Cuando empezó el año y las ventas de autos estaban desplomadas, cada interlocutor de la industria al que se le consultaba acerca del escenario futuro ponía la mirada en el segundo semestre. Durante el primer trimestre hablar de julio parecía demasiado lejos, pero el tiempo confirmó que era realista.
Después de un complicado mes de junio en el que los indicadores que venían subiendo a partir de la llegada del crédito a tasas 0%, volvieron a caer empujados por cuestiones estacionales como tener que pagar aguinaldos y por muchos días de poca actividad debido a dos fines de semana largos seguidos, en julio por fin se confirmaron aquellos pronósticos. Las ventas se recuperaron fuertemente y por primera vez en el año quedaron cerca de los números del año anterior.
Pablo Sibilla es el CEO y presidente de Renault Argentina, y tiene un modo de gestión muy personal, no sólo en el día a día de la conducción de una de las marcas de autos más tradicionales del mercado argentino, sino también en su modo de comunicarse. Usa las redes sociales más que sus pares de otras terminales y se ocupa personalmente de las consultas que recibe a través de ellas, y no tiene muchos filtros al momento de hablar con la prensa.
“Primero hay que decir que la brecha no es un factor menor en los números de ventas de julio. Los autos en enero se habían encarecido en dólares y la brecha entre el dólar oficial y el dólar libre volvió a ponerlos a un precio mucho más accesible. Eso, complementado con las ofertas que las marcas hacen con descuentos y financiación, hizo que los clientes vuelvan a tener acceso a los vehículos y a que el mercado empiece a subir”, dijo en una entrevista exclusiva con Infobae este jueves en San Juan, durante la presentación oficial del nuevo Renault Kardian.
Con la idea del gobierno de reducir la diferencia de cotización entre el dólar oficial y el paralelo o los financieros, depender de esa brecha para vender más autos sería un riesgo muy grande. Sin embargo Sibilla cree que es un tema de equilibrio entre las variables.
“En nuestras charlas con el Ministro de Economía, el reconoce que la brecha puede momentáneamente ayudar a un nivel de consumo determinado como en la construcción, por ejemplo. Pero como el objetivo es que no haya brecha, esta debería ir desapareciendo y la intención del gobierno es que simultáneamente haya algunos impuestos que vayan bajando, entonces una cosa se compensaría con la otra”, explicó.
Los primeros datos de agosto muestran que el mercado mantiene operaciones en los mismos valores que julio, lo que podría convertirse en una tendencia o proyección para el resto del año si las variables macroeconómicas no cambian demasiado.
“Creemos que agosto va a ser un buen mes. Hoy estimamos que el mercado anual será de unos 375.000 autos, cuando a principios de año hablábamos de 320.000 o 340.000. Si esto sigue así, el año que viene podría estar en 420.000 vehículos, es decir algo similar a lo de 2023 (fueron 424.949 autos y utilitarios livianos). Es lejos de los valores históricos, pero está empezando a repuntar. Empatar el 2023 sería bueno, pero desde ahí hay que salir a buscar el mercado argentino normal, no ‘anabolizado’, que es de 600.000 unidades”, analizó Sibilla.
De todos modos, lo que muestran las cifras que mensualmente publica ACARA, es que se está polarizando entre varios segmentos. Las camionetas siguen teniendo una fuerte proporción de las ventas aunque no en los valores de 2023, los SUV suben más que los otros segmentos, y volvieron a aparecer los modelos compactos, los autos más accesibles del mercado, con más opciones de modelos importados.
“Venimos de un mercado un poco deformado, en el que no se podía hablar de tendencias de segmento automotriz en los últimos años porque la verdad es que había que comprar lo que había disponible y no lo que la gente quería comprar. Entonces no se podía hablar seriamente de tendencia. Aun así, creo que el mercado de camionetas sigue siendo importantísimo porque los argentinos estamos enamorados de las camionetas, es algo que está arraigado en nuestra forma de consumir vehículos”, dijo a modo de introducción en el tema.
“Creo que van a aparecer otra vez los vehículos compactos de origen importado, y es normal porque es el origen de nuestra estrategia industrial hacia adelante. Los autos compactos son autos de mayor volumen, de mayor escala, y es normal que las plantas que están afuera de Argentina tengan la posibilidad de ser más competitivas para producir ese tipo de autos. Así que, con la apertura de la importación se van a empezar a ver más autos de ese segmento en el mercado”, señaló.
Sin embargo, Sibilla hace una aclaración respecto a las importaciones de autos que están llegando al mercado argentino.
“La importación está abierta, es cierto, pero no es una libertad irrestricta porque está limitada por los niveles de deuda. Irrestricto totalmente sería que vos puedas importar con la condición de pago que querés y cuando vos querés. Todavía está un poco limitado por el hecho de tener deudas acumuladas, si bien es cierto que la condición de pago ha ido bajando y eso ha permitido que haya más importaciones”, acotó.
