La caída de un par de bancos regionales el último mes desató una fuerte salida de depósitos de las entidades financieras tradicionales de Estados Unidos hacia “money markets”.
Según Business Insider, “en sólo tres semanas, hasta el 29 de marzo, se ha registrado un flujo récord de 304.000 millones de dólares hacia fondos tipo money market, lo que ha elevado el total de activos gestionados por dichos fondos a un nuevo máximo de USD 5.200 millones, según datos publicados por el Investment Company Institute”.
El cambio se produjo tras la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y del Signature Bank a principios de marzo.
“Los depositantes se asustaron por la seguridad de sus ahorros y empezaron a retirar su dinero de los prestamistas más pequeños y vulnerables”, se explicó.
¿Quiénes se beneficiaron?: las grandes entidades de Wall Street: 52.000 millones de dólares fueron a parar a Goldman Sachs, 46.000 millones a JP Morgan y 37.000 millones a Fidelity.
Un fondo de “money market” es un fondo de inversión ofrecido por sociedades de inversión y empresas de servicios financieros. “Se trata de una inversión de bajo riesgo que ofrece a los inversores una rentabilidad ligeramente superior a la del efectivo, basada en los intereses de los títulos de deuda a corto plazo que mantiene, como letras del Tesoro y pactos de recompra”, se precisó.
“Los inversores suelen buscar los que ofrecen un rendimiento positivo combinado con un bajo coeficiente de gastos, que es una comisión fija que los fondos de inversión cobran a los inversores para cubrir los costos operativos”, se indicó.
Según Bankrate, “los fondos del mercado monetario que ofrecen los rendimientos más altos a 31 de marzo son UFB Direct, CFG Community Bank y CIT Bank”.
“Los inversores se han apurado a trasladar su dinero a un lugar que perciben como más seguro”, se precisó.
La Reserva Federal también ha subido sus tasas de interés de referencia hasta el 5%, frente a casi cero hace 12 meses, el mayor aumento desde la década de 1980, para tratar de frenar la inflación.
“Esto ha impulsado los rendimientos del mercado monetario, lo que significa que los inversores pueden obtener una mayor rentabilidad de estos fondos en comparación con el almacenamiento de su dinero en efectivo en los bancos, que han tardado en aumentar las tasas en línea con la Reserva Federal”, se explicó.
“Los rendimientos del Tesoro estadounidense a un año se han multiplicado casi por 12 desde finales de 2021, hasta situarse actualmente en torno al 4,66%”.
“Creemos que los depositantes acaban de despertar a su capacidad de obtener más rendimiento en un fondo del mercado monetario con un riesgo potencialmente menor. Después de todo, y a diferencia de los bancos, los activos de los fondos monetarios son muy cortos, por lo que están sujetos a un riesgo de tipos de interés mucho menor en un ciclo de endurecimiento de la Fed”, explicó el estratega de Barclays Joseph Abate, según Bloomberg.
La caída de los bancos regionales generó nervios en la Reserva Federal y en el Tesoro de Estados Unidos, que aseguraron que los depósitos estarían protegidos por el gobierno norteamericano. Además, aseguraron líneas de liquidez para que las caídas no se extendieran a otros bancos. Ambas entidades quebradas fueron compradas por otros bancos y el gobierno afirmó que los accionistas originales no serían rescatados.
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