(Washington, Estados Unidos) En una mesa de la embajada argentina en Washington había fresas del Chaco que se exportan congeladas a Estados Unidos. En otra de las mesas leche de coco y orquídeas tailandesas. También golosinas, quesos y vinos argentinos. Todos ellos son algunos de los productos que, si bien se siguen importando, desde enero de 2021 volvieron a pagar aranceles para entrar a EEUU y por tanto son menos competitivos.
Durante todo este miércoles más de 70 importadores de diferentes estados de EEUU estuvieron reunidos con congresistas demócratas y republicanos para presionar por el retorno del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP). Luego, a la tardecita, los embajadores de Argentina y Brasil, junto a la encargada de negocios de Tailandia los recibieron en un evento en el que mostraron algunos de sus productos y agradecieron a los importadores norteamericanos el esfuerzo por presionar en el Congreso.
“Han estado trabajando todo el día en este tema y aquí les compartimos algunos de los productos que formaron parte del programa”, dijo el embajador Jorge Argüello al agasajar a los empresarios.
El programa al que se refiere el embajador fue iniciado en 1974 por Estados Unidos y eliminaba los aranceles algunos productos en particular que llegaban al país desde algunos países en desarrollo. En 2017 el programa cayó, pero luego de una negociación el gobierno de Donald Trump lo estiró hasta diciembre de 2020. El 31 de diciembre de ese año cayó y desde allí no se volvió a renovar, motivo por el cual los exportadores deben abonar aranceles.
“Ahora cada año nuestras empresas y los importadores deben planificar sus operaciones en un ambiente de incertidumbre”, dijo Argüello.
Por su parte, la embajadora de Brasil en EEUU, María Luisa Ribeiro, agradeció a los importadores por el esfuerzo de llegar a Washington a plantear este tema a los congresistas. “Expresamos nuestro profundo agradecimiento por los esfuerzos realizados por la coalición por el GSP para reunir al sector privado en una nueva edición del Día del Lobby del Congreso del GSP”, dijo Ribeiro.
“La participación de tantas empresas estadounidenses en la renovación del SGP muestra que el programa también es una herramienta relevante para las empresas estadounidenses, especialmente aquellas que dependen de componentes de materias primas importadas”, dijo.
Del evento en la embajada argentina participó el congresista demócrata Eric Swalwel.
El argumento chino
La economía de Estados Unidos con la administración de Joe Biden se ha vuelto muy cerrada, según comparten los analistas. Es muy difícil lograr aperturas comerciales y eso ha llevado a que este programa tampoco se haya reinstaurado.
Sin embargo, esta coalición de empresarios estadounidenses y diplomáticos de más de 25 países empezaron a encontrar algunos aliados en el Congreso con el argumento de que re instalar el GSP también es una forma de frenar la influencia china.
En sus discursos los embajadores bordearon ese argumento. “El programa también juega un papel importante en la diversificación y resiliencia de las cadenas de suministro, un tema identificado como una prioridad para el comercio estadounidense”, dijo la embajadora de Brasil.
“En un contexto internacional con interrupciones en la cadena de suministro global y ciclos inflacionarios en recuperación que afectan a nuestras economías, el restablecimiento del programa es de suma importancia”, señaló Argüello.
“El comercio es un camino de doble sentido y sus efectos, beneficios y efectos indirectos se extienden más allá de nuestras fronteras. Como todos saben, el SGP es fundamentalmente un programa de desarrollo, muchas de nuestras economías regionales y pequeñas y medianas empresas han florecido gracias a los beneficios y facilidades arancelarias que brinda en la actualidad”, agregó el embajador argentino.
La opinión de algunos congresistas
El Congreso realizó una sesión del subcomité de Comercio de la Cámara de Representantes el mes pasado en la cual discutió sobre el Sistema Generalizado de Preferencias y algunos congresistas señalaron la importancia de revivirlo para “salvaguardar las cadenas de suministro de Estados Unidos y combatir a China”.
El representante republicano Jason Smith dijo que “el sector agropecuario depende de materiales y equipos que se benefician del SGP” y aseguró que su “renovación ayudará a mantener los costos más bajos para los productores agropecuarios”.
“Esta legislación también es importante para nuestra economía, ya que continuará el trabajo que está haciendo el Congreso para proporcionar incentivos a nuestras cadenas de suministro cercanas a la costa, diversificarnos lejos de socios comerciales adversarios como China”, dijo el representante republicano Brad Wenstrup.
La representante republicana Carol Miller dijo que “la falta de enfoque del gobierno de Biden sobre el comercio ha debilitado severamente” la posición de EEUU “entre socios comerciales clave”.
“Eso abrió la puerta para que el Partido Comunista Chino tome nuestro lugar y ejerza su peligrosa ideología. Es esencial que aseguremos que el programa SGP funcione adecuadamente para lograr nuestros objetivos y no socavar a los productores estadounidenses de ciertos productos”, dijo Miller.
El representante demócrata Earl Blumenauer sostuvo que “el SGP necesita una actualización para reflejar la evolución de nuestra política comercial. La Cámara de Representantes ha trabajado arduamente para incluir reformas de sentido común y equitativas al SGP, como actualizaciones a los criterios laborales”.
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