El expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), quien se encuentra bajo prisión preventiva mientras es procesado por presuntos delitos de corrupción vinculados a la empresa brasileña Odebrecht, volvió a pedir ayuda médica este lunes durante una audiencia judicial por el caso Interoceánica, donde se le imputa haber recibido 34 millones de dólares en sobornos para adjudicar dos tramos en la construcción de esta vía.
“No me dejan participar en la sesión y no estoy bien. Seguramente mi abogado les ha transmitido todo. Estoy pidiendo que me lleven a la clínica y no quieren. ¿Cómo hago para cumplir con ustedes?”, dijo Toledo, con voz quebrada, ante los jueces Zaida Pérez, Inés Rojas y Richarth Quispe, del Segundo Juzgado Penal Colegiado. “Les pido disculpas, por favor. Mi abogado está ahí, yo quiero participar como he venido participando desde que hemos comenzado”, añadió.
El exmandatario ya había solicitado atención médica el jueves pasado, también durante una audiencia en la que se desvaneció. En esa ocasión, el colegiado le permitió retirarse para ser atendido. “Me siento absolutamente mal. Quiero que me lleven a un hospital, a cualquiera, o a una clínica. Estoy con los trabajadores del INPE [Instituto Nacional Penitenciario], no hay un médico”, señaló antes de insultar a uno de los policías que lo resguardaba por interferir en su requerimiento.
Después de la reciente intervención de Toledo, Roberto Su, su abogado, indicó que desconocía lo que estaba pasando. “En todo caso, cuando él dice que no lo dejan participar, debe presenciar la audiencia, tomar notas, etc. Obviamente, no va a intervenir porque no corresponde, eso lo tenemos claro. El tema de salud es un asunto que tiene un trato aparte y no es parte de este proceso”, dijo.
En abril del año pasado, horas antes de entregarse a las autoridades estadounidenses como paso previo a su extradición, el exgobernante reveló que su estado de salud era muy malo. “Tomo 14 pastillas diarias, tengo hipertensión y sufro por los remanentes del cáncer”, dijo en una entrevista con la agencia EFE. Su condición médica ha sido su principal argumento para intentar paralizar el proceso judicial en el que se le acusa de haber recibido los sobornos.
Toledo también está acusado en el caso de presunto lavado de activos ‘Ecoteva’, por el que la Fiscalía pide 16 años de prisión para él, y ocho años para su esposa, Eliane Karp, quien se encuentra actualmente en Israel.
El INPE ha comunicado que el expresidente no requiere hospitalización, “ya que, conforme al reporte del área de salud del penal de Barbadillo, su estado es estable al no presentar una situación de emergencia ni de urgencia”. Sin embargo, su defensa sostiene que estaba “postrado en cama”.
“Estaba temblando con un fuerte dolor en el pecho. La presión estaba baja, él es hipertenso. Me dice que tiene hormigueos en las manos. Pedía ser trasladado a un centro de salud para que lo puedan evaluar. […] Aparte de la hipertensión, tiene gastritis, apnea de sueño. Es decir, tiene varios males, que está siendo tratado con varios medicamentos”, dijo su abogado.
A inicios de julio, Toledo fue trasladado al hospital II Vitarte, aunque el instituto penitenciario no proporcionó explicaciones sobre su estado de salud en ese momento.
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