Quizá porque este presente apabulla, esta cronista necesita ir al encuentro del futuro (no muy lejano) a través de una pregunta. Más aún luego de la noche del miércoles en el Luna Park, que no pareció ser un show musical, ni la presentación de un libro, donde no hubo un estadio repleto y donde no pareció haber un Presidente. Donde el protagonista, entre otras cosas, aludió a Roma y no a Atenas (siempre prefiere ralear, ningunear a la democracia).
Algún día, la presidencia de Milei concluirá (10 de diciembre de 2027). La pregunta es: ¿qué Argentina dejará el Presidente? En lo económico, en lo social, en lo conceptual. Es decir, en lo atinente a la identidad, a la noción de país, de nación.
Graciela Camaño le dice a Infobae: “Milei es un subproducto que afecta al producto, porque éste tiene culpa”.
Además, se interroga sobre cómo el peronismo le permitió a Cristina Kirchner llegar tan lejos: “Después de estar en el banquillo de los acusados, se la votó”.
Argentina viene de dos crisis terminales en lo económico: 1989/1990 y 2001/2002, a las que se les deben anexar tres últimos rotundos fracasos económicos, los de Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández. En realidad no daba para más, y así surgió Milei, montándose sobre una sociedad que ya había cambiado. Sociedad que cambió ante el fracaso de los dirigentes políticos tradicionales recién descriptos, en manos tanto de la coalición kirchnerista como de Cambiemos. Seguramente, la pregunta formulada no tiene respuesta hoy. Porque depende de lo que decida esta sociedad, que está viva y movilizada. Sociedad que utilizó a Milei de mensajero para quienes deben hacerse cargo de sus fracasos.
Cabe aquí otra pregunta: ¿le interesará a esta sociedad, en caso de que la política tradicional lo entienda y se reformatee, el resultado que le ofrezca? ¿Cuál será la nueva conciencia social de una sociedad que venía desangrándose y aceptó un cambio de época?
Mientras tanto, alguien muy allegado al Presidente le dice a Infobae: “Javier es un obsesivo de lo económico, tiene todo planificado. Está muy contento sobre cómo viene saliendo todo. El rebote será en ‘V’ y tiene calculado cuándo ocurrirá: será este año. El Presidente sabía que íbamos a tener recesión y desempleo, pero confía en que ambos se irán recuperando más rápido de lo pensado, con acceso al crédito y otras medidas que impactarán positivamente en el segundo semestre. Cree que el cepo también será levantado antes de fin de año”.
Mi interlocutor cuenta que Milei le ha dicho: “No necesité la Ley Bases ni el paquete fiscal para llegar aquí, pero, si la aprueban, todo será más rápido”. A propósito de las mismas y las modificaciones que se están introduciendo en el Senado, la fuente consultada sostiene que, salvo el tema ganancias -aún Casa Rosada no sentó postura-, las otras serían aprobadas en Diputados. Y le asegura a esta cronista que el Presidente no las vetará. Sí el FONID, en caso de restituirse, u otra modificación que afecte las cuentas públicas.
Sobre el armado político, sostiene que al Presidente no le interesa. Por eso lo encara Karina, y analizarán estrategias por distrito. La LLA se siente hoy muy fuerte y creen que el PRO se derrite como helado al sol. Piensan que el radicalismo es un enigma. Por supuesto que mi interlocutor, con gran sinceridad, reconoce que esto es así, sí y solo sí, para febrero se logra controlar la inflación, reactivar la economía y subir el empleo.
Un dato más. Cuando el presidente Macri se alió a la UCR, esterilizó al radicalismo pero a su vez éste le impidió al ex Presidente que desarrolle su perfil ideológico puro. Hoy, en este revoltijo político, podría darse que LLA desguace al PRO y también absorba parte de un sector del radicalismo. Pero también podría suceder que ambos sectores excluidos generen una nueva alianza, inclusive hasta con un peronismo no kirchnerista.
Dato de la realidad dura: si se triplican el aumento de las tarifas (luz, gas y transporte), ¿Misiones no replicará en otras geografías? Lo que allí está ocurriendo, ¿predice un accionar? ¿Puede contagiar?
Los gobernadores vienen amagando con sellar distintos pactos. Los intendentes son los más preocupados, porque la realidad les golpea la puerta sin intermediarios. Rosario ya estrenó ayer la “Marcha de las Ollas Vacías” desfilando frente al municipio, con carteles que decían: “En la ciudad que exporta el 80% de los alimentos al mundo faltan pan y carne”; “Con $ 40 mil mensuales debemos dar 200 racionas diarias”, “El hambre no espera”.
El gobierno nacional ha aplicado un ajuste brutal del 89.5% en las transferencias no automáticas de nación a provincia. Y en las automáticas, del 19.5%. Misiones no se arregla por la fuerza, sino por el diálogo.
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