En diciembre, la actividad industrial registró una caída tanto en la comparación anual (-8,3% i.a.), como en la mensual (-6,4% respecto a noviembre, s.e). De esta manera, el 2023 cerró el año con una variación cercana a 0% (+0,3%) y se interrumpió el proceso de recuperación que había tenido la industria en 2021 y 2022 tras la pandemia y la crisis macroeconómica de los años 2018-2019-2020.
Los datos se desprenden de un informe elaborado por el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA). Desde la entidad, explicaron que la dinámica de la actividad fue caracterizada por una heterogeneidad sectorial y por el peor desempeño durante la segunda parte del año en relación a la primera, en un contexto en el que las dificultades macroeconómicas afectaron al entramado productivo.
“Así, la evolución de la actividad industrial fue dispar a lo largo del año pasado, con mejor desempeño en la primera parte (+2,1% s.e. semestral y +3,6% interanual) que en la segunda (-4,5% s.e. semestral y -2,5% interanual)”, explicaron.
Claramente, la sequía tuvo un impacto negativo en actividades vinculadas a la agroindustria (alimentos y bebidas, fertilizantes, biocombustibles y maquinaria agrícola), mientras que ciertos sectores presentaron dinámicas positivas a partir de la maduración de inversiones y la búsqueda de nuevos mercados (especialmente aquellos relacionados con el sector automotor, energía y minería).
Cómo le fue a cada sector
A nivel sectorial, 6 de los 12 sectores que releva la UIA registraron caída interanual durante el 2023 (en contraste con 2022 cuando solo uno había caído).
Entre los sectores que más cayeron en el año se destaca Minerales no metálicos, Alimentos y Metalmecánica. En cambio, se destacó el crecimiento del sector Automotor, Refinación de petróleo y Papel y cartón.
En lo que respecta a los minerales no metálicos, las estadísticas relevadas por la UIA muestran una caída anual del 6,1%. “En parte, la baja obedece al alto nivel de comparación del 2022 cuando la producción había alcanzado su máximo histórico”, aclararon.
Por su parte, el rubro de alimentos cerró el año con una caída de 3,8% i.a., producto de la sequía y su impacto negativo sobre la producción de oleaginosas y cereales y los productos derivados del sector agropecuario. De no tenerse en cuenta el complejo oleaginoso el sector de todas formas se mantuvo en el terreno negativo (-0,7% i.a.), primera caída desde 2016.
La rama de la metalmecánica registró una caída de -0,2% i.a en 2023. La baja se vio todo el año en la fabricación de maquinaria agrícola, producto de la sequía, pero luego comenzaron a caer también los sectores vinculados a la industria automotriz como carrocerías, remolques, semirremolques y autopartes, dada la desaceleración del sector en el segundo semestre; que a su vez se intensificó por dificultades de acceso de insumos importados.
En el otro extremo, el sector automotor fue uno de los que impulsó el crecimiento del nivel general. Con un alza interanual de +13,7% se produjeron un total de 610.715 unidades. Sin este sector, el nivel general habría caído 1,3% en 2023. “La producción fue la mayor desde 2014, aunque aún se ubicó un 24,1% por debajo del máximo histórico del 2011″, señalaron desde la Unión Industrial Argentina.
La refinación de petróleo fue otro sector que tuvo un buen desempeño en la producción anual fue con un crecimiento anual de +4,4% con respecto al 2022, dinámica favorecida por el fuerte impulso de Vaca Muerta.
Por último, se destacó el caso de la industria de papel y cartón que marcó una suba de 2,6% en 2023. El crecimiento anual del nivel general estuvo impulsado por el rubro Papel para diarios (+14,9% i.a.), y Papeles de impresión (+7,1% i.a.) dada la impresión de boletas, afiches y otros materiales durante el año electoral.
Hacer Comentario