(Juan Ignacio Roncoroni/)
Terminó hace unos días una nueva doble fecha de las Eliminatorias para la próxima Copa del Mundo. El seleccionado argentino, dirigido por Lionel Scaloni, enfrentó —en menos de siete días— a sus dos clásicos rivales en el continente: Uruguay y Brasil. Pese a que los resultados no fueron perfectos -la selección perdió 2 a 0 ante Uruguay en La Bombonera-, los campeones del mundo quedaron posicionados primeros en la tabla clasificatoria para el próximo Mundial de Fútbol.
Tanto los charrúas como la selección carioca son dos de los rivales más importantes para Argentina. Con partidos ganados y perdidos, los seleccionados se han enfrentado infinitas veces y lo seguirán haciendo, pero la cancha de fútbol no es la única en la que se encuentran.
Hace poco menos de un mes, The 1841 Foundation publicó una nueva edición del Índice de Infiernos Fiscales y, entre los 82 países que formaron parte del estudio, están Argentina, Uruguay y Brasil, pero los resultados no tienen mucho que ver con los del mundo futbolístico.
Argentina no repunta
Una vez más, Argentina ingresó en el podio de los peores infiernos fiscales y volvió a hacerlo en el tercer lugar, solo por detrás de Bielorrusia y Venezuela. De esta forma, Argentina se convierte en uno de los países de Latinoamérica y del mundo peor posicionados.
¿A qué se debe este pésimo resultado? Las principales causas son su elevado endeudamiento, la alta inflación —alrededor del 100% en 2022, la cifra más alta en décadas— y la debilidad de sus instituciones (vale destacar que el actual gobierno, presidido por Alberto Fernández, ha aumentado o creado 24 impuestos desde que asumió).
En esta oportunidad, “la celeste” se ubicó en el lugar número 72 del listado e ingresó en la categoría de países considerados “normales”
La inflación descontrolada, como es de esperar, ha generado una situación compleja. Se han desarrollado múltiples mercados cambiarios paralelos, las reservas del Banco Central se han vuelto prácticamente inexistentes y se estima que el déficit fiscal consolidado, incluyendo el del Banco Central, es del 8%, o incluso más, del PBI. A este catastrófico escenario, se le suma que la deuda soberana y la del Banco Central están aumentando a un ritmo que se ha tornado insostenible.
Brasil, una ingrata sorpresa
El que sí mostró novedades —y para nada buenas— fue Brasil, que se ubicó en el lugar número 5 del ranking, convirtiéndose en un país dentro de la categoría de infiernos fiscales y evidenciando un fuerte deterioro en comparación con la previa edición de este mismo estudio.
El ingreso de Brasil dentro de la categoría de infiernos tributarios no se debe tanto a un aumento en la presión fiscal —que, de hecho, se ha reducido levemente en el gobierno anterior— o a la inflación, sino principalmente a un incremento del gasto público y un deterioro en la calidad institucional de gobierno.
Eso sí, de la mano de las últimas reformas tributarias que acaba de introducir el gobierno de Lula, la expectativa es que veamos a Brasil en esta categoría por varios años más.
Uruguay, “el mejor de la clase”
Así como en esta última fecha de las Eliminatorias, en la que Uruguay ganó los dos partidos, el resultado en este estudio para el país charrúa da para alegrarse. Uruguay es el que obtuvo mejores resultados (¡por lejos!) si lo comparamos con Argentina y Brasil.
En esta oportunidad, “la celeste” se ubicó en el lugar número 72 del listado e ingresó en la categoría de países considerados “normales”. De hecho, si observamos la región, solo Aruba y Puerto Rico consiguieron mejores resultados que los uruguayos en América Latina y el Caribe.
El fútbol tiene sus propias reglas y sus propios resultados y, en ese campo, Argentina es el actual Campeón del Mundo. Pero en otras canchas, los resultados no son los mismos.
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