En el contexto actual, es muy común escuchar a la gente preguntarse qué puede hacer con sus pesos para obtener una rentabilidad extra y la respuesta, en general, termina siendo ahorrar en dólares. No obstante, llegado a ese punto, debería surgir una segunda cuestión, que es qué hacer con ese dinero en moneda extranjera.
Es importante conocer que el ahorro por sí solo -incluso aunque sea en dólares-, no es suficiente, ya que todas las monedas se van depreciando con el tiempo, producto de los procesos inflacionarios.
De hecho, Estados Unidos continúa su lucha para mantener a raya a la inflación y en la última semana la Reserva Federal (Fed) volvió a subir las tasas de interés para tal fin, mientras que en Europa, el Banco Central Europeo (BCE) tampoco terminó su batalla.
En este escenario, si el inversor tiene dólares, lo ideal sería invertirlos en algo que le genere rentabilidad a futuro. La buena noticia es que dentro del Mercado de Capitales, hay muchas alternativas para poder hacerlo.
El ahorro por sí solo -incluso aunque sea en dólares-, no es suficiente, ya que todas las monedas se van depreciando con el tiempo
Para los inversores más conservadores, existen una gran cantidad de Fondos Comunes de Inversión (FCI) en dólares. Algunos de ellos tienen la totalidad de su cartera en el mercado local, ya sea en bonos soberanos y sub soberanos o en obligaciones negociables. Mientras que otros invierten en renta fija y activos del exterior (sobre todo, países de Latinoamérica).
Entre las principales ventajas que un FCI otorga a un inversor, está la sencillez de su operatoria. Además, este vehículo, otorga la posibilidad de sumar alternativas que quizás, de manera particular, sería muy difícil de lograr. Tampoco tienen fecha de vencimiento, y su valor diario es público. Su liquidez y la diversificación de su cartera ayudan a minimizar los riesgos, lo que es claramente uno de sus atractivos.
En cuanto a los inversores un poco más experimentados, pero que no están dispuestos a aceptar demasiado riesgo, una alternativa muy atractiva son las Obligaciones Negociables (ONs). Se trata de bonos emitidos por empresas, cooperativas, asociaciones civiles constituidas en el país y, por ejemplo, las sucursales de las sociedades por acciones constituidas en el extranjero.
Como en cualquier título de deuda, el emisor se compromete, según los términos de las condiciones de emisión, a devolver al inversor en una fecha determinada el monto recibido en préstamo y a retribuir dicho préstamo con intereses.
Dado que quien invierte en un bono conoce de antemano el esquema de pagos y la renta que va a obtener, estos instrumentos se denominan de Renta Fija. Lo opuesto serían los instrumentos de Renta Variable, las acciones, en las que el inversor queda totalmente sujeto a los resultados que logre la empresa y su reflejo en el precio, y dividendos.
Una alternativa muy atractiva son las Obligaciones Negociables. Se trata de bonos emitidos por empresas, locales y sucursales de firmas extranjeras
Actualmente, existen Obligaciones Negociables bastante atractivas con rendimientos anuales superiores al 8 ó 9% anual en dólares. Algo interesante, además, sobre este instrumento, es que se puede ingresar tanto en pesos, como en dólares, pero los pagos de intereses y amortizaciones del capital son en esta última moneda (en las ON Hard Dollar).
Por último, para aquellos inversores más agresivos, que estén dispuestos a asumir un riesgo mayor buscando una rentabilidad más alta, dos instrumentos atractivos podrían ser los bonos soberanos y sub soberanos y los Cedear.
En el caso de los bonos soberanos y sub soberanos (provinciales) su funcionamiento, a rasgos generales, es el mismo que las obligaciones negociables, pero dado su nivel de riesgo, los rendimientos están en muchos casos en niveles superiores (algunos rindiendo más del 20% anual).
Por otro lado, los Cedear son activos de renta variable, ya que son certificados de acciones que cotizan en mercados del exterior y como tales, no conocemos la rentabilidad futura.
Dentro de este universo, existen diferentes alternativas, agrupando por sector, por empresa, etc. Incluso hay Cedear de ETF que permiten con un solo instrumento y a un monto muy bajo, estar diversificados en una gran cantidad de empresas.
Cualquiera de ellos se puede operar desde la mayoría de los ALyCs, siempre teniendo conocimiento acerca de las diferentes restricciones para operarlos.
Cabe notar que, antes de realizar cualquier inversión, lo aconsejable es que se consulte con un asesor financiero, para conocer los objetivos y aversión al riesgo y entender cuál es el instrumento que más se adecua a las necesidades del inversor.
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