Actualmente, el 80% de las importaciones provienen de Brasil, donde el gobierno de Lula Da Silva lanzó el programa MoVer este año para captar inversiones automotrices basadas en movilidad sustentable y en desarrollos de ingeniería para exportar. Argentina tiene un acuerdo que actúa como uno de libre comercio con Brasil por el cual no hay aranceles de importación en ambas direcciones, las que a su vez se regulan por un protocolo llamado Flex, que busca asegurar un cierto equilibrio entre lo que cada mercado le compra y vende al otro.
Sin embargo, el plan MoVer de Brasil ha captado 20.000 millones de dólares para los próximos años, y dentro de esas inversiones están las de BYD, el gigante chino que compró la exfábrica de Ford en Bahía y está preparándose para comenzar a fabricar sus modelos híbridos desde el año próximo.
“Por el momento no es una preocupación para nosotros, de hecho no hay ningún fabricante chino que haya mostrado intenciones concretas de querer fabricar en Argentina. Además, para poder entrar al Flex entre Brasil y Argentina tienen que cumplir requisitos de contenido local. De todos modos, siempre con el tema China hay que estar atentos porque sabemos que es un competidor de peso con precios muy competitivos que están generando mucho ruido en otros mercados como Estados Unidos o Europa, y los están arancelando. Es algo que le hemos expresado eso al gobierno”, respondió.
Este año hubo ya dos reuniones con el Ministro de Economía, Luís Caputo, y otra con la canciller, Diana Mondino. En ambos casos, los fabricantes argentinos nucleados en ADEFA, intentaron explicar a las autoridades nacionales, la principal inquietud que tiene el sector en función del futuro y de una peligrosa asimetría entre las condiciones que se ofrecen en Brasil y en Argentina para captar nuevas inversiones industriales.
“Más que una marca china que se instale en Brasil, lo que sí le hemos mostrado al gobierno es que Brasil puso el ‘MoVer’ con el que tiene un fuerte incentivo a las exportaciones. Entonces nosotros estamos trabajando con el gobierno para ver de qué forma podemos atraer inversiones a Argentina. Tenemos una gran aspiradora de inversiones al lado nuestro, que es nuestro vecino. ¿Cómo podemos hacer para que alguna de esas inversiones vengan para nuestro lado también? Tenemos la Ley de Electromovilidad que estamos discutiendo, y está el tema del RIGI, en el que estamos viendo si podemos ingresar de alguna forma”, dijo Sibilla.
“Si bien el RIGI no es un MoVer, va en esa dirección y funciona como una señal para nuestras casas matrices al decirles que hay un plan de incentivos que les asegura ciertas condiciones si invierten más de ‘X’ millones. Y eso está bueno. No es como el MoVer porque ellos además subvencionan el desarrollo, lo que hace que muchos prefieran el desarrollo de ingeniería en Brasil porque parte está subvencionado por el gobierno. El RIGI no hace eso, pero te da otros beneficios como estabilidad de condiciones por 30 años, que te da mucha seguridad. Así que estamos trabajando en ese sentido”, explicó el presidente de Renault Argentina.
Pero como el RIGI no tiene contemplada a la industria automotriz convencional, el objetivo de los fabricantes argentinos es que pueda entrar en el item ‘Tecnología’. Si bien un auto es tecnología o mejor aún, la suma de muchas tecnologías, el modo de quedar dentro del régimen de incentivos para grandes inversiones sería a través de la electromovilidad.
“Claramente en el futuro, en América Latina, los autos van a ser híbridos. Brasil va a tener ensamblaje de híbridos y producción de motores híbridos también. Nosotros no nos tenemos que quedar afuera de eso porque vamos a quedar obsoletos en cinco años. Entonces la vía por la cual estamos trabajando es ver si podemos usar el RIGI para que empresas que tengan proyectos con un grado de electrificación en sus plantes próximos, que pueda inscribirse en el RIGI”, explicó.
Estos días son claves porque el gobierno está trabajando en la reglamentación del RIGI para anunciarlo detalladamente a la brevedad posible. Sibilla dice que “falta una semana y pico. Estamos charlando con el gobierno por este tema en particular. Estamos esperando la reglamentación para ver exactamente cuales serían las condiciones, pero me animo a decir que soy más optimista que la semana pasada. Todavía no puedo decir que es un hecho, pero veo del otro lado una buena apertura en este sentido”.
Casualmente o no tanto, el nuevo Renault Kardian es el primer SUV-B de la marca que fue diseñado, desarrollado y producido en Brasil para el mercado Latinoamericano. Tiene como principal virtud, el hecho de pertenecer a la nueva plataforma RGMP (Renault Group Modular Platform), que no sólo podrá alojar 8 nuevos modelos entre 2024 y 2025, sino que tiene la capacidad de recibir motorizaciones de combustión interna e híbridas.
Aunque hoy parezca algo lejano, los fabricantes argentinos siempre dicen que los proyectos industriales tienen una planificación que va desde los 3 a los 5 años hasta que se convierten en un vehículo que se vende en las concesionarias. Por eso quizás es que Sibilla advierte que si no se invierte en híbridos, en cinco años la industria argentina quedará obsoleta. “No podemos desengancharnos del mundo”, cerró como conclusión de la entrevista.
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