Así como cuando se maneja con caja manual no se piensa al momento de presionar el embrague para hacer un cambio, hay otras acciones que están automatizadas en la conducción de un automóvil cuando es una práctica que se hace desde hace suficiente cantidad de tiempo como para que entren en la categoría de rutina.
Ir a una estación de servicio para cargar combustible es una de ellas. Sin embargo, hay una cantidad de cosas que se hacen o se deberían hacer que no todos los automovilistas tienen en su “radar” y que, en algunos casos, terminan complicando algo que debería ser apenas un trámite de unos pocos minutos.
1 – Entrar del lado correcto
En el cuadro de instrumentos, dentro del marcador de nivel de combustible que se identifica con el dibujo de un surtidor, suele haber en casi todos los autos una flecha en uno de los costados. Esa flecha tiene una razón de ser, y es indicar de qué lado está la tapa del depósito, por lo tanto, de qué lado de los surtidores debemos detener el auto para que la operación sea más simple para el playero, pero además también más segura.
Una manguera puesta por sobre el techo o rodeando la cola del auto por detrás del paragolpes, implica tensar el resorte del que cuelga la manguera, lo que podría generar que una vez que se está llenando el tanque, se pueda soltar por efecto de esa misma tensión y derramar combustible, con las consecuencias que ya se conocen, y que van desde la corrosión sobre la pintura del auto o las manchas sobre la ropa del empleado de la estación, hasta daños en la piel.
2 – Apagar el motor
Aunque en todas las estaciones de servicio hay carteles que indican hacerlo, muchas personas no apagan el motor mientras están llenando el tanque.
Hay autos en los que esto es imposible porque no se abre la tapa del depósito si el motor está en marcha, pero hay muchos otros que no, y en los motores modernos, que hacen muy poco ruido, a veces no se hace adrede sino inconscientemente, y al no escucharse queda encendido durante la carga.
Es peligroso porque mientras el motor está funcionando, no sólo hay un exceso de temperatura en todo el entorno sino que además está funcionando el sistema eléctrico completo, con lo cual puede haber chispas que al entrar en contacto con los vapores de la gasolina, podrían provocar una explosión.
3 – No usar el teléfono celular ni fumar cerca de la boca del tanque
Relacionado con el punto anterior, hay una falsa creencia respecto a que usar el teléfono móvil en una estación de servicio está prohibido porque la carga eléctrica de su funcionamiento puede causar una explosión del mismo modo que una chispa del motor. En realidad, no es el combustible el problema sino los gases que salen de la boca del tanque mientras se está haciendo la carga. Por esa razón, he hecho, se puede pagar la carga con aplicaciones que están en un teléfono celular sin peligro alguno.
El único cuidado que hay que tener es no hablar o enviar mensajes desde menos de unos tres a cinco metros de distancia de la tapa duranta la carga, ya que esos vapores pueden llegar a estar en contacto con el aparato electrónico antes de mezclarse con el aire de la atmósfera.
Es el mismo caso del cigarrillo. En ninguna estación de servicio no está permitido fumar en las zonas de los surtidores por esa misma razón.
4 – Asegurarse que carguen el combustible apropiado
En otras épocas, los surtidores de las estaciones de servicios estaban separados entre nafta Común y Súper por un lado y Diésel por el otro. Entonces, no era muy frecuente que hubiera un error en lo que se carga.
Sin embargo, las estaciones de servicio modernas tienen unificados todos los combustibles en un sólo dispensador con sus cuatro mangueras, dos de gasolina y dos de gasoil, y a veces puede ocurrir que el empleado de la estación de servicio pueda confundirse.
Lo ideal es siempre bajarse del auto y verlo por uno mismo, o pedir específicamente qué combustible cargar cuando se hace el pedido desde la butaca del conductor. El problema es que si no nos bajamos no podremos constatar que no haya habido un error. La única manera es mirar el comprobante de pago antes de arrancar el motor, algo que difícilmente alguien haga.
Por ese motivo, si al salir de la estación de servicio notamos un comportamiento extraño del auto como falta de potencia, emisión de humo exagerado, blanco o negro, o un sonido diferente como si fuera un golpeteo (pistoneo para ser más preciso), hay que detener inmediatamente el motor y verificar qué combustible se ha cargado.
Si hubo un error, el motor no debe encenderse más hasta que no se haya vaciado el tanque y el circuito de combustible por completo. En general, si es un error de la estación de servicio, es una operación que suelen hacer sin cargo ellos mismos. Si no fuera el caso, hay que llevar el auto en una grúa o camilla a un taller mecánico para esa operación.
Según la tecnología del auto, cuanto más moderno más sensible es, al cargar gasoil en un auto naftero, el posible daño es menor, aunque el motor se detendrá después de unos metros. En cambio, si se coloca nafta a un motor diésel, el problema puede ser grave, con posible rotura de pistones incluida. Lo mejor siempre es asegurarse el combustible que se carga.
5 – No llenar el tanque hasta el borde
Es una vieja costumbre que trae más problemas que soluciones, y que muchos autos modernos impiden por el sistema de cierre de la garganta del tanque. En general, llenar el tanque hasta el límite de su capacidad es una práctica que se hace mucho en quienes salen a la ruta, y el motivo es tan simple como intentar hacer la mayor cantidad de kilómetros que se pueda con la misma carga.
Pero eso trae sus problemas de seguridad y de vida útil de algunos componentes. Si se llena de más, puede derramarse por la propia boca del tanque, pero especialmente por las uniones entre la manguera y el tanque. Esto generará un fuerte olor dentro del habitáculo, pero también generar mareos en sus ocupantes, siendo una amenaza para la seguridad vial en el caso del conductor.
También, quedar en contacto constante con combustible que normalmente no debería estar en ese lugar, afectará a las sujeciones de goma de todo el circuito de carga y de ventilación del depósito.
Lo ideal es hacer caso al corte automático de los surtidores, o eventualmente superarlo sólo una vez cuando cortó por primera vez hasta la segunda, pero no insistir. Las mangueras están diseñadas para interrumpir el flujo de gasolina cuando detectan el nivel suficientemente alto.
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