Reuters (Andres Stapff/)
Si los planetas no dejan de estar alineados y el clima sigue siendo tan benévolo con gran parte del campo, Argentina tendrá finalmente una “super cosecha” en la presente campaña agrícola, la segunda mejor de la historia, dejando definitivamente atrás los estragos de la histórica sequía del ciclo pasado y aportando al país miles de millones de dólares vitales para la economía nacional.
Según un estudio realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la cosecha de granos podría alcanzar las 136,4 millones de toneladas, las cuales si bien están cerca del récord histórico, también está “estancada” en promedio de las últimas cinco campañas.
Cabe mencionar que la entidad bursátil ya dio por finalizada la cosecha de trigo, con una producción estimada en 15,1 millones de toneladas, lo que implicó un salto respecto a la anterior campaña del 24%, equivalentes a 2,9 millones de toneladas. Asimismo, consideró concluida la trilla de cebada, con 5 millones de toneladas obtenidas, un 16% más que el ciclo anterior (+700.000 toneladas). Así, la denominada cosecha fina tuvo como resultado una producción de 20,1 millones de toneladas.
Al mismo tiempo, incrementó su estimación de cosecha de soja de 50 a 52,5 millones de toneladas, lo que, de concretarse, implicaría un aumento productivo respecto a la campaña anterior del 150%, sumando 31,5 millones de toneladas más respecto a la cosecha de 21 millones de toneladas que se obtuvo el ciclo anterior, mientras que en maíz el ajuste positivo fue del 66% respecto al ciclo anterior y se esperan unas 56,5 millones de toneladas.
Bajo este panorama, la BCBA espera que la contribución del sector agrícola granario a la economía tenga un salto de consideración respecto al año pasado “a pesar de la significativa caída de los precios”. Según proyecciones de la entidad, el Producto Bruto Agroindustrial (PBA) – que es el aporte que las cadenas hacen a la economía nacional, alcanzaría los USD 33.129 millones, expresando una mejora equivalente a 1,3 puntos del PBI.
Por otro lado, la entidad proyectó que las exportaciones del sector crecerán en USD 11.112 millones en comparación con la campaña anterior y se ubicarían en torno a los USD 34.341 millones. No obstante, el trabajo marcó que “los ingresos por exportaciones (que es el récord vigente hasta el momento) serían inferiores a los de la campaña 2021/22 por un total de USD 9.462 millones”. Respecto a la recaudación fiscal, se proyectan USD 13.200 millones, incrementándose un 42% desde la campaña previa.
Precios
No obstante, esta mejora en los ingresos se dará más por volumen que por precios, ya que tanto en soja como en maíz, los valores a cosecha están en “niveles mínimos respecto a los últimos tres años”. En este sentido, el informe indicó que el contrato de mayo de la oleaginosa a cayó 11% respecto a 2023, mientras que la posición abril del cereal se redujo un 13%. De hecho, ayer el contrato de referencia de la soja en el mercado de Chicago retrocedió 1,39% (USD 6,34) hasta los USD 449,38 la tonelada, perforando nuevamente el piso de los USD 450 la tonelada.
Las razones que explican esta caída en los precios, que hace ya varios meses es una tendencia en el mercado internacional, responden a una serie de razones. Una de ellas tiene que ver con la “super cosecha argentina”, la cual abastecería de gran manera a un mercado al que no le faltan granos y que, de hecho, podría suplir los eventuales faltantes de mercadería de Brasil.
Justamente, otra razón radica en la incertidumbre reinante respecto a la cosecha brasileña, país que sufre un marcado déficit hídrico en la región centro y norte, en las últimas semanas comenzó a recibir lluvias. Organismos oficiales como la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (Conab), como el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) esperan una cosecha de soja por encima de las 150 millones de toneladas, volumen por encima de lo que espera el mercado y los productores. No obstante, para el precio del poroto será central el devenir de estas proyecciones en las próximas semanas.
También será central en la definición de los precios la demanda de China (hoy estipulada en 107 millones de toneladas por el USDA) y la performance exportadora de Estados Unidos, factor que siempre mueve al mercado.
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