Sobre un total de 66 países, Argentina se ubica en el puesto 16 entre aquellos con más postas diplomáticas en el mundo. Los sucesivos cancilleres apostaron por tener un rol activo en materia comercial a través de la presencia en 89 países y 150 ciudades. Sin embargo, no en todos los casos lograron colocar y diversificar exportaciones con éxito.
Según el Global Diplomacy Index del Lowy Institute, Argentina cuenta con 87 embajadas, 54 consulados y 7 misiones permanentes.
Todos los países que anteceden a la Argentina en el ranking de presencia diplomática internacional tienen PBIs muy superiores y uno solo (Canadá) tiene menos población. Hay que avanzar al puesto 20 (Hungría) para encontrar un país con un PBI menor. La Argentina también supera en número de postas diplomáticas al promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En el Top 3 del ranking de presencia diplomática global se encuentran China, con 274 postas, EEUU, con 271, y Turquía, con 252 postas
En el top 3 del ranking se encuentran China con 274 postas diplomáticas y un PBI de 18,1 billones (millones de millones) de dólares, EEUU con 271 postas y un PBI de USD 26,9 billones y en tercer lugar se sitúa Turquía, con un total de 252 y un producto de USD 1,2 billones.
Le siguen Japón, Francia, Rusia, Reino Unido, Alemania, Italia, Brasil, India, España, Corea del Sur, México, Canadá y la Argentina, cuyo PBI asciende a USD 622.000 millones, según las estimaciones de Lowy.
“Buenos Aires es la capital de un imperio que nunca existió” es una frase que algunos atribuyeron a André Malraux, intelectual francés, que llegó a ser ministro de Cultura de De Gaulle, y otros a José Ortega y Gasset, un filósofo español. De igual modo, los datos del índice del Lowy Institute sobre la estructura diplomática argentina sugieren un país (o una potencia) con un peso político y económico que en verdad no tiene.
Entre los motivos de una menor o mayor presencia diplomática de los países, Patricio Giusto, especialista en relaciones internacionales y consultor político, mencionó la estructura económica y las prioridades históricas de política exterior.
Estructura desactualizada
Según Giusto, la estructura diplomática del país ha quedado muy desactualizada: hay sobre-representación en países europeos que no son importantes ni económica ni políticamente para el país, como el caso de Bulgaria y Rumania y en algunos de Centroamérica, donde la única razón histórica fue el apoyo de esas naciones en el Comité de Descolonización de la ONU, por Malvinas. A su vez, “tenemos una escasísima representación en Asia y en el norte de África, otra zona con enorme complementariedad económica donde estamos pobremente representados”, precisó.
Aún no está claro si la actual canciller, Diana Mondino, mantendrá dicho número de postas diplomáticas, si hará alguna relocalización o sumará nuevas atendiendo las nuevas relaciones comerciales que Argentina desarrolló en los últimos años. Por el momento, la motosierra no pasó por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto: según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), se aumentó el presupuesto para 2024 un 34,1% en marzo y un 38,9% más esta semana. Puntualmente, el crédito para el programa “Mantenimiento y Promoción de las Relaciones Económicas Internacionales” se incrementó 17,8%, en $1.911 millones.
“Tenemos una escasísima representación en Asia y en el norte de África, zonas con enorme complementariedad económica” (Patricio Giusto)
También, a través de la Resolución ministerial 149/2024, se abrió la inscripción para el Concurso Público Anual de Ingreso al Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), con 22 cupos disponibles.
Promoción de exportaciones
En tanto, los distintos cancilleres han manifestado su voluntad de promover exportaciones, resaltando la misión clave que tenía la diplomacia argentina en ese sentido. Sin embargo, hace 40 años el país se había posicionado en el puesto 33 de la lista de los mayores exportadores del mundo, mientras que en 2023 se ubicó en el 55. En esta línea, en 1983 Argentina generó el 0,47% de las exportaciones mundiales y en 2023, solo 0,27% del total, según precisó Marcelo Elizondo, presidente del comité argentino de la International Chamber of Commerce (ICC).
“Está claro que con tener muchas sedes diplomáticas no es suficiente porque desde la recuperación de la democracia el retroceso argentino en capacidad exportadora en décadas es notable”, consideró el especialista.
Asimismo, de acuerdo a datos oficiales, desde inicios de siglo, la composición de los principales 10 destinos de exportación no presentó grandes cambios. Brasil, China, Estados Unidos, Chile, España y Países Bajos han sido una constante. En los últimos años se incorporaron a la lista India y Vietnam.
