El consumidor pagó 3,4 veces más de lo que recibió el productor por los agroalimentos en febrero, según el Indice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
En promedio, la participación del productor explicó el 28% de los precios de venta final. La mayor participación la tuvieron los productores de pollo (61,5%), mientras que la menor fue para los de limón (10,1%).
En enero, la participación del productor había sido del 26,9% y la brecha de precios campo-góndola fue de 3,8 veces.
En detalle, del campo a la góndola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta indicador se multiplicaron por 4,9 veces en febrero, lo que representa una disminución del 14,3% con respecto a enero.
En tanto, por los 5 productos y subproductos ganaderos que componen la canasta, el consumidor abonó 2,9 veces más de lo que recibió el productor, un 10,3% menos que el mes previo.
Cabe destacar que según el Indice de Ventas Minoristas de CAME, las ventas del rubro Alimentos y Bebidas bajaron 33,3% anual en febrero y acumulan una caída de 35,2% en los primeros dos meses del año frente al mismo periodo de 2023, como resultado de la caída del poder adquisitivo y la falta de convalidación de precios por parte del consumidor. Es decir, la baja se explica por una retracción de la demanda.
Además, “durante el primer bimestre del año todos los eslabones de las distintas cadenas de valor han visto afectada su rentabilidad por los fuertes incrementos de costos, no sólo debido a la devaluación, sino también al aumento del transporte y la logística, entre otros”, señaló la entidad en su informe.
Productos con mayores brechas
El limón (9,9 veces), el ajo (8,1), la manzana roja (6,6), el zapallito (6,3) y la pera (6,2), fueron los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.
“El limón, por un exceso de oferta que también se replicará en los cítricos dulces -ante la buena perspectiva de cosecha-, presentó una baja de precios tanto al productor (45,1%) como al consumidor (11,2%), mientras que el ajo sólo presentó variaciones en góndola, registrando un incremento del 6,8%”, señalaron desde CAME.
Por su parte, las frutas de pepita -en una nueva época de cosecha y fijación de precios para 2024- se comportaron de forma distinta. La manzana presentó una suba tanto en origen (11,5%) como en destino (14,3%), pero la pera solamente aumentó al productor (14,1%), ya que al consumidor bajó un 5,4%.
Por último, el zapallito, producto que subió en ambos extremos de la cadena: 34,2% en origen y 21,2% en destino.
Productos con menores brechas
Entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor se encuentran el pollo (1,6) y el huevo (1,8), productos de origen animal que por lo general tienen un sistema de producción integrado, lo que significa que todos los actores de sus respectivas cadenas de valor son parte del riesgo del negocio.
Estos aumentaron tanto en origen como en destino: el pollo subió 0,5% en góndola y 73,8% en origen, por un reacomodamiento de precios; en tanto que el huevo aumentó 31,9% al productor y 19,4% al consumidor.
Por su parte, el repollo y la frutilla también incrementaron sus precios en ambos extremos de la cadena: 7% y 10,2% al productor, mientras que en góndola presentaron una suba del 37% y 1,4%, respectivamente.
Por último, se encuentra el pimiento, hortaliza cuyos precios bajaron 31,5% en origen y 0,7% al consumidor.
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