Animalistas presentaron una denuncia después de recibir este video de una fuente anónima en el que un menor parece tocarse mientras retiene a su perra entre las piernas (Twitter: @mnorenamia25)
Un menor de edad del Estado de México fue denunciado ante la Fiscalía de Menores Infractores por aparecer en un video presuntamente tocándose los genitales mientras retenía a su perra en las rodillas, según manifestaron activistas.
La denuncia, a la que tuvo acceso Infobae México, se presentó después de que una persona anónimo enviara la grabación a la activista identificada como "Morena Mía". En las imágenes, capturadas en la Colonia Campestre Guadalupana, de Ciudad Nezahualcóyotl, el menor aparece sentado en una silla en la azotea de su domicilio, de espaldas a la cámara. Sobre sus piernas retiene a la perra, que a pesar de sus reiterados esfuerzos no logra escapar del regazo del joven.
El video lo recibieron a las 13:30 horas del 10 de enero. Con el fin de proteger el bienestar del animal, los activistas actuaron de inmediato. Tres horas después ya habían localizado la vivienda. Cuando la hermana del chico abrió la puerta le dijeron que tenían que tratar un tema delicado con sus padres.
"Les comentamos la situación. Les informamos que era una falta, que el tocamiento con animales era un delito. Les dijimos que nosotros no queríamos dañar al menor, que lo único que pretendíamos era el bienestar del animal y resguardarlo. Obviamente se indignaron, y nos dijeron que era normal que un chavito se tocara. Y estoy de acuerdo. La verdad es que estoy de acuerdo que un adolescente tenga experiencias sexuales, pero no con un animal, que no es dueño de su voluntad ni le preguntan si lo pueden invadir o no" explicó la activista Morena Mía en entrevista telefónica para Infobae México.
Ante la negativa de los propietarios a entregarles el can y su "actitud agresiva", los animalistas presentaron una denuncia ante la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente del Estado de México (PROPAEM) en contra del menor. Además, interpusieron una segunda denuncia ante la Fiscalía de Menores Infractores de la entidad.
"Una vez que llego (a la Fiscalía) les comento que es una denuncia a un menor por agresión a un animal. Me dicen que no tienen ninguna experiencia, que no hay un antecedente, que le van a dar prioridad a otros casos mientras investigan cómo proceder. Tardaron seis horas hasta que les fui a tocar la puerta y les dije 'oigan son las 2:00 de la mañana, no me van a atender?´ Me dijeron que tomara en cuenta que me estaban haciendo el favor de darme la atención y que no sabían cómo iba a proceder. La actitud fue bastante grosera y salí a las 3:00 de la mañana de hacer la denuncia" narró Morena Mía.
Al día siguiente, a media mañana, aún no sabía qué había ocurrido con la perra. Escribió al procurador para recordarle la urgencia de que salvaguardaran al animal. Le contestaron que el inspector de la PROPAEM se estaba dirigiendo a la vivienda. Esto fue lo último que supo sobre el caso, y hoy, a una semana de la denuncia, aún no ha recibido actualización, y le piden que para ser informada debe cumplimentar la documentación pertinente.
A la activista le preocupa que además de tocarse a él mismo, el joven pudiera haber abusado sexualmente de la perra. El ángulo desde el que se grabaron las imágenes no permite observar con claridad si también la tocaba, aunque para Morena Mía los intentos del animal por escapar de los brazos del niño evidencian que "no se encontraba cómoda".
"La PROPAEM me decía que no había tenido penetración. Estoy de acuerdo, probablemente no. O probablemente dos días después ya la limpiaron, dos días después ya la curaron, no sé".
Desde que inició la investigación, y a pesar de la visita de rigor que realiza el inspector de la PROPAEM, o el material gráfico que se pueda aportar, el animal permanece junto a sus dueños.
Respecto a la condena o sanción económica que podría afrontar el chico, no puede concretarse con seguridad. En el caso de los adultos, se establece una condena de seis meses a dos años de prisión, y una multa económica que rondaría entre los 50 y los 150 días de salario mínimo. Sin embargo, al tratarse de un menor y no haber antecedentes, se sentaría un precedente, en caso de que la Fiscalía determine que el can sufrió abuso sexual.
Aunque el joven no hubiera tocado al animal, Morena Mía recuerda que haberse masturbado con el perro en sus rodillas es un delito, tal y como contempla la ley que dictamina que será maltrato "Realizar actos eróticos con un animal".
"Esto es un acto erótico", sentenció la activista.
A pesar de ello, asegura que no quiere que sancionen al menor. Solo le gustaría lograr que recibiera atención psicológica y que inhabilitaran a toda la familia para tener animales, pues considera que los adultos no le dieron la importancia que merece a lo que ocurrió.
Por el momento, no sabe dónde se encuentra la perra o su estado de salud. Según apuntan sus fuentes, seguiría en la azotea, un hecho que también constituye delito en el Estado de México, donde no se permite que las mascotas habiten en condiciones de interperie.
A pesar de que los usuarios le piden a través de redes sociales que comparta la dirección de la casa, ha aclarado que no lo hará, pues daría a los agresores un argumento para deshacerse de la perra. En cuanto a la inacción de las autoridades, les reclama una mayor empatía hacia este tipo de casos.
"A las autoridades les hace falta empatía. Porque si a ti, a mí, a tu hija, a tu sobrina, a mi hijo o a cualquier persona nos sienta en sus piernas y se masturba con nosotros es una agresión sexual. ¿Por qué los perros tienen menos derecho? ¿Por qué no es un delito? ¿En qué punto se su cabeza es normal masturbarse con el animal? No es normal que sus primeras experiencias sexuales sean con un animal", concluyó la activista.
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