En este sentido, y teniendo en cuenta la centralidad que tiene Argentina como exportadora de alimentos, desde la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), que nuclea a 34 cámaras del sector y abarca a un universo de más de 14.500 empresas, aseguraron que las políticas públicas llevadas a cabo desde cancillería para incrementar y diversificar las ventas al exterior no han sido efectivas.
Por caso, en los últimos 10 años, Argentina permanece estancada en el share de exportaciones mundiales de esta industria. “Ni siquiera el contexto de alta demanda global de alimentos y bebidas durante la pandemia y los conflictos bélicos logró ser capitalizado para incrementar la participación”, señalan.
Además, los principales diez destinos de exportación en 2023 concentraron casi la mitad de las ventas externas totales del sector y la matriz de productos exportados mostró una alta concentración: los primeros tres sectores (alimentos para animales, grasas y aceites y carnes) acapararon el 77% de las exportaciones totales.
La entidad sostiene que es fundamental la agenda de internacionalización de los sectores de la industria de alimentos y bebidas para crecer y que la agenda de competitividad en este sentido se vuelve central.
Por su parte, Elizondo explicó que “los negocios dependen cada vez más de las propias acciones de las empresas que forman redes de negocios internacionales (ecosistemas) entre sí. Creo que la apertura de mercados surge de lineamientos de políticas públicas como tratados de libre comercio, normas internas favorables a la inversión exterior e instituciones que favorecen la competitividad empresarial. Las sedes diplomáticas son agentes que pueden ser útiles para prestar algunos servicios (inteligencia de mercados, agendas comerciales, organización de viajes de negocios, etc.) pero lo central es lo primero”.
Economías regionales y pymes
Respecto a las pymes, y en esta línea, Alfredo González, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), afirmó que desde siempre la colocación de productos en el exterior respondió más a una gestión propia que de Cancillería y que faltan muchas regulaciones y simplificaciones para que se pueda exportar más.
“El rol de Cancillería es muy importante, sobre todo en el trabajo que se viene haciendo en los tratados de libre comercio que es una de las grandes trabas que tenemos para exportar” (Patricia Ortiz, Bodegas Argentinas)
En cambio, algunas economías regionales sí se vieron favorecidas por el accionar del Ministerio de Relaciones Exteriores y su presencia en distintos países. Desde Bodegas de Argentina, la cámara empresaria que representa el 90% de las exportaciones y el 70% del mercado interno de vinos, Patricia Ortiz, también CEO de Fincas Patagónicas, afirmó: “El rol de Cancillería es muy importante, sobre todo en el trabajo que se viene haciendo en los tratados de libre comercio que es una de las grandes trabas que tenemos para exportar porque es un costo extra, un 5% más, que es mucho en un sistema que tiene poco margen”.
“Hace poco tuvimos una reunión con ellos y nos contaron los avances que hay con el Mercosur, la Unión Europea, las negociaciones que se empezaron a hacer con Corea y lo que se está pensando para India. Es decir, vemos que en ese sentido siempre están trabajando pero muchas veces los resultados no dependen de Cancillería, sino que son negociaciones bilaterales y sabemos que del otro lado hay mucha protección de la industria local y eso hace que no se avance en la velocidad que nosotros queremos”, contó.
“Nosotros estamos conformes con el trabajo que hacen las embajadas en los distintos países. Destaco a las embajadas de Estados Unidos e Inglaterra que en los distintos gobiernos siempre han estado muy abierta a nuestra industria”, concluyó Ortiz.
Silvio Leguia, gerente comercial de Productores de Yerba Mate de Santo Pipo (Piporé), uno de los principales exportadores del país, dijo: “Siempre fuimos usuarios de ferias internacionales, donde Cancillería gestiona los espacios para los stands de las empresas argentinas a través de la Agencia Argentina de Inversión y Comercio Internacional. También hemos sido parte de las dos últimas misiones oficiales a Bangladesh e India y la que se hizo el año pasado a Londres y Lisboa, y la verdad es que solo tengo palabras positivas para decir, tanto de la organización, como de la predisposición, el seguimiento y después también las instancias posteriores que buscan afianzar los contactos que se hicieron”.
El presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), Nicolás Sánchez, explicó que la cancillería tiene un rol activo en cuanto a protocolos fitosanitarios pero que no han habido cambios significativos en los mercados a los que exportan.
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