Nueva York, 27 ago (EFE).- Este lunes comienzan en Nueva York dos semanas de apasionante tenis con enormes figuras de la raqueta en el Abierto de Estados Unidos, pero será muy difícil encontrar a alguien entre los aficionados que no quiera que el 10 de septiembre se jueguen el título masculino el español Carlos Alcaraz y el serbio Novak Djokovic.
El murciano, de 20 años y vigente campeón del Abierto de EE.UU., y el serbio, de 36 y tres veces vencedor en Flushing Meadows, llegan al último 'grand slam' del año con dos precedentes extraordinarios en los últimos meses: la final de Wimbledon que conquistó Alcaraz y el partido por el campeonato que se llevó Djokovic, la semana pasada en el Masters 1.000 de Cincinnati.
Aunque son de generaciones muy diferentes, Alcaraz y Djokovic representan en estos momentos el duelo más suculento y excitante del tenis masculino, un enfrentamiento además con un imponente respeto por ambas partes.
"Es uno de los mejores de siempre en nuestro deporte, sin duda. Todo lo que hace es increíble. (Admiro) su fortaleza mental. Nunca se rinde. En el momento más duro, parece que se viene abajo y va a perder, pero siempre se da una oportunidad para seguir jugando y para ganar", dijo Alcaraz este viernes a los medios.
"Carlos es el número uno del mundo. Es uno de los mejores jugadores del mundo en los últimos dos años. Mi equipo siempre le echa un vistazo (…). Estoy seguro que su equipo mira mis partidos", apuntó Djokovic.
El de Belgrado (número 2 del mundo) volverá al Abierto de EE.UU. tras su ausencia del año pasado por negarse a vacunarse contra el coronavirus.
La victoria en Cincinnati le dejó a solo un paso de recuperar el número uno del mundo y le bastará con derrotar al francés Alexandre Müller (84) en la primera ronda para recuperar el puesto más alto de la ATP.
Por su parte, Alcaraz empezará su defensa del título frente al alemán Dominik Koepfe (75).
Entre los posibles rivales para el de El Palmar aparecen el británico Daniel Evans (28) en tercera ronda, su compatriota Cameron Norrie (16) en octavos y nada menos que el italiano Jannik Sinner (6) en cuartos, un rival con el que ha tenido enfrentamientos memorables como el partido de esa misma ronda del Abierto de EE.UU. del año pasado que ganó Alcaraz, tras un duelo de cinco horas que acabó cerca de las tres de la madrugada.
El ruso Daniil Medvedev (3) podría cruzarse en su camino en semifinales mientras que a Djokovic solo se lo encontraría en la final.
En cuanto al resto de representantes masculinos, Alejandro Davidovich (21) arrancará frente al estadounidense Marcos Giron (62), Roberto Carballés (63) tendrá un muy complicado comienzo contra el danés Holger Rune (4), Albert Ramos (88) debutará contra el joven estadounidense Alex Michelsen (127) y Bernabé Zapata (76) se estrenará contra otra promesa norteamericana como Ethan Quinn (475).
En el cuadro femenino la noticia este sábado la dejó Paula Badosa (46), que dio por finalizada su temporada debido a sus problemas de espalda.
El sorteo había deparado un cruce de primera ronda entre Badosa y una leyenda del tenis como Venus Williams.
En cambio, con la moral por las nubes llegará a este 'grand slam' Sara Sorribes, que este sábado conquistó el WTA 250 de Cleveland venciendo en la final a la rusa Ekaterina Alexandrova.
Sorribes, que el lunes pasará de la posición 95 a la 55 del ránking mundial, se estrenará en el Abierto de EE.UU contra la ucraniana Anhelina Kalinina (28) mientras que Cristina Bucsa (70) se medirá con la checa Petra Kvitova (11) y Rebeka Masarova (74) se verá las caras con la griega Maria Sakkari (8).
Ninguno de los diez tenistas españoles -entre mujeres y hombres- que participaron en las rondas previas del Abierto de EE.UU. consiguió meterse en el cuadro principal del torneo. EFE
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