En las personas que tienen diabetes tipo 1, el cuerpo reacciona contra las células que fabrican insulina. Como consecuencia, se desarrolla la diabetes y se deja de producir la insulina. Por eso, se necesita recibirla de por vida.
Desde la ciencia se busca hacer que el mismo cuerpo del paciente vuelva a producir la insulina, y un ensayo en China dio un primer paso hacia el desarrollo del uso de células madre reprogramadas.
Se logró que una mujer de 25 años con diabetes tipo 1 empezara a producir su propia insulina menos de tres meses después de recibir el trasplante de células. El resultado fue publicado en la revista especializada Cell.
La mujer fue la primera persona con diabetes tipo 1 que recibe tratamiento con células extraídas de su propio cuerpo. Aunque por el momento la intervención funcionó, reconocen que se trata de solo de una intervención que deberá ser evaluada en más pacientes para verificar que tenga eficacia y seguridad.
Deng Hongkui, biólogo celular de la Universidad de Pekín, Zhongyang Shen, del Laboratorio Key de Medicina de Trasplante de la Academia China de Ciencias Médicas y colegas de otras instituciones son los científicos que llevaron adelante el estudio publicado.
Mientras tanto, tienen en seguimiento a otros dos pacientes que también recibieron sus propias células reprogramadas.
Qué implican los resultados hoy
En diálogo con Infobae, la vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Diabetes, Gabriela Rovira, comentó sobre la intervención con células madre en desarrollo en China: “Es una estrategia que busca producción de insulina desde la célula trasplantada para que el mismo paciente la pueda producir y quede libre de recibirla diariamente. Pero hay que considerar que se encuentra aún en una fase muy preliminar. Deberá ser evaluada en más personas y compararse con grupos de control”.
Para la experta, que es médica endocrinóloga del Hospital Británico de Buenos Aires, el mayor desafío es que las células reprogramadas sean aceptadas por el organismo de la persona que recibió el trasplante y que no se genere nuevamente la reacción inmunitaria que da lugar a la reaparición de diabetes tipo 1.
“En el futuro, si se demuestra la eficacia y la seguridad, la intervención podría combinarse con otros tratamientos que también retardan la respuesta del sistema inmune”, dijo.
Qué buscan para los pacientes con diabetes
Cuando una persona tiene diabetes tipo 1, su páncreas no produce insulina o produce muy poca. La insulina ayuda a que el azúcar en la sangre entre a las células de su cuerpo para que la usen como fuente de energía.
La diabetes tipo 1 es menos común que la diabetes tipo 2: aproximadamente el 5-10 % de las personas con diabetes tienen la tipo 1, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos. El tratamiento convencional es la indicación del suministro de insulina.
Pero desde fines de la década de 1990 se están desarrollando ensayos con células madre, que pueden diferenciarse y cumplir diversas funciones en el organismo.
En abril pasado otro grupo de investigadores de Shanghai, en China, informó que había trasplantado con éxito islotes productores de insulina en el hígado de un hombre de 59 años con diabetes de tipo 2.
Los islotes procedían también de células madre reprogramadas del propio cuerpo del paciente, que desde entonces ha dejado de administrarse insulina.
En el nuevo estudio publicado en Cell, el doctor Hongkui y su equipo extrajeron células de tres personas con diabetes tipo 1 y las revirtieron a un estado pluripotente, a partir del cual podían moldearse en cualquier tipo de célula del organismo. Una de esas personas es la mujer de 25 años que empezó a producir la insulina menos de tres meses después de recibir el trasplante.
Se utilizó una técnica de reprogramación, que había sido desarrollada por Shinya Yamanaka en la Universidad de Kioto, Japón, hace casi dos décadas. Pero Deng y sus colegas modificaron la técnica: en lugar de introducir proteínas que desencadenaran la expresión génica, como había hecho Yamanaka, expusieron las células a pequeñas moléculas. Ese cambio posibilitó un mayor control sobre el proceso.
Los investigadores luego usaron las células madre pluripotentes inducidas químicamente (iPS) para generar grupos de islotes en 3D. Probaron la seguridad y eficacia de las células en ratones y primates no humanos.
En junio del año pasado, inyectaron el equivalente a aproximadamente 1,5 millones de islotes en los músculos abdominales de la mujer. Era un nuevo lugar para los trasplantes de islotes.
La mayoría de los trasplantes de islotes se inyectan en el hígado, donde las células no pueden observarse. Sin embargo, al colocarlos en el abdomen, los investigadores pueden controlar las células mediante resonancia magnética y extraerlas si fuera necesario.
Dos meses y medio después, la mujer producía insulina suficiente para vivir sin necesidad de recargas, y ha mantenido ese nivel de producción durante más de un año.
Para entonces, la mujer había dejado de experimentar los peligrosos picos y caídas de los niveles de glucosa en sangre, que se mantenían dentro de un rango objetivo durante más del 98% del día.
“Ahora puedo comer azúcar. Disfruto comiendo de todo, especialmente estofado”, dijo la mujer que vive en Tianjing, en una llamada con Nature, tras más de un año desde el trasplante.
“Es extraordinario. Si esto es aplicable a otros pacientes, será maravilloso”, dijo Daisuke Yabe, investigador de diabetes de la Universidad de Kioto, quien no colaboró en el estudio y fue consultado por la revista Nature.
Los resultados son intrigantes, pero deben reproducirse en más personas, señaló Jay Skyler, endocrinólogo de la Universidad de Miami, Florida, que estudia la diabetes tipo 1. Ese experto también quiere comprobar que las células de la mujer siguen produciendo insulina durante cinco años antes de considerarla “curada”.
Con respecto a los otros dos participantes del ensayo, el doctor Deng contó que los resultados son “también muy positivos”, y que alcanzarán la marca del año en noviembre, tras lo cual espera ampliar el ensayo a otros 10 o 20 individuos.
Cuáles son los otros estudios en marcha
En junio pasado, se presentaron los resultados preliminares de un ensayo dirigido por la empresa Vertex Pharmaceuticals de Boston, Estados Unidos.
Una docena de participantes con diabetes tipo 1 recibieron islotes derivados de células madre embrionarias donadas que se inyectaron en el hígado. Todos fueron tratados con inmunosupresores. Tres meses después del trasplante, todos los participantes empezaron a producir insulina cuando había glucosa en su torrente sanguíneo. Algunos se habían vuelto independientes de la insulina.
El año pasado, Vertex puso en marcha otro ensayo en el que se colocaron células de islotes derivadas de células madre donadas en un dispositivo diseñado para protegerlas de los ataques del sistema inmune. Se trasplantaron a una persona con diabetes de tipo 1, que no recibió inmunosupresores. Ese ensayo sigue en curso.
En Japón, el doctor Yabe también está a punto de iniciar un ensayo con células de islotes producidas a partir de células iPS de donantes. Planea desarrollar láminas de islotes y colocarlas quirúrgicamente en el tejido abdominal de tres personas con diabetes de tipo 1, que recibirán inmunosupresores. El primer participante debería recibir el trasplante a principios del año que viene.
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