El arco político del último siglo en Argentina estuvo dominado por opciones variopintas de centroizquierda, sin que emerja una opción política más republicana en la oferta electoral. Un país acostumbrado por décadas a un bipartidismo que pelea por la representación de la “socialdemocracia criolla”.
Existieron destellos liberales durante el retorno de la democracia en 1983, pero sin lograr perdurar. La creación del PRO tras la crisis de 2002 también intentaba captar parte de ese espacio, aunque buscando alianzas para gobernar fue bajando banderas y resignando su propia identidad fundacional.
Recién en las elecciones presidenciales de 2019 y en las últimas legislativas de 2021 reaparecieron nuevas opciones liberales cosechando algunos votos, pero sólo para lograr un puñado de bancas testimoniales en la Cámara de Diputados. Todavía sin caudal de votos para aspirar a más, historia que cambia en las elecciones presidenciales de 2023.
Existieron destellos liberales durante el retorno de la democracia en 1983, pero sin lograr perdurar
Con poco más de dos años desde su fundación, “La Libertad Avanza” irrumpió este año al ganar las PASO sacando el 29,9% de los votos y quebrando el tradicional bipartidismo argentino. En primera vuelta logró sacar 30% de los votos y entrar en el balotaje, en el que obtuvo 55,7%, ganando la elección presidencial.
El evento es histórico en Argentina no sólo porque rompe con el bipartidismo, sino también por la irrupción de un partido liberal que gana las elecciones presidenciales por primera vez en la historia argentina y con el mayor caudal de votos en una elección. Pese al éxito electoral, La Libertad Avanza no tiene gobernadores y tiene minoría en ambas Cámaras del Poder Legislativo, por lo que las reformas y propuestas más libertarias difícilmente pasen por el Congreso.
La mochila de arrastre y el futuro
Argentina cumple 12 años sin crecimiento económico, el mayor período de recesión de la historia argentina, destronando a la década de los ‘80. La falta de crecimiento elevó la pobreza a cerca del 45% de la población, y los que no son pobres, subsisten con salarios que colapsaron a 350 dólares, aún los registrados.
El país que un siglo atrás se codeaba entre las economías de mayor PBI per cápita, hoy es un país de mitad de tabla, al caer al puesto 130, y en baja.
El déficit fiscal cerrará casi en 6% del PBI y el déficit cuasifiscal en 9% del PBI: 15% total. Todo se cubre con emisión monetaria, generando un piso estructural de inflación de tres dígitos que llegará a 200% este año. El déficit comercial superará USD 8.000 millones y el déficit en el balance de pagos USD 18.000 millones. No se cumplieron las metas renegociadas en el acuerdo con el FMI.
Argentina cumple 12 años sin crecimiento económico, el mayor período de recesión de la historia argentina, destronando a la década de los ‘80, y provocando el aumento de la pobreza
El BCRA financiando al Estado agotó todas sus reservas internacionales e incluso adeuda USD 10.000 millones a China. Se elevó la deuda pública en USD 106.000 millones durante la actual gestión de Alberto Fernández, para llegar a un stock total de USD 419.000 millones. Falta sumar que el Estado este año perdió un juicio por USD 16.000 millones en Nueva York por expropiar YPF.
El gobierno que finaliza destruyó todo el sistema de precios de la economía. La brecha cambiaria de 150% habla de la magnitud del desastre. No sólo atrasó el dólar oficial, sobre ello atrasó las naftas, los servicios públicos, las prepagas, además de sumar controles de precios donde llegue el poder del Estado.
El nuevo gobierno anunció que buscará desarmar lo más rápido posible el actual modelo de cepos, prohibiciones y precios regulados. Procurará eliminar todos los controles de precios, todos los controles cambiarios y todos los controles y cupos a las importaciones.
El nuevo gobierno anunció que buscará desarmar lo más rápido posible el actual modelo de cepos, prohibiciones y precios regulado
La emisión del “plan platita”, la brecha cambiaria de 150%, las Leliq y la total destrucción del sistema de precios, ya hipotecó el año próximo. Argentina vivirá nuevamente un “rodrigazo” como en 1975. Un fogonazo inflacionario al salir de los precios políticos que se comen todas las reservas y destruyen la actividad económica, para volver a los precios de mercado y recuperar alguna posibilidad de crecimiento recién en dos años.
Sobre ello se tendrá que renegociar la deuda con el FMI, la deuda con China, la deuda en dólares, la deuda en pesos y la deuda de las leliqs. En fin, volver al capitalismo y reconstruir la economía prácticamente desde cero.
El autor es director de la consultora Econométrica
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