Las consecuencias de polémica Ley de Alquileres se agravan día a día. Así, crecen los pactos paralelos al igual que sucede con el tipo de cambio, en donde se afianza un mercado “blue”, que se pacta al tipo de dólar libre, hoy en 553 pesos, algo que no está autorizado.
Se multiplican acuerdos por dos años y actualizaciones semestrales por fuera de la ley, aunque ahora surgieron acuerdos en donde propietarios les exigen a inquilinos que paguen ajustes trimestrales, pero ya no solo midiendo la inflación acumulada, sino que el aumento se fija en línea con la cotización alternativa.
Especialistas del mercado inmobiliario sostienen que esta modalidad insólita se observa en la ciudad de Buenos Aires como en otros territorios del país y que es producto del desacople generado por la ley que rige desde julio de 2020. Y que son “arreglos” entre dueños e inquilinos en forma directa (excluyen las inmobiliarias).
Agrupaciones de inquilinos sostienen que las inmobiliarias también incumplen la ley y avalan que los dueños pidan requisitos insólitos tanto para hacer un contrato nuevo como la extensión
Los propietarios suelen pedirles a los inquilinos que para extender su contrato se aumente cada tres o cuatro meses según la suba del dólar libre: quiere decir que si la divisa libre subió un 30% en tres meses, ese será el aumento en pesos en la prórroga. Esto se aprecia en distintas partes del país como en Mendoza capital.
Eduardo Rosta, presidente de presidente del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Mendoza, comentó a Infobae que “el mercado de alquileres blue creció porque dueños e inquilinos terminan acordando fuera del ámbito de la ley y muchos increíblemente sostienen que así tienen más certeza. Pactan precios en dólares, con incrementos trimestrales. Se escucha de todo, nada sorprende”.
También están quienes piden precios de USD 500 o su correlato en pesos. Acuerdan el día que hacen el “pacto” de prórroga o de un contrato de un año, pero fuera de la normativa.
Agrupaciones que representan a inquilinos sostienen que la Ley sigue vigente y que sólo podría modificarse en el Congreso. Aunque entienden que hay una sesión especial Post PASO para el 23 de agosto en Diputados y la normativa podría cambiar hacia el tramo final del año o luego de que asuma el próximo gobierno.
Ricardo Botana, de la Unión Argentina de Inquilinos, dijo a Infobae que “esto es inaudito y les pedimos a los locatarios que no firmen pedidos extraños. Sabemos que hay mucha desesperación y gente que hace meses que busca una vivienda. Sugerimos que firmen todo de acuerdo a lo que exige la ley y en todo caso que hagan una extensión de contrato que sea por el mayor tiempo posible, mínimo un año, para asegurarse la vivienda y tener un buen plazo para conseguir otra”.
Viviana S., de Hurlingham, recibió una propuesta de la dueña de la casa: después de estar habitando 6 meses la vivienda de dos ambientes, la propietaria le pidió que el valor no se ajuste por inflación acumulada (50%) y que se haga, sino que en junio el aumento en vez de ser un 50%, que sería compensar la inflación acumulada de 2023, se pagara parte del contrato en pesos y parte en dólares.
Viviana S., recibió una propuesta insólita de la dueña de la casa que alquiló informalmente en Hurlingham a fin de 2022: a los 6 meses de vivir en esa propiedad dos ambientes, le pidieron que el valor no se ajuste por inflación acumulada, como habían pactado (hubiera representado un 50% más a junio para compensar la suba de precios acumulada de 2023), sino que pagara parte del contrato en pesos y parte en dólares hasta fin de año. Tuvo que aceptarlo.
“La Ley de Alquileres no funciona y logró desmadrar el mercado, ocasionando todo tipo de acuerdos, incluyendo actualizaciones más cortas y en dólares, entre otras opciones insólitas que se ven en todo el país” (Bennazar)
“En ese momento tuve que aceptar pagarlo, y en vez de abonar $38.000 como lo venía haciendo, tuve que saltar a 65.000 en solo 6 meses. Busqué y no había nada accesible, o pedían cualquier cosa, incluso superar ingresos de $800.000. Tuve que aceptar ese aumento y quedarme al menos hasta diciembre”, dijo a Infobae.
También se piden depósitos en dólares a la hora de hacer un contrato. Otra barrera de entrada para acceder a la vivienda.
Facundo L., de Chacarita, también debió acordar un aumento superior al que corresponde y por fuera de ley. “Se venció el contrato en mayo, por un PH de tres ambientes, y no había nada similar. Además como pagamos muy poco de mantenimiento, preferimos con mi esposa aceptar un aumento desmedido en julio y acordamos una extensión del contrato hasta enero”.
Pagaban $90.000 por el PH y tendrían que haber subido a $184.000 (por el Índice de Contratos de Locación que para julio era 104,04%), pero finalmente prefirieron cerrar en $215.000, y buscar otra vivienda para febrero.
“La Ley de Alquileres no funciona y logró desmadrar el mercado, ocasionando todo tipo de acuerdos, incluyendo actualizaciones más cortas y en dólares, entre otras opciones insólitas que se ven en todo el país”, comentó a Infobae Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina.
Aumentos desmedidos
Los inquilinos ven que ganan terreno los alquileres por fuera de la ley que rige desde hace tres años. Y esta tendencia aumentó fuertemente al vencerse los primeros contratos este mes.
Por la inflación nadie quiere perder y buscan negociar cada seis meses, por lo menos. En agosto los ajustes anuales estarán en un 109%, según el ICL, por lo que se espera que aquellos inmuebles que finalicen sus contratos pactarán extensiones con incrementos interanuales por encima del 130 por ciento.
“Estamos esperanzados en la sesión luego de las PASO y que resuelvan sobre algunas de las posturas. Cinco instituciones presentamos una iniciativa particular en Diputados: reducción de contratos a 2 años y actualización como mínimo cada 4 meses. Pero, en el caso que no se de, no sabemos realmente cómo vamos a contener a los contratos que mes a mes vencen y no quieren renovar. La situación es muy preocupante”, concluyó Bennazar.
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