Hoy comenzó a regir un nuevo aumento en los precios de la nafta y el gasoil. A lo largo del país la suba fue de alrededor del 3%, mientras que en CABA el incremento promedio el 7%. Sucede que las empresas buscan emparejar los precios entre la capital y el interior.
El motivo del salto en los surtidores es el traslado de la devaluación mensual del 2% que realiza el Banco Central y de la actualización en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL), que llevaban casi 4 años congelados. De esta manera, los combustibles acumulan una suba del 85% en lo que va del año.
En ese contexto, Infobae desarrolló una calculadora que, a partir de los precios de referencia para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que se estiman para los surtidores de la petrolera con mayor presencia en el mercado, permite presupuestar cuánto va a costar llenar el tanque.
La nafta súper de YPF, líder local con cerca del 60% del mercado, pasará en CABA de $992 a $1.059 por litro (aumento del 6,75%), según los precios reportados en el portal Surtidores. Este es el segmento de combustible más vendido.
Por su parte, la nafta premium pasó de $ 1.226 a $ 1.309 por litro (+6,75%). Por su parte el gasoil aumentó de $1.032 a $1.084 por litro (+5%) y el nuevo precios del gas oil premium es de $1.334 (+1%).
Llevado al costo de tanques de nafta se puede tomar, por ejemplo, el del FIAT Cronos, el auto más vendido en la Argentina, que carga 45 litros. En este caso, llenar el tanque con nafta súper cuesta $50.832 y con nafta premium, $64.752 en total.
Estos valores reflejan un encarecimiento que no solo afecta a los automovilistas sino también incide en el costo de bienes que requieren transporte, como los alimentos.
Entre los SUV, un Nissan Kicks tiene un tanque de 41 litros, un Chevrolet Tracker de 44 litros, un Toyota Corolla Cross naftero (no híbrido) carga 47 litros, un Volkswagen Taos o un Honda HR-V de anterior generación 50 litros y un Ford EcoSport 52. En esta categoría podrían entrar también un Chevrolet Spin, que tiene un tanque de 53 litros, o un Renault Duster, que carga 51 litros en sus tres opciones 4×2 o 50 litros en la versión de tracción integral.
Si hablamos de camionetas compactas, una Chevrolet Montana carga 44 litros, una Renault Oroch 45 litros, Volkswagen Saveiro 55 litros, Fiat Toro 60 litros y Ford Maverick 64 litros. Entrando a la categoría de camionetas medianas, también conocidas como de una tonelada por su capacidad de carga, prácticamente todas tienen la misma capacidad del tanque de combustible en 80 litros. Estas son Ford Ranger, Volkswagen Amarok, Toyota Hilux, Renault Alaskan y Nissan Frontier. En cambio, la Chevrolet S10 tiene un tanque de 76 litros.
Los sucesivos aumentos ya están impactando en el consumo de combustibles. En este sentido, según un reporte de la consultora Politikon Chaco, en julio la venta al público en todo el país fue de 1.464.851 metros cúbicos, entre naftas y gasoil. “En la comparación contra igual mes de 2023, exhibieron un retroceso del 5,3%, siendo el octavo mes consecutivo con descensos aunque en este caso tuvo una marcada desaceleración de la velocidad de caída (en junio, había sido -12% interanual)”, aseguraron.
No obstante, “respecto al mes previo (junio 2024) las ventas mostraron una considerable recuperación con un alza del 11,5%. Se destaca, en este marco, que el volumen comercializado en julio fue el segundo más alto en lo que va del año, únicamente por debajo de febrero (1,47 millones)”, precisaron.
Cómo reducir el consumo de la nafta
En un contexto de precios crecientes, es fundamental adoptar prácticas que permitan reducir el consumo de nafta. Algunas recomendaciones incluyen:
- Mantenimiento regular del vehículo: asegurarse de que el automóvil esté en buenas condiciones, incluyendo la presión adecuada de los neumáticos, puede mejorar la eficiencia del combustible.
- Conducción eficiente: evitar aceleraciones y frenadas bruscas, mantener una velocidad constante y utilizar la marcha adecuada pueden disminuir significativamente el consumo de nafta.
- Reducir el peso y la resistencia: evitar llevar cargas innecesarias y reducir la resistencia al viento (por ejemplo, quitando portaequipajes no utilizados) puede mejorar la eficiencia del combustible.
- Planificación de rutas: utilizar rutas que eviten congestiones de tráfico y elegir caminos más cortos o eficientes puede reducir el tiempo de viaje y, por ende, el consumo de combustible.
- Uso de tecnologías eficientes: considerar vehículos con tecnologías de ahorro de combustible, como sistemas start-stop o vehículos híbridos, puede ser una inversión a largo plazo para reducir el gasto en nafta.
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