Carlos Alcaraz es incombustible. Ni un rival crecido y mostrando su mejor rendimiento como demostró Nicolás Jarry, al que ha superó (6-3, 6-7, 6-3, 7-5) ni las circunstancias adversas, debido a la lluvia tuvo que disputar dos partidos en 24 horas sin descanso entre uno y otro, pueden con un Alcaraz centrado en conseguir en Wimbledon el segundo Grand Slam de su carrera deportiva.
El murciano sufrió más de lo esperado para derrotar al tenista chileno, levantó hasta cinco bolas de break, pero ya está, por segundo año consecutivo, en octavos de final de Wimbledon. “La clave es estar concentrado todo el tiempo. En el primer set, me ha exigido mucho. Este jugador es muy difícil de ganar. Tuve que creer en todo momento y estar concentrado todo el tiempo. Estoy muy contento de jugar en Wimbledon, es algo que sueño desde que empecé a jugar al tenis. En esta pista sientes algo especial. Es la pista más bonita en la que he jugado”, explicó Alcaraz tras acabar el partido.
El saque de Jarry complicó a Carlitos
“Ganar como se pueda es lo que distingue a los buenos de los muy buenos tenistas”, afirmaba el tenista español tras superar ayer a Muller. No encontró el español sus mejores sensaciones ante el francés y tampoco lo hizo este sábado ante Jarry, pero ambos se saldaron con mismo ganador: Alcaraz. Ante Jarry tuvo que ponerse el mono de trabajo y bajar al pasto de Wimbledon para llevarse el partido. El chileno se presentaba a la cita como el jugador con mayor progresión en 2023. El 1 de enero era el 152 del mundo y hoy es el 28, lo que supone un salto de 124 puestos y su mejor clasificación como profesional y saltó a la pista central del All England Lawn dispuesto a relflejarlo.
Su saque complicaba, y de qué manera, a un Alcaraz que, pese a ser uno de los mejores restadores, no lograba hacerlo de manera efectiva en el los primeros sets.
Noticia en ampliación
Hacer Comentario