Martín Galdeano es el presidente de Ford Argentina y Ford Sudamérica desde comienzos de este año, pero su carrera profesional lo llevó a ocupar posiciones en distintas áreas de la compañía en lugares tan distintos y distantes como Inglaterra, Estados Unidos o Italia. Pero su vida siempre estuvo ligada a Ford, ya que su padre entró a la compañía en el año de su nacimiento y porque él mismo comenzó su carrera profesional en General Pacheco en 1998, a través de un programa de pasantías que aún hoy funciona exitosamente para formar a sus empleados.
Es un dato de color que, sin embargo, adquiere mucho valor cuando desde la marca surge una noticia que no está referida a un lanzamiento de un nuevo modelo o una inversión en tecnología sino al programa de apoyo a la educación que Ford y su red de concesionarios lleva adelante desde hace 22 años años bajo el nombre de “Educación para un Nuevo Mañana” con la finalidad de renovar y modernizar las 41 escuelas construidas y donadas por la marca entre los años 1968 y 1982 en los puntos más distantes del país.
El compromiso de Ford con la educación es casi tan longevo como la fábrica de Pacheco misma, inaugurada en 1963. Un piloto profesional de renombre como Guillermo Kissling, quién corrió para Ford en Fórmula 2 en los años 80, fue uno de los alumnos de la primera camada de la Universidad Tecnológica de Pacheco, en la que Ford fue pilar fundamental para su puesta en marcha en 1968. Hoy, los alumnos de la escuela técnica Henry Ford, que tiene 60 años de historia, se destacan en cada edición del Desafío Eco, una carrera reservada para alumnos de colegios industriales que deben construir sus propios autos eléctricos y participar de la competencia.
En esta oportunidad, la noticia viene desde mucho más lejos, desde la provincia de Chubut, en la zona de la cordillera andina, donde se inauguraron las obras de remodelación de la Escuela N°103 de Villa Lago Rivadavia, una localidad que se encuentra en zona de frontera, unos 100 km al noroeste de la ciudad de Esquel.
Las obras realizadas incluyeron nuevos espacios con foco en la seguridad, el confort y el compromiso con el medio ambiente para mejorar la calidad de vida de alumnos y docentes. El establecimiento brinda clases a niños en el nivel inicial, primario y secundario, pero como toda escuela en zonas inhóspitas o alejadas de las grandes urbes, también funciona como comedor para sus 28 estudiantes, que mayormente llegan todos los días desde zonas rurales.
La escuela fue fundada en 1928 y luego reubicada en Villa Lago Rivadavia en 1938. Fue en noviembre de 1971 cuando recibieron por primera vez una visita de representantes de Ford Argentina, quienes relevaron las necesidades de la comunidad educativa, antes que pocos días después sus instalaciones quedaran consumidas por el fuego de un incendio. Fue entonces que Ford priorizó esta obra y apenas unos pocos meses después, el 23 de septiembre de 1972, lograron inaugurar un nuevo edificio escolar construido desde cero.
Posiblemente por esta razón, el acto desarrollado a fines de septiembre haya tenido una mayor trascendencia y una carga muy intensa de emoción en todos quienes participaron del evento, en el que los chicos pudieron disfrutar un día inolvidable de juegos recreativos junto a sus familiares y amigos. Además de los ejecutivos de Ford y del concesionario Pedro Corradi, padrino de la escuela, estuvieron presentes autoridades provinciales y locales y hubo una visitante especial, la jugadora de Las Leonas, Agustina Albertario, quién dio una charla motivacional para todos los alumnos contando sus vivencias como deportista de alta competencia y campeona olímpica.
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