La Dirección General de Aduanas incorporó diez cachorros de raza labrador retriever, compuestos por seis machos y cuatro hembras, a su equipo de detección. Los nuevos integrantes, que llevan nombres como Coco, Pseudo, Bulón, Héctor, Pastel, Aegon, Gilda, Epumer, Kika y Sansa, fueron nombrados en homenaje a figuras de la música argentina y personajes de la serie “Juego de Tronos”. Estos cachorros comenzaron su entrenamiento en el Centro de Entrenamiento Canino K9 de la Aduana.
El entrenamiento de estos cachorros, que tienen tres meses de edad, comenzó hace un mes. La preparación se basa en actividades lúdicas que buscan fortalecer la motricidad y la percepción espacial de los perros. Según Paula Doura, Jefa de la División Adiestramiento de Canes y Entrenamiento de Guías, “comenzaron con juegos de presa y trabajos de destreza a través de la comida. Con esto logramos que empiecen a explorar distintas superficies, tanto móviles como en altura”. Estas actividades están diseñadas para prepararlos para las condiciones que encontrarán en su trabajo operativo.
El objetivo del entrenamiento es que los cachorros se conviertan en canes especializados en la detección de estupefacientes y divisas. Formarán un equipo con un guía aduanero, con quien vivirán y trabajarán. Actualmente, la Aduana cuenta con 144 equipos activos y 65 en formación a nivel nacional. Las razas utilizadas incluyen border collies, golden retrievers, labradores, ovejeros alemanes y ovejeros belgas malinois.
En esta primera fase, los cachorros realizan actividades que les ayudarán a acostumbrarse a las condiciones de su futuro trabajo. Estas actividades incluyen juegos en superficies con diferentes texturas y en presencia de luces y sombras, para que puedan desenvolverse sin problemas en diversas situaciones. “Los juegos que se les proponen ahora los acostumbran, por ejemplo, a superficies con diferentes texturas y a la presencia de luces y sombras para que puedan desenvolverse sin inconvenientes en las distintas situaciones que se les presenten”, explicó Doura. El centro de entrenamiento en Boulogne fue certificado por la Organización Mundial de Aduanas (OMA) como Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC). Este centro es uno de los 18 CRAC acreditados por la OMA en todo el mundo y el único de habla hispana. En América, hay tres centros más, dos en EE.UU. y uno en Canadá.
Los perros adiestrados juegan un papel crucial en la detección de sustancias ilegales y divisas, y su entrenamiento asegura que estén preparados para enfrentar diversos desafíos. Con esta adición, la Aduana refuerza su equipo y continúa con su misión de proteger las fronteras y garantizar la seguridad del país.
El uso de perros en la detección de estupefacientes y divisas es una práctica común en muchas aduanas del mundo. Los perros tienen un sentido del olfato altamente desarrollado, lo que los hace particularmente efectivos para esta tarea. El entrenamiento que reciben en centros especializados, como el de Boulogne, está diseñado para maximizar estas habilidades. Los perros son entrenados para detectar una amplia variedad de sustancias y para operar en diferentes entornos, desde aeropuertos hasta puestos de control fronterizos.
La selección de los cachorros para este tipo de entrenamiento es un proceso riguroso. Se buscan perros con ciertas características físicas y de comportamiento que los hagan adecuados para el trabajo de detección. Una vez seleccionados, los perros pasan por un período de entrenamiento intensivo que puede durar varios meses. Durante este tiempo, se les enseña a reconocer y alertar sobre la presencia de sustancias específicas. También se les acostumbra a trabajar en diversos entornos y a manejar situaciones estresantes.
Además del entrenamiento de los perros, la Aduana también entrena a los guías que trabajarán con ellos. Los guías aprenden a interpretar las señales que los perros les dan y a manejar situaciones en las que el perro indique la presencia de una sustancia ilegal. Esta relación entre el perro y el guía es crucial para el éxito del equipo. Los guías deben ser capaces de trabajar de manera efectiva con sus perros y de mantener su entrenamiento y habilidades a lo largo del tiempo.
La certificación del centro de entrenamiento de Boulogne por parte de la OMA es un reconocimiento a la calidad del programa de entrenamiento de la Aduana. La OMA establece estándares internacionales para el adiestramiento de perros de detección y certifica a los centros que cumplen con estos estándares. La certificación del centro de Boulogne significa que el programa de entrenamiento de la Aduana cumple con los más altos estándares internacionales. Esto asegura que los perros y guías de la Aduana están bien preparados para su trabajo.
El trabajo de los perros de detección en la Aduana no está exento de desafíos. Los perros deben ser capaces de trabajar en entornos variados y a menudo estresantes. También deben ser capaces de detectar sustancias que pueden estar bien ocultas. Sin embargo, el uso de perros de detección también presenta muchas oportunidades. Los perros son una herramienta invaluable en la lucha contra el contrabando y otros delitos. Su capacidad para detectar sustancias ilegales puede hacer una gran diferencia en la efectividad de la Aduana.
La Aduana tiene planes para continuar expandiendo y mejorando su programa de adiestramiento canino. Esto incluye la incorporación de más perros y la mejora continua del entrenamiento que reciben. La certificación por parte de la OMA es un paso importante en este proceso, ya que asegura que el programa cumple con los estándares internacionales. La Aduana también planea seguir trabajando en la formación de sus guías, asegurando que tengan las habilidades necesarias para trabajar eficazmente con sus perros.
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