La transición política y de gestión económica entre el saliente gobierno de Alberto Fernández y el electo de Javier Milei aceleró a lo largo de la semana, en medio de un proceso vertiginoso en el armado del gabinete que asumirá desde el 10 de diciembre en el seno de La Libertad Avanza (LLA).
El tablero de control de la economía tendrá un traspaso de mando con numerosas luces en rojo que anuncian las urgencias que tendrá que afrontar la próxima administración.
Las primeras reuniones entre los equipos que ocuparán los despachos oficiales y los funcionarios que terminan su gestión tuvieron lugar en los primeros días de la semana pasada. Fueron los primeros contactos, más bien protocolares, de presentación, que incluyeron un breve panorama de las líneas de acción abiertas en cada dependencia. En el Ministerio de Economía hubo una primera reunión de oficinas clave como Energía, Obras Públicas, Transporte, Minería y Comunicaciones.
El plan de partida es resolver el nudo de las Letras de Liquidez del BCRA y que no implique nada cercano a una confiscación de depósitos
El encuentro lo lideró el próximo ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro, junto a quien estará a cargo de la Secretaría de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, el de Minería Sergio Arbeleche, de transporte Franco Mogetta (actual funcionario de Juan Schiaretti en Córdoba), y el próximo jefe de gabinete de la cartera, Tomás Sutton.
Los funcionarios presentes fueron la secretaria de Energía Flavia Royón, la de Minería Fernanda Ávila, el ministro de Transporte Diego Giuliano y el titular de Enacom, Claudio Ambrosini. El miércoles por la noche se juntaron José Ignacio de Mendiguren, secretario de Industria, con quien sería su sucesor, Federico Ovejero.
Según aseguran fuentes que participaron de ese primer mitín, hubo buen clima, colaborativo y cuentan que incluso, a la salida, funcionarios salientes y los designados compartieron auto para dirigirse a los despachos de cada área para seguir el trabajo. Los nuevos inquilinos de las secretarías no anticiparon cuáles serán sus planes a futuro y consultaron sobre qué recursos humanos encontrarán cuando tomen el mando.
Ya con el resultado electoral, el plan de Milei, que había sido anticipado unos días antes del balotaje en un encuentro con el círculo rojo, comenzó a tomar más color. El libertario planteó en esa instancia que la secuencia con la que buscaría resolver los problemas macroeconómicos sigue un camino que va, primero, desde el desarme de las Leliq, que considera el factor de desequilibrio monetario principal, para luego liberar el cepo cambiario sin que haya, mencionó, riesgo de espiralización de la inflación aún más grave.
Todo esto antes de poner en marcha el proceso de dolarización, también precisó en los últimos días, podría tomar cerca de un año. Los movimientos de piezas en la conformación del gabinete de Milei a lo largo de la semana, que favorecieron a Luis Caputo para liderar la transición económica en perjuicio de Emilio Ocampo (uno de los que tenía, en la previa, lugar asegurado en la presidencia del Banco Central), podrían quitarle fuerza a esa idea de eliminación del peso.
Tres preguntas que sobrevuelan entre los consultores: qué hará el ganador con el problema del faltante de dólares, con la salida del cepo y qué tan viable es el ajuste
Javier Milei solicitó ante sus interlocutores que sonaron para ocupar el sillón principal del quinto piso de Hacienda que el plan para resolver el nudo de las Letras de Liquidez del BCRA no implique nada cercano a una confiscación de depósitos ni que sea un programa de tipo forzoso.
El presidente electo le había dedicado un párrafo elogioso a Luis Caputo por sus ideas para resolver “el problema monetario y darle una solución desde los mercados financieros como para salir del problema de las Leliq y terminar con el cepo”. La dinámica del ida y vuelta sobre los nombres para el Palacio de Hacienda pareciera haber estado influido de manera determinante por la hoja de ruta solucionar ese problema que Milei identifica en las Leliq del Banco Central.
El mercado empieza a hacer sus primeras lecturas sobre la herencia y la coyuntura sobre la que deberá maniobrar Milei en sus primeras semanas como presidente. Abeceb planteó un escenario post balotaje con tres preguntas que sobrevuelan: qué hará el ganador con el problema del faltante de dólares, con la salida del cepo y qué tan viable es el ajuste según cada propuesta.
La consultora que fundó Dante Sica consideró que Milei “podría gozar del beneficio de la duda”, aunque medidas más duras como las que destacó en campaña podrían venir acompañadas de “más ajuste, más recesión y más conflictos”.
Respecto al desarme del cepo, Abeceb cree que el libertario “tendría mayor ansiedad por terminar con el cepo y podría favorecer una estrategia de shock con recortes fuertes de gasto público. Pero para avanzar más rápido tendría que reconstituir reservas velozmente, lo que obligaría a una corrección mayor del tipo de cambio”, lo que implicaría mayor inflación y caída del salario.
Un análisis de Consultatio afirmó que, respecto a las ideas de Milei en el mercado cambiario, “aventurar el futuro es más incierto dada la insistencia que ha mostrado alrededor de la dolarización, que es muy difícil de instrumentar en el corto plazo. De cualquier manera, una liberación del cepo que converja hacia la unificación cambiaria más o menos rápidamente es una posibilidad con probabilidad muy alta”.
Prácticamente no hay variable macro que no se encuentre en problemas o bien, con un problema futuro (Romano Group)
“Hacia adelante, el acotado poder de fuego del BCRA, los desequilibrios fiscales heredados, las restringidas fuentes de financiamiento y el desplome de la demanda de dinero pese a la vigencia del cepo exigirán la implementación de un programa de estabilización que busque -entre otros objetivos- volver a acumular Reservas Internacionales y equilibrar las cuentas fiscales en el corto plazo y propender a recuperar el acceso al mercado internacional de crédito”, mencionó por su parte un informe de Ecolatina.
Un informe de Romano Group planteó cuál será la herencia con la que se encontrará el próximo ministro. “Prácticamente no hay variable macro que no se encuentre en problemas o bien, con un problema futuro, por lo que el trabajo del próximo equipo de economía será de gran magnitud para lograr estabilizar la economía con el menor daño social posible, a una sociedad ya fuertemente debilitada en términos de ingresos. La liberalización del cepo parecería no ser una realidad de corto plazo, pues se ha mencionado que primero se debe resolver el ‘problema de las Leliqs’, aunque una suerte de sinceramiento cambiario el mercado está descontando vía futuros”, mencionó.
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