Qué provoca las diferencias
Según los especialistas de Ecolatina, uno de los factores que más ha contribuido al fuerte aumento de los precios en las canastas es el incremento en el costo de la carne vacuna. En el Mercado Agroganadero de Cañuelas (anteriormente Liniers), los precios de la hacienda en pie experimentaron un aumento promedio del 50% en agosto, como consecuencia de la devaluación posterior a las elecciones primarias (PASO).
“Esto tuvo un impacto directo en los precios minoristas de la carne vacuna, que aumentó un 30,2% en el Gran Buenos Aires, después de tres meses en los que había aumentado a un ritmo considerablemente más lento (promedio del 1,9% mensual) y un 125% en términos interanuales”, recordaron.
Dado que la carne es uno de los componentes más influyentes en el costo de las canastas (representa el 11% de la CBA), su fuerte aumento en agosto es uno de los principales responsables de la suba de los precios en las canastas por encima de la tasa de inflación. Lo mismo ocurre con las verduras, tubérculos y legumbres, que experimentaron un aumento del 19,3% mensual y un 165% en términos interanuales.
Las consecuencias
Para los especialistas, el encarecimiento de la CBA y la CBT son graves, teniendo en cuenta que representan el costo para no caer bajo las líneas de indigencia y pobreza. Sin embargo, advirtieron que la situación se torna aún más preocupante cuando se evalúa la capacidad de los ingresos y las asignaciones sociales para cubrir estas necesidades básicas.
La Asignación Universal por Hijo (AUH), que actualmente asciende a $13.861, sólo cubrió el 47% de las necesidades calóricas de un niño en agosto, en comparación con el 168% que alcanzaba en diciembre de 2021 gracias a un bono de Anses”, detallaron.
En tanto, la Tarjeta Alimentar acompaña a la AUH con un monto de $17.000 para familias con un hijo. “En este escenario, se logra cubrir el 104% de la CBA de un niño. Desde enero de 2022, se ha observado una tendencia en la que la AUH no es suficiente para cubrir el costo de la Canasta Básica Alimentaria, lo que ha llevado a la necesidad de un refuerzo a través de la Tarjeta Alimentar para satisfacer las necesidades alimentarias”, explicaron los especialistas.
Por otro lado, un ingreso familiar compuesto por dos salarios mínimos y dos AUH no es suficiente para cubrir la CBT familiar, lo que coloca a la familia en situación de pobreza. Esta tendencia se ha mantenido en los últimos años y se ha agravado desde agosto de 2022.
“En respuesta a esta situación, el Ministro de Economía, Sergio Massa, ha implementado una serie de medidas con el objetivo de compensar el impacto de la inflación en los ingresos de las familias de bajos recursos. Estas medidas incluyen aumentos en las jubilaciones, refuerzos en la Tarjeta Alimentar, exenciones tributarias para monotributistas, reintegro del IVA en compras de la canasta básica, entre otras”. repasaron desde Ecolatina.
A pesar de estas medidas, los expertos aseguraron que el panorama social sigue siendo frágil. Cabe recordar, que las últimas estadísticas publicadas por el Inde revelaron que 40,1% de la población se mantuvo en situación de pobreza en el primer semestre de 2023, antes de la reciente devaluación. Además, la pobreza afecta a más del 56% de los niños de 0 a 14 años, lo que representa el grupo de edad más vulnerable.
“Hacia el futuro, se espera que la inflación continúe afectando los precios de las canastas por encima de la tasa general de inflación. El aumento de los precios de los alimentos, impulsado por la devaluación, sigue siendo un desafío importante. A pesar de los esfuerzos del gobierno por estabilizar la situación, la situación económica y social sigue siendo delicada”, aseguraron.
“No esperamos una mejora en la situación para 2024. La futura corrección de precios relativos tendrá un impacto inmediato en la inflación y en el precio de los alimentos en particular. Hay que tener en cuenta que la situación actual difiere de la que enfrentó el cambio de mandato en 2015. Actualmente, los salarios reales se encuentran cerca del 20% más bajos que en aquel entonces y la pobreza es más de 10 puntos superior”, agregaron desde Ecolatina.
Asimismo, sostuvieron que este contexto es fundamental que la instrumentación de un plan de estabilización, además de contemplar el pilar fiscal-monetario y cambiario, tenga como uno de sus pilares a las políticas de ingreso, incluyendo una mejor focalización de la política fiscal y acuerdos de precios y salarios que contribuyan a una mejora sostenida en las condiciones de vida.